Se acabó la diversión

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- Mari, que buen show diste, que Zoe gastara una de nuestras monedas para verlo, valió la pena, valió cada segundo.

- Ya, Desmona, me alegra que te gustara, aunque siendo honesta, no esperaba que ustedes me vieran.

- Y nosotras no esperábamos que te expusieras de esa manera cuando hay gente mala que te busca.- Mireya me respondió con reproche, aunque toda esta conversación ocurría en mi mente, pude sentir que su voz se quebró un poco, creo que le gustó.

- Ya, supuestamente no hay nadie importante hoy, y si fueron parte de la alucinación colectiva, se darán  cuenta de que mi rostro ni se vio. En fin, si algún día vuelvo a su reino con forma física, me aseguraré de que puedan probar un poco de lo que vieron hoy. Adiós chicas, sigan manteniendo el orden en Cor.- Pensé para ellas, y sentí que la conexión entre nosotras se había terminado, solo entonces decidí caminar hacia Lila y Annie, agarré una copa de agua que estaba en la mesa donde estaban sentadas y se la eché a Annie en la cara.

- ¡Oye!

- ¡Eso es por engañarme junto a Vix para hacerme desnudarme en público!- Intenté verme enojada, pero notaba que me estaba sonrojando, mientras que Lila solo se reía de la situación. Tomé asiento entre las dos en el gran sillón semicircular del cubículo, y ordené una cerveza para mí.- En fin... ¿Qué les pareció?

- Pues, verte causar una alucinación colectiva siempre es divertido. ¿Ese poder es nuevo?

- Creo que siempre pude, Lila, pero por primera vez puedo hacerlo sin miedo a que mi cuerpo se vaya a quemar... También me limitaba mucho por miedo, no sé que tan fuerte soy realmente, pero teniendo una fuente de magia ilimitada, creo que puedo imaginarme que tan lejos se puede llegar, solo no debo abusar, por las dudas.

- Mientras no nos mates, haz lo que quieras, habrá que ver cuanta ganancia generaste con tu pequeño truco, de seguro Zoe te dará un premio por ello, o quizá Vix convenza a Ari de que no te mate por exponerte así al público.- Annie dijo mientras continuaba bebiendo, una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.

- Cierto, mamá está aquí, debo verla luego, pero de momento, a embriagarnos y continuar viendo chicas y hombres encuerándose.- Trajeron mi cerveza en ese momento y comencé a beber, bebiendo todo el vaso de una sola vez.- ¡Otra!

Lila me besó profundamente y agarró su bebida para hacer lo mismo que yo, y luego Annie nos siguió el juego. Comenzamos a beber como locas, un vaso tras otro mientras veíamos los shows en el antro, Lila se subió a nuestra mesa y nos dio nuestro propio show privado, terminando ebria y desnuda sobre la mesa, se reía como tonta mientras Annie le hacía cosquillas en los pies y yo en las axilas.

Pasó al menos una hora, ahora Annie se encontraba desnuda y resultó que nos había mentido con lo de su periodo, era todo parte de la trampa para que viniera a desnudarme, así que la pusimos en cuatro en la mesa mientras Lila le metía el bastón de Annie por el culo, la tuvimos así un rato hasta que se disculpó, pero todo eran risas y buen ambiente entre las tres... Deseaba que Paz estuviera aquí, de seguro se habría divertido mucho con nosotras.

Otra media hora pasó, y estábamos vestidas nuevamente, ya perdí la cuenta de cuanto habíamos tomado, pero terminamos ordenando unos puros caros y los cargamos a la cuenta de Ari, empezamos a fumar un poco mientras seguíamos charlando, totalmente fuera de nuestros cabales.

- Y entonces... Zoe me mató con una poción, y volé por el cielo, y vimos a las diosas... Y uff... Me las quiero coger a las tres, sobre todo a Khalida, está rellenita y abrazable, aunque Mireya está bien fuerte y tiene apariencia de que me dejaría el culo doliendo...

- ¿Y Desmona?

- ¿Bromeas Annie? Desmona controla toda la magia del continente, estoy segura de que si intento coger con ella, probablemente lo haga de tantas formas distintas e imaginativas que perdería la cabeza... O sea, si quiero, pero primero quiero experimentar algo mas tranquilo antes, aunque no sé que tan tranquilo puede ser el sexo con una deidad, y por mis tetas espero que no sea nada tranquilo.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora