Estábamos ayudando a Paz con las maletas que trajo, su habitación estaba al lado de la de Lila, así que ella se tomó la libertad de traer algo de alcohol para pasar la noche con la nueva empleada. Paz trajo unas cinco maletas, dos de ellas con ropa, una llena de cuerda de distintos grosores y largos, una de ellas con efectos personales y otra con juguetes... Tenía muchos juguetes sexuales y Lila estaba explorando demasiado esa maleta, tenía miedo de que ella tuviera demasiadas ideas y quisiera probarlas conmigo, aunque también estaba interesada en algunos yo misma... Varios pensamientos intrusivos venían a mi mente, quizá hasta quería ver a Paz probarlos.
Mientras ordenábamos las cosas escuchamos como alguien tocó la puerta y fui a abrir. Vix estaba en la puerta con una botella de poción en la mano, el maletín de bienvenida para las zorras en la otra y sonrió.
- Mari, Lila, Paz, que bueno verlas aquí, quería hablar con todas ustedes sobre cosas distintas. Primero que nada, Marilin, aquí están tus ganancias de la apuesta, una botella entera de poción de forma onírica, ten en cuenta que beberla toda de golpe hará que el efecto se extienda por un día entero, así que si piensas usarla, procura que sea fin de decena.
- Oh, muchas gracias Vix, le daré un buen uso.
Tomé la botella y asentí, acercándome a Vix y dándole un pequeño beso, mientras miraba a Lila y sonreía algo pícara... Quizá quería provocarle celos, y Vix notó mi intención así que continuó el beso y lo hizo algo mas lascivo. Lila se puso roja, ella simplemente tomó a Paz y la besó de la nada mientras me levantaba el dedo medio, Paz abriendo los ojos de par en par pero tampoco negándose. Vix me soltó y me guiñó el ojo, mientras que se acercaba a Paz y le dio el maletín.
- Para ti, cosita bonita, tengo tu paquete de bienvenida a la Madriguera. Contiene un par de juguetes aunque... Creo que no te hacen falta, a juzgar por tu colección. Y aparte tiene el plug anal mágico, un diseño original de la Matriarca, sirve como protección mágica básica y como joya de regreso a la Madriguera, bienvenida.- Vix le dio su maletín a Paz y ella hizo una pequeña reverencia en agradecimiento.
- M-Muchas gracias, lo aprecio muchísimo. Me gustan tus ojos por cierto, y-ya entiendo el por qué eres recepcionista.
- Ari me contó un poco de ti Paz, espero poder trabajar contigo pronto, aunque me dijeron que van a jugar juntos con Marilin en el trabajo... Será interesante verlas.
Ella entonces se acercó a Lila y la abrazó con fuerza, susurrándole algo al oído que por suerte pude oir al estar cerca de ambas.
- ¿EH? Me gusta el abrazo pero...- Lila estaba algo confundida pero le devolvió el abrazo.
- Lamento mucho lo que has pasado, estoy aquí para ti lindura.
- Gracias Vix... Agradezco tu preocupación, en serio.
- Además quería decirte que la decena que viene están disponibles tus vacaciones, así que espero ahorraras algo de dinero porque tu y yo iremos de compras estos días.
- Con todo el drama me había olvidado por completo de las vacaciones, gracias. ¿Quieres quedarte con nosotras? Vamos a desvelarnos con Paz un poco.- Lila le ofreció pero ella negó con la cabeza.
- Lamentablemente ya tengo planes hoy, pero gracias.
- De seguro vas a ir a coger con...
- ¡Cállate Mari!
- Vas a ir con...
- ¡Que te calles!- La podía ver sonrojarse mucho, casi arma un escándalo mientras yo me reía mucho, Lila y Paz no entendían nada, y si mantendría el secreto, pero iba a molestarla un poquito respecto a ello, después de todo se va con mi mamá.
Vix se retiró del cuarto rápidamente y Lila me miró un poco antes de besarme.
- ¿Si me dirás con quien se acuesta?
- Puede ser, primero sirve algo de la hidromiel que trajiste, porque necesitarás alcohol para aguantar la noticia.
- Uhm... Chicas, hace mucho calor aquí...- Paz dijo mientras se apretaba la entrepierna, miré a Lila y suspiré un poco.
- Te olvidaste de que traías tu labial ¿Verdad?
- Carajo, no otra vez... Paz lo siento. Puede que tuviera afrodisíaco en los labios y te besé con eso puesto por accidente.
Empecé a sentir calor yo también, y recordé que no traía mi máscara. Fui descuidada, pero con Lila sabía que nada malo iba a pasar, pero las cosas quizá se salieran de control.
- N-No aprendiste de tu error cuando yo llegué ¿O si?
- Perdona Mari...
- No te disculpes, arréglalo, y empieza por Paz.- Dije y sonreí un poco mientras Paz daba un par de pasos atrás y se sentaba en la cama, Lila se acercó a ella un poco y sonrió, bajándose el cierre del vestido y dejándolo en el piso, revelando que abajo tenia un corsé morado ajustado y una tanga negra.
- E-Espera Lila, antes de que sigas... Uhm, yo soy algo tímida, y...
- ¿Piensas que no ví tu miembro? Lo noté desde el primer vistazo que te dí, por eso me puse así allá arriba. ¿Alguna otra cosita por la que deba detenerme o... Podemos empezar a jugar?
- Yo... No ninguna, solo una cosa chiquita.- Ella entonces levantó la falda de su vestido, y nos mostró que bajo sus bragas había una jaula de castidad, y el candado que tenía era de combinación de cuatro números.- S-Si vamos a jugar, quiero que nos tomemos algo de tiempo, que sea divertido y no solo acostarnos...
- Mari, definitivamente esta chica esta provocando que saque mi lado de ladrona y que descifre la combinación... Me agrada, definitivamente voy a abrir esa botella que traje.- Ella sonrió con picardía mientras iba a buscar algunas copas. Yo me senté junto a Paz y besé su mejilla y acaricié sus muslos suavemente.
- ¿A que te gustaría jugar antes de que nos pongamos a... Jugar contigo?- Pregunté algo curiosa, estaba demasiado caliente e intrigada como para dejar pasar esta oportunidad.
- Si revisan la maleta de mis cosas personales, verán un juego de naipes y algunas fichas. Pensaba que podíamos jugar juntas, y apostar... Ropa, yo solo traigo el vestido, así que apostaría también los números de la combinación.
La idea me interesaba muchísimo, fui a buscar en la maleta y efectivamente encontré el juego de naipes que decía. Tomé las cartas y me acerqué de vuelta a Paz, ella estaba preparando una mesita para jugar, mientras que Lila volvió y puso las copas sobre la mesa, sirviendo la bebida para todas y ella empezó a beber un poco desde el principio.
- Uhhh, naipes ¿A que jugamos Paz?- Dijo Lila mientras se sentaba al rededor de la mesita.
- Es simple, es un mazo de piedra, papel y tijeras, el mazo tiene treinta y tres cartas y se reparten todo el mazo en partes iguales, apostaremos una ficha que representa una de nuestras prendas. El juego consiste en que una de nosotras baja una carta, y la siguiente tiene que derrotarla con una de su mano, y así la siguiente hasta que nos quedemos sin cartas o sin posibilidades de mover, la que se quede con más cartas pierde, y la ficha que apostó se descarta... Nos tenemos que quitar la prenda que hayamos apostado.
- Oh, es un juego bastante simple entonces y dependemos del azar totalmente. Me gusta, no hay manera de hacer trampa.- Dije mientras tomaba un trago de mi copa y Paz asintió, tomando el mazo y empezando a mezclar, y tenía que admitir que ahora entendía por qué eligió algo donde no se pudiera hacer trampa. Ella estaba barajando como una profesional, hacia juegos con las manos que nos tenían a Lila y a mi algo despistadas. Paz empezó a repartir luego de mezclar por dos minutos, y en cuanto levanté las cartas, me di cuenta de que tenía todas mis cartas del mismo tipo, todas eran de papel.
- ¡Hey! ¿Qué es esto? Me tocó todo piedra...- Lila se quejó y entonces Paz sonrió fingiendo inocencia.
- Ustedes me vieron mezclar y repartir, no pueden decir que hice nada malo... Y el que reparte empieza. Apuesto mi vestido, que empiece el juego.- Ella dijo mientras bajó su carta de tijeras.
Paz, bajo esa inocencia era una embaucadora, con todas las cartas iguales, significaría que siempre que ella repartiera, yo perdería por descarte. Y que cada vez que nosotras repartiéramos habría posibilidad de que ella gane... Una de nosotras terminaría desnuda, y probablemente no sería ella.
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...