- Muy bien compañeros, estamos a un día del día de las Tres Diosas, saben que para todos los miembros de la Madriguera, es una fiesta bastante importante, la gran mayoría cree en esta religión, pero también respetamos la religión de los demás. Dicho esto, vamos a encargarnos de mantener los salones lo mas lindos posible, la limpieza y el orden, vamos a colgar las decoraciones para embellecer el lugar y...
Ugh, no entendía por qué se hacían tanto drama por esto, entiendo que la jefa es creyente, pero el como el resto se emocionaba tanto por esto me molestaba un poco, solo era despilfarro.
Trataría de no faltarle el respeto a la gente aquí, después de todo, soy de las que se incorporaron que venían desde el Agujero del Conejo, una chica linda con piel trigueña, cabello negro liso y largo, atado en una cola de caballo. Lee y Lea se habían esforzado mucho para que yo pudiera trabajar aquí, así que no tenía que fallarles.
Al menos el jefe no estaba tan mal, Omar, lo vi durante la fiesta junto al chico de cabello rosa que falleció, se ve que eran amigos. Me parecía algo tonto al principio, pero desde que asumió el rol de líder de sector de limpieza, había demostrado que era un hombre responsable, aunque se ponía bastante nervioso cerca de los hombres en uniforme, quizá le atraían, o quizá no le gustaban... No estaba segura, pero lo mejor sería mantener la distancia un poco y no resaltar, mientras menos hable, menos oportunidad tendré de cagarla.
- ¡Sara! ¿Escuchaste tus ordenes para hoy?- Carajo, estaba mirando directamente hacia mí, me estaba hablando, y yo estaba tan absorta en mis pensamientos que me olvidé de prestarle atención.
- Yo... No señor, ¿Puede repetirlas?
- Quiero que me acompañes a buscar la decoración mientras que el resto continua limpiando, es bastante pesada y temo que no podré solo.
- Entiendo... Lo haré.- Carajo, justo cuando no quería llamar la atención, solo espero que no sea muy conversador.
Era raro, para mí, muchas de las personas por no decir todas, son solo siluetas, no puedo ver sus rostros, y sus palabras normalmente son vacías, y solo veo alguna que otra característica física que me ayude a identificarlos, pero con Omar era distinto, al menos su rostro era visible ¿Será que es porque es mi jefe? Recuerdo que con Lee y Lea me pasaba, pero eran tan iguales que me daba exactamente lo mismo cuál era cuál.
- Gracias Sara, eres muy amable.
- No es nada.- ¿Yo? ¿Amable? Solo lo estoy ayudando porque me pidió.
Comenzamos a caminar hasta el depósito que estaba en el subsuelo, cerca de la sala de máquinas. Él se empeñaba en mantener una conversación conmigo, o al menos lo intentaba, le iba a dar el gusto, pero si yo decía algo ofensivo o lo que sea, espero sepa que no es mi culpa.
- Entonces, Sarita ¿Por qué quisiste venir aquí? Al otro lado del mundo digo.
- La gente de donde yo vengo es aburrida, vacía, demasiado tradicional... Quise ver si este lugar traía algo distinto.
- ¿Y te lo dio?
- Aburrido no es, si cuentas que en las últimas dos decenas murió bastante gente... Y las personas aquí al menos son mas emotivas, tanto en lo bueno como en lo malo.
El suspiró un poco por mi comentario, pero siguió caminando, mierda, ya dije algo mal.
- Pues... Marilin no trajo mas que problemas desde que llegó, pero Kaz la apreciaba bastante, la entendía, y me ayudó a entender tanto de ella como de mí mismo. Lo voy a extrañar...
- Kaz era el hombre de cabello rosa. ¿Verdad? No alcancé a conocerlo bien.
- Pues, era buena persona, no creo que te hubiera desagradado, recibía a todos con los brazos abiertos. ¿Tu... Te sientes bien recibida?
ESTÁS LEYENDO
La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...