Mientras que Vix, Annie y Ari empezaron a causar problemas, Penélope y yo empezamos a escabullirnos hacia la capilla, muchos de los guardias estaban corriendo hacia el salón principal, pero algunos pocos se quedaron defendiendo la entrada, incluidos algunas figuras encapuchadas. No había señal alguna de Vittorio o Francisca, y a este punto ya los deberíamos haber encontrado, más entre toda la conmoción.
Nos escondimos con Penny detrás de dos pilares, cerca de la ominosa puerta de la capilla, medía más de tres metros y estaba decorada con vidrio de colores. Penny se transformó en uno de los guardias que había en el salón principal, asegurándose de que no fuera de los que estaban hace un momento aquí.
- ¿Cuál es tu plan?
- Ahora que hay conmoción, le diré a los guardias que Ximena me envió para reforzar la seguridad en el santuario interior. Tú vas a tener que usar tu magia para engañarlos mentalmente y hacer el mismo truco que yo, si empiezan a sospechar, los noquearemos.
Me fijé bien, eran dos guardias armados con alabardas, con armadura completa de color dorado, no se les veía el rostro ya que el casco los cubría completamente. Al lado de estos, había dos figuras encapuchadas, un tapado que no dejaba ver nada de su cuerpo, por algún motivo, me parecían más peligrosos que los guardias armados.
- ¿Y los encapuchados qué? No creo que sean simplemente sectarios, si son del mismo grupo de los ocultos que tomaron el poder cuando yo era niña, son algo peligroso, pudieron con todo el ejército de mi padre y sus mejores hechiceros.- Le susurré a Penny mientras que los analicé más detenidamente, las figuras encapuchadas tenían en su cinturón una especie de esposas con runas talladas.
- Los encapuchados si son sectarios, pero además son anuladores de magia, te llegan a esposar y estás perdida.
- No me voy a acercar a ellos así sin más. Tenemos que encontrar una manera de engañarlos, si son anuladores de magia, serán inmunes a mis hechizos, o mínimo tendrán resistencia.
- Lo sé, estoy pensando... ¡Mira!
El enorme portón se abrió y otro encapuchado salió, uno con una mano enorme y monstruosa, el hombre era calvo y con manchas de vitíligo por todo el rostro, debía ser el líder, pues no veía a nadie más con ese tipo de cualidades, al menos en las manos. Había algo abultado del lado derecho de su túnica, pero no alcanzaba a distinguir qué.
El hombre les dijo algo que no alcancé a distinguir, y los encapuchados lo siguieron adentro de la capilla, al parecer algo importante había comenzado, esperaba que Paz estuviera bien.
- Muy bien, es ahora o nunca, Penélope, tengo fe de que con uno de esos guardias puedo.
- Yo puedo fácilmente con el otro, solo que no será bonito de ver.
Mientras discutíamos el plan, pude escuchar a Vix gritando desde el salón principal y luego su voz desapareció, algo le había sucedido.
- Carajo, tengo que ayudarla...- Cuando me estaba por ir, Penny me agarró del hombro y negó con la cabeza.
- Se arriesgaron para ganarte tiempo, no lo desperdicies, vamos.
Asentí a regañadientes y entonces me empecé a concentrar, para hacerle creer a los guardias que yo era una de ellos, el truco que aprendí con mamá de cambiar mi altura estaba siendo bastante útil ahora mismo, ya que estos guardias me sacaban un par de cabezas.
Nos acercamos a los guardias y nos detuvieron, cruzando las alabardas ante la gran puerta.
- Alto, tenemos ordenes de no dejar pasar a nadie.- Dijo el guardia de la derecha mientras que Penny se acercó a ellos un poco más.
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La Madriguera de la Zorra
FantastikMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...