Un paseo por el campo

95 17 21
                                    

No sabía si invitar a Lila a pasear conmigo luego de lo que pasó fuera buena idea, pero a ella se la veía contenta, motivada, y empezaba a creerle mas lo que me dijo sobre que el exceso de poción en la ropa fué un accidente.

- Creo que fuiste muy cruel con Lila cuando habló sobre los clientes.- Le dije a Vix mientras le ayudaba a contar el dinero que quedó luego del turno de hoy, ella simplemente suspiró y terminó con su bolsa.

- Puede ser, pero este es un trabajo competitivo, y aveces algunas chicas consiguen maa clientes que otras. No puedo andar haciendo favoritismos porque si no las quejas empiezan a llegar, y si empiezo a ser comprensiva y suave con cada una de ellas, es tiempo que no se trabaja, y el tiempo es dinero.

- Sonaste mas a jefa estricta ahora que lo dices asi, se que es un trabajo duro, aún recordando el tema de Serena.

- Solía preocuparme individualmente por cada una de las zorras, para mi son como hermanas, mas que solo compañeras de trabajo, pero si te preocupas mucho esos problemas se acaban volviendo personales, sus inquietudes se vuelven tuyas y... Si les pasa algo, manejas un estrés que a la larga te mata, te sientes culpable de su malestar por no poder haber ayudado, y es algo que en este puesto, una no se puede permitir.- En sus ojos había cierta tristeza, algo había pasado al respecto pero no iba a preguntar qué. Me acerqué y la abracé suavemente, y ella respondió el abrazo.

- Pasé nueve años sin que nadie escuchara mis problemas, sin que a nadie le interesara, y si bien es cierto que libera de mucha carga al resto, la gente a veces solo quiere ser escuchada. S-se que aún no nos conocemos tanto, y que soy un desastre inseguro y tímido, pero eres mi compañera de trabajo y quiero que seamos amigas, tu bienestar es importante también.- Respondí a lo que ella asintió y se separó del abrazo un poco.

- En este caso, si somos amigas... Ven a la habitación 429, cuarto piso, es mi cuarto y nos juntaremos esta noche a beber con mis amigas y a divertirnos, te prometo que mantendremos lo sexual a raya por lo que me contaste que sucedió estos días. De paso, podremos conocernos fuera de lo laboral.- Ella sonrió un poquito y yo asentí.

- De acuerdo, nos vemos luego de la cena entonces, ahora iré con Lila, no quiero plantarla.

- Mucha suerte, y haz lo que dijimos, se lo merece y en secreto le gusta.

Me sonrojé con lo último y asentí, retirándome del cuarto mientras iba al mio a cambiarme en algo más cómodo para mi cita, un vestido color crema con tiras finas y zapatillas blancas, también llevaba un pequeño paraguas, luego tomé una pequeña botella que me dió Vix y comencé a ir hasta la entrada principal, donde Lila me esperaba luciendo un vestido de verano... Lila, y su cabello recogido en una coleta.

Me acerqué a ella, quien llevaba una pequeña canasta, y lo primero que ella vió fue el paraguas.

- Mari, te ves hermosa pero... Esta soleado.- Reí un poco y caminé con ella afuera, abriendo el paraguas y bloqueando el sol.

- S-soy albina Lila, si no tengo esto me quemo por el sol, mi piel es demasiado sensible.- Sonreí y dije, sin poder evitar tartamudear un poco, estaba algo nerviosa ya que era la primera cita en mi vida, no había salido con nadie románticamente por iniciativa propia jamás.

- Cierto, soy idiota, eres la primera persona albina que conozco.- Ella sonrió un poco y luego se puso bajo el paraguas conmigo.- Dado a que no conoces el lugar por fuera mucho, esperaba poder llevarte a un lugar lindo luego de pasear para poder merendar.

- Muy bien, adelante, yo te sigo.- Una vez dicho eso, comenzamos a caminar siguiendo el sendero entre los sembradíos. Ella parecía nerviosa en sí y eso en parte me agradaba, porque a diferencia de la confianza e falta de vergüenza que mostraba en público, ahora se veía como de verdad le importase lo que fuese a suceder.- Cuéntame ¿Qué tal el trabajo? ¿Te trataron bien los clientes?

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora