- Ella es Laura y yo soy Max, somos pareja y dirigimos a las zorras especializadas en BDSM.- Dijo el hombre mientras se sacaba la máscara de cuero y el collar, y Laura le alcanzaba un pantalón. El hombre que se veía ahora era alguien atractivo, cabello cano y laro hasta los hombros, sus ojos eran verdes.
- Si, si quieres aprender a ser dominante este es el lugar, la Matriarca nos contó sobre ti lo suficiente como para saber como empezar a enseñarte, pero queremos que te presentes ante nosotros y nos digas lo que has experimentado la última decena.- Laura añadió mientras besaba al que parecía ser su esposo, ambos tenían la quemadura de matrimonio en el dorso de su mano derecha.
- Bueno... Soy Marilin de Cor, ex princesa de Cor y sobreviviente a la toma de poder, he pasado los últimos nueve años encarcelada, con los guardias abusando de su poder y de mi cuerpo, y los últimos días han sido los más locos de mi vida, en el buen sentido. Me rescataron, me dieron trabajo, tuve mis primeras experiencias sexuales consensuadas y... Descubrí que quiero recuperar el control de mi vida, y también... El control en el sexo. Quiero que sea en mis terminos, quiero sentir que lo que yo deseo es importante, y descubrí que disfruto más causando placer a otros que recibiéndolo.- Dije mientras miraba a los ojos al hombre un poco y tragué saliva.
- Los dejaré sólos un rato, Marilin, cualquier cosa estaré en mi oficina.- Dijo la Matriarca y se retiró de la habitación, dejándome sola con ellos dos.
- Bueno, Mari ¿Cuál es tu orientación sexual?.- Preguntó la mujer y tomó asiento en una silla que parecía de sala de tortura, con cinturones para agarrar brazos y piernas.
- Bueno, en principio me gustan más las mujeres, de hecho hay tres chicas que me gustan mucho, pero no sé bien qué pensar de los hombres porque los últimos años solo hombres me han torturado, no quiero dejar que las malas experiencias arruinen mi visión de ellos, los que conocí aquí han sido muy amables conmigo y muy pacientes.
Max tomó asiento junto a Laura y le dió un suave beso.
- Entonces bicuriosa con inclinación a las mujeres, o quizá haya mas, lo iremos descubriendo. Lo que tienes que saber es que aqui siempre estaras en tus términos, o al menos en terminos medios, en algo que tú y tu sumiso estén de acuerdo.- Dijo Max y yo asentí.
- Creo que lo entiendo... ¿Cómo se supone serán las clases? La Matriarca me dijo los días que nos veríamos pero, no imagino como puedo aprender... Esto.- Dije mientras me acercaba a lo que parecía ser una "X" enorme con cinturones para sostener a la gente.
- Bueno, el mejor maestro es la experiencia, practicaras con nosotros las siguientes dos decenas, y en la tercera practicaras con alguien a quien tu elijas.- Max me explicó y me sonrojé un poco, por supuesto que tendría que aprender con la práctica y la idea no me molestaba, ambos aunque maduros, eran bastante atractivos.- ¿Tienes alguna duda Marilin?
Lo pensé por un momento y suspiré, tenía que asegurarme que no me iba a paralizar si se desnudaban frente a mi ambos, sobre todo el hombre, así que mejor me aseguraba hoy y ahora.
- Bueno... Espero no sea algo raro de pedir, pero tengo que asegurarme de que verlos no me paralizará del miedo ¿Pueden... Acercarse y desnudarse frente a mí? P-por favor.- Dije muy tímida mientras que tomaba asiento. Ellos dos se miraron y sonrieron un poco, acercándose a mí.
- Está bien, pero tenemos una condición.- Dijo el hombre y la mujer continuó.
- Tendrás que quitarnos la ropa tú misma.
Me sonrojé mucho y miré a ambos muy avergonzada. Levanté mis manos algo temblorosa, no esperaba que me hicieran quitarles la ropa yo misma.
- Yo... ¿Por qué yo?
- Quieres que sea en tus terminos, nada está mas en tus terminos que el que tú controles cuanta ropa tenemos puesta.- Laura dijo y se acercó un poco mas, acariciando mi mejilla.- Está bien si no quieres, pero queremos ayudarte a ganar confianza y creemos que este sería un buen comienzo.
Asentí tímidamente y comence por desvestir a la mujer, cosa que no me llevó demasiado tiempo ya que con simplemente bajar la cremallera de la espalda de su traje de latex, ella ya estaba desnuda, firmes pechos, abdomen plano, la entrepierna afeitada y perfectos gluteos. Tragué saliva para evitar babearle encima por la hermosa vista que tenía, luego suspiré profundamente y me acerqué al hombre.
Lo miré a los ojos un momento y recorrí su torso ya desnudo con la mirada, pectorales y abdominales marcados, tenía bastantes cicatrices de cortes sanadas hace probablemente años, y llegué hasta su entrepierna. Suspiré y lentamente bajé sus pantalones, su miembro duro quedando al descubierto, tenía un buen tamaño, y lo mas importante, no me estaba dando miedo ya que yo estaba en control, esto ocurría porque yo lo causaba y ellos accedieron.
- Bueno, no entró en pánico, así que creo que es una victoria.- Laura dijo y el asintió.- Creo que sí, además parece que le gustamos, eso hará las clases mas fáciles para los tres.
- O-oigan, son atractivos, que yo me ponga nerviosa es otra cosa... ¿Puedo... Tocar un poco?- Me sonrojé un poco mientras que mi mano se apoyaba lentamente en las nalgas de la chica y ellos simplemente se dieron un beso.- Me parece que se está confiando demasiado... Me gusta.- Laura comenzó a besar el cuello de su esposo mientras yo llevaba mi mano lentamente a su vagina y soltó un leve gemido, me confié lo suficiente para meter mis dedos poco a poco en su interior. Miré al hombre y este empezó a besar a su esposa profundamente, no pude evitar mirar su miembro algo tentada, y mi mano se posó sobre el, agarrandolo suavemente y empezando a masturbarlo mientras ellos se seguían besando y gimiendo.
Estaba demasiado excitada y no pude evitar acercarme a Laura y comenzar a chupar uno de sus pechos, y pude notar que probablemente tuvo un embarazo reciente, ya que este estaba liberando un poco de leche mientras los seguía manoseando con mas intensidad. Las sensaciones eran demasiado fuertes y no podía evitar calentarme mas mientras sus entrepiernas se acercaban mas y yo casi quedaba al medio. Casi sucumbo a la idea de desnudarme yo, pero escuché que sonó la campana de cambio de turno y ellos se alejaron naturalmente, como si nada se quitaron mis manos de encima, y comenzaron a vestirse mientras yo me quedaba atontada, con un calor en las piernas que no se me quitaba.
- Bien, ganó confianza, pero falló la parte de diciplina.- Dijo Max mientras se terminaba de vestir, esta vez con ropa de trabajo normal.
- Sí, tiene mucho que aprender, por suerte tiene a los mejores maestros.- Laura contestó y luego se dirigió a mí.- Marilin, nos vemos en el horario establecido, no faltes.
- P-pero... ¿Van a dejarme así?
- Si, tocaste sin que te dejaramos hacerlo, solo asumiste que te dejamos, necesitas aprender a controlar tus impulsos y liberarlos en el momento adecuado.- Max me sonrió picaramente y ambos estaban caminando hacia la puerta.
- Y... ¿Y a donde van?
- A la maternidad, tenemos que buscar a nuestro hijo, ahora si nos disculpas, chao.- Laura dijo y me guiñó un ojo, cerrando la puerta y dejandome sola, yo desplomandome en el asiento que ella ocupaba hace un rato.
- No puedo creerlo... Yo causé eso, lo hice por mi cuenta... Y pagué el precio por pasarme de confianza y ahora estoy caliente, no es justo.- Reí un poco en mi frustración, depués de todo, lo tenía merecido.
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...