Intervención Divina

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- Khalida ¿Qué carajos? ¿Enviaste algo a Spes a nuestras espaldas?- Mireya me gritaba mientras veía como cerraba el portal, ay, ya me sentía mal.

- Son solo galletas...

- ¡Tenemos reglas sobre interferir en el planeta! Algo de que podemos hacerlo diez veces al año. Y tu gastas una en Galletas.- Mireya procedió a golpearme en la nuca con la mano, luego se cruzó de brazos mientras yo miraba abajo, juntando los dedos en vergüenza.

- Lo lamento, es que...

- ¿Es que qué? ¿Qué excusa tienes para mandar galletas al planeta y gastar una de nuestras interferencias anuales?

Entonces le mostré la ventana con la que veía actividades en el planeta, y le mostré que ahora Ariadna estaba feliz, podía sentir como su esperanza en nosotras se había restaurado y se hacía mas fuerte. Honestamente, que creyera o no, no nos afectaba en lo absoluto, pero a mí en lo personal, me gustaba pensar que en Spes representábamos algo bueno y traíamos esperanza a la espiritualidad de la gente.

- Ella... Bueno, estaba perdiendo la fe en nosotras y...

- Cientos de persona ganan y pierden la fe en nosotras a diario.

- Pero es la madrastra del Ente Divino...

- La Ente Divino a la que le pedimos específicamente que no dijera nada sobre nuestra reunión, le contó a su novia, a su madre, y a la novia de su madre...

- Lo hizo para no causar problemas en el futuro, entiendo que prefiriera ser honesta. La cuestión es que... Bueno, ya que sabemos quién es el Ente Divino, me puse a investigar sobre la gente a su alrededor. Almendra Ariadna Crepito es el nombre completo de su madrastra, la supuesta reina asesina, fiel devota de los Hijos de la Luz, llegó al cargo de madre superiora...

- ¿Y aún así le ayudaste, sabiendo que era de las personas que ayudó a que se divulgaran mentiras sobre nosotras?

- Bueno, creció engañada por la iglesia, a medida que empezó a construir el prostíbulo y su nueva identidad, empezó a separarse más de la iglesia y...

- Sigue sin justificar que...

- ¡Me dio pena! ¿Si? Es la madrastra de algo que traerá destrucción al mundo y está haciendo todo lo posible para ayudarla, simplemente quería levantarle el ánimo, porque pasó mas de dos vidas humanas creyendo en nosotras, y nunca le hemos dado una señal...

A ese punto ya me estaba por largar a llorar, odiaba que me regañara así, Mireya suspiró y me dio un abrazo, acariciando mi espalda suavemente.

- Siempre fuiste la mas compasiva de las tres, lamento haberte gritado... Solo que esas intervenciones son un recurso limitado, y con el envío de las galletas, solo nos queda una.

Nos encontrábamos en mi torre del castillo, en la cima, donde yo tenía mis ventanas a Spes y contemplaba lo hermoso de la vida en el planeta, Mireya tenía razón en algo, siempre fui la que fue mas permisiva con los humanos, mientras que ella siempre ha sido la que los juzga y la que era mas firme, está en la naturaleza de nuestros trabajos al fin y al cabo.

- Lo sé... Igual el año termina dentro de veinticinco días, quizá podemos permitirnos...

- ¡No! Sabes bien que ese dia usamos las intervenciones que nos quedan para...

- Para cumplir el deseo mas puro que encontremos durante la lluvia de estrellas.- Desmona interrumpió, mientras entraba por la puerta, y... Solo usaba una bata, como siempre, andaba casi desnuda.- ¿Qué sucedió?

- Khalida usó la novena intervención para enviarle galletas a Marilin y a su madrastra.- Mireya me delató y yo suspiré avergonzada.

- Oh... Que bueno, de seguro las van a disfrutar, no tiene nada de malo.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora