La Madriguera de la Zorra

Vamos de fiesta

Luego de ver la ejecución pública de un hombre, no estaba de mucho humor para la cena, o de hacer cualquier cosa en realidad, Lila incluso estaba igual de consternada que yo, hacía demasiado tiempo que no veíamos a la iglesia actuar de ese modo, quizá una mala persona la estuviera administrando ahora, o quizá la situación había empeorado en la política interna de la misma, fuera lo que fuera, eso era un problema para la gente poderosa, y yo ya no lo era mas, pero conocía a alguien que si lo era, que se codeaba con lo mas alto de la sociedad y seguramente sabía del tema.

Me acerqué a la puerta de la oficina de mamá, y pude escucharla hablar con las conejas y con Renata, Lila y yo pegamos la oreja contra la puerta, obviamente queríamos saber que estaba sucediendo.

- Ha sido un placer tenerlas en mi casa, por favor vengan a visitarme mas seguido.

- Una vez el portal intercontinental esté listo.

- Podremos venir cuantas veces querramos.

- Y-Y podremos pasar mas tiempo juntas, como anoche... Definitivamente tu recepcionista sabe m-moverse...

- Ay Renata, no te había visto tan atrevida desde esa vez que nos emborrachamos en el club de Zoe... En fin, el portal al puerto está abierto y su barco las espera, nos vemos en unas decenas, prometo ir a visitarlas a todas.

Una vez terminaron de hablar, escuchamos como el portal se cerró y la puerta se abrió de golpe, Lila y yo cayendo al suelo, y mamá viendome desde su alta posición, no sabía si decepcionada o simplemente ya se esperaba algo por el estilo.

- Lila, Mari, debemos dejar de encontrarnos con sus orejas en mi puerta... Supongo que están aqui para hablar de algo en vez de solo saltarse la cena para espiarme.

Me puse de pié y asentí, ella se hizo a un lado y nos preparó un par de asientos frente a su escritorio, entonces procedimos a explicarle la situación de la ejecución pública.

- ... Y entonces el hombre fué ejecutado sin mas, solo por el cargo de mezclar unas pociones y decir haber visto a las diosas.

- Entiendo Mari ¿Pero por qué acudes a mi por esto? Hace treinta años casi que no tengo relación con la iglesia directamente, solo con las monjas que son voluntarias en la maternidad de aqui, y voy una vez a la decena a los sermones...

- Porque eres la Matriarca, y pensamos que tendrías relación alguna con los líderes de la iglesia de los Hijos de la Luz.

- Me temo que no, no hago negocios con ellos desde el incendio del decimo día de primavera hace treinta años, los pocos conocidos que tenía en la iglesia en cargos de poder han muerto recientemente de vejez, o trabajan para mi, como es el caso de Dari.

- Entonces no puede hacer nada al respecto... Ese hombre quizá fué silenciado por saber demasiado, en fin, supongo que no es nuestro trabajo averiguar eso. Vámonos Mari, vamos a darnos una ducha así puedes ir a lo de Annie.- Lila dijo y Ari nos detuvo antes de que nos retiraramos.

- Si bien yo no puedo hacer nada, Zoe quizá pueda ayudarlas, después de todo, los políticos y altos cargos de la iglesia van a su club justamente por la discresión, pero puedo cobrarle un favor o dos y les puede dar una mano. A lo mejor sabe algo de la situación de poder en la iglesia ahora mismo.

Asentí y me acerqué a abrazar a mamá suavemente.

- Gracias, sabía que podía contar contigo.

- Por cierto jefa ¿Cómo la pasó con Renata y las conejas?- Lila preguntó curiosa, tratando de provocar a Ari mientras que ella sonrió un poco.

- Excelente, casi tan bien como ustedes dos con Paz. No juegues con fuego Lila, sabes que tengo mas información de la que tu tienes de mi ¿O tengo que contarle de tu rutina para atraer a los viejos ricos de la ciudad a Mari?