La investigación

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- Ngh... Se supone que cambias de forma tus genitales a voluntad. ¿No podías hacer tu verga un poco mas chica?

- ¿Y-Y como voy a decir que me cogí al lider de los asesinos con mi pitote si no uso mi pitote? Mentir está mal.

Y aquí estaba, cogiéndome nuevamente al lider de los asesinos, a mi amorcito Ángel, me había prometido una cita luego de su reunión con mi jefa, pero no esperaba que la cita empezara con sexo. No voy a mentir, no me podía quejar, cogermelo de tal manera me hacía sentir único, sobre todo porque sabía que un líder gremial no coge simplemente con cualquier persona.

Lo tenía en mi cuarto, en cuatro, mientras jalaba de los rulos de su cabello, escuchar como gemía era como escuchar el cielo.

- Entonces... ¿Le hablaste?

- ¿A quién?

- Al cadáver.

- Ah si... Ngh... Fue bastante productivo, por eso me quedé... ¿Tu qué hiciste mientras me esperabas, lindura?

- Pues... Me puse ropa bonita.

- Tarea inútil, siendo que lo primero que hicimos fue coger, pero es un lindo gesto... Ah... M-Mas fuerte...

- Ngh, cállate...- Empujé su cara contra la almohada y empecé a cogerlo con mas fuerza, yendo lo mas profundo posible antes de empezar a correrme dentro de él.

Luego de que acabamos, nos quedamos un rato recostados, hasta que él se empezó a vestir.

- ¿Eh? ¿Ya te vas?

- Tengo trabajo que hacer aquí, pero quiero que me acompañes, será divertido.- Me estaba pidiendo que lo acompañara a investigar un asesinato, estaba emocionado, solo esperaba no ser una carga.

Me vestí y lo acompañé a la.puerta, ambos bajamos hasta el lobby, la escena del crimen, mientras que el hablaba...

- Es un día nublado de invierno, las nubes son adecuadas debido al humor general de la morada, nubes negras, de lluvia, o quizá nieve, aun no se deciden, al igual que el asesino no se decide por su siguiente víctima...

- Ángel ¿Qué estas haciendo?

- Mi amante me preguntaba por mis extrañas acciones, las cuales se que estaban fuera de lugar, pero Damián debía saberlo, debía entenderlo, que narrar como novela policial me ayudaba a pensar.

Me detuve un segundo para asimilar lo que había escuchado, solo para dejar que él siguiera jugando su juego.

- Mientras salíamos de la mansión, me llevé a la boca un caramelo y empecé a buscar alrededor, a mirar a la escena donde la cabeza del empleado había sido dispuesta. Pobre bastardo, utilizado como señal para causar miedo, ni siquiera él era el fin, si no un medio para uno mas grande y oscuro... Pero ningún jugador del tablero es perfecto, pues siempre hay alguien capaz de averiguar cuál será su siguiente jugada.- Él entonces se agachó cerca del lugar donde pusieron la lanza y la cabeza, por suerte, no muchas personas habían pisado el lugar.- El jugador se cree astuto en su intento de venganza, intentó camuflar sus marcas en la tierra, pero hay cosas que no puedes encubrir, pisadas hay diversas, los rastros son difusos, pero los olores, los olores son únicos, como el olor a podredumbre del alma, el olor a corazón marchito, pero mas importante, el olor a mierda de caballo mezclada con sangre humana, que ha dejado un rastro único hasta los establos.

Era verdad, había cierto olor en el aire, y sabía que ningun caballo había estado cerca de la entrada durante la investigación, la Matriarca pidio que caminaran desde la entrada de la estancia.

El empezó a caminar en dirección a los establos, y yo lo seguía por detrás mientras el caminaba, no tenía prisa en su andar, parecía haber encontrado algo serio. Vi el cielo una vez mas mientras seguíamos caminando, la nieve había empezado a caer.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora