La tormenta se acabó, es el fin.

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Maldita sea, la fiesta había comenzado, y una enorme tormenta de nieve se avecinaba, si esto sucedía, yo no podría ayudar a Marilin fácilmente. No podía cambiar de posición, así que lo mejor que podía hacer era memorizar la posición del altar, y la posición que estaba tomando el hombre calvo con la mano monstruosa, a lo mejor era la que usaría para intentar sacrificar a Mari, debía estar atenta.

Estaba terminando de ajustar la mira mientras la nieve comenzó a caer. lo que estaba complicando un poco esta tarea. Agarré unos binoculares que traje y miré a la entrada del castillo, había humo saliendo... ¿Qué carajo estaba pasando?

Al ver mas detenidamente, pude vislumbrar el vehículo de Annie a unos veinte metros de la puerta, ella estaba haciendo círculos en la entrada con este, mientras que los guardias intentaban detenerla, pero eran golpeados por la potente invención de nuestra loca amiga.

- Annie ¿Qué carajo estas haciendo?- Traté de contactarla por la piedra de comunicación, pero solo escuchaba lo que debía ser el rechinar del caucho contra el suelo.

- Es hora del show, ratita, tenemos que ganarle tiempo a Mari pero ya, esta parte quizá no te la contó Ari pero... ¡El emperador caerá esta noche!

Esta loca me iba a hacer perder la cabeza algún día, no pude alcanzar a responderle que ella detuvo el vehículo, apuntando al portón, hizo patinar las ruedas nuevamente y avanzó a toda velocidad, destrozando el portón principal del castillo.

Puta madre, el show había empezado a la vez que la lluvia de meteoritos, lluvia que se vio eclipsada rápidamente por una nube de tormenta, y a los pocos segundos la nieve se hizo presente en el aire, mi visión estaba totalmente interrumpida. Me concentré en la capilla mientras que apuntaba con el rifle, el vidrio se estaba cubriendo con una ligera capa de nieve, pero si la pelea entre Mari, Ari, y los malos era tan intensa como esperaba, la derretirían al momento de disparar.

Pasaron unos minutos, no podía escuchar mas el vehículo de Annie por el cristal de comunicación, así que decidí hablarle para que me reportara la situación, esperaba que no estuviera muerta.

- Annie, responde. ¿Qué carajos ha pasado?

- Me tienen atrapada en un témpano de hielo, una dracónida le gano a mi pequeña bestia... Maldita sea, pensé que había hecho un mejor trabajo.

- Deja de hablar de tu vehículo. ¿Tú estás bien?

- Físicamente si, mi ego está lastimado. El pilar levantó mi vehículo del suelo y selló las puertas, no me pueden alcanzar de momento, pero tenemos problemas mas serios ahora. Capturaron a Ari y a Vix en hielo también, pero Ari hizo desaparecer a Vix, probablemente a la Madriguera.

- Carajo... Voy a tratar de contactarlos, por favor, no hagas que te maten.

- No lo haré, no estoy tan loca.

- Veremos...- Terminé la comunicación con ella, e intenté comunicarme con el despacho de Ari, con suerte me iba a atender alguien, alguno de los de limpieza, o una de las meseras que recogía las botellas vacías de Ari.

Intenté por varios minutos, pero nadie respondía, me estaba preocupando y congelando, no ayudaba que el abrigo se estuviera humedeciendo con la nieve. Cuando por fin me atendieron, escuché la única voz que no esperaría esta noche, de hecho, pensé que estaría en la fiesta.

- Madriguera de la Zorra, ¿En que puedo ayudar?

- Zoe, ¿Qué carajo haces ahí? ¿No deberías estar en el castillo?

- Decidí no estar en el epicentro del posible apocalipsis mientras no tengo mis poderes. ¿Cómo estas Lila?

- Deja de estar tan calmada... ¿Vix está contigo?

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora