¿Dónde estoy? Recuerdo que iba a ver a Lila luego de nuestra cena romántica, aún tengo la barriga llena, no puede haber pasado mucho tiempo. No siento dolor, no he sido golpeada, pero no puedo moverme en lo absoluto.
...
Olor a humedad... Oscuridad. No puedo abrir los ojos. Una helada brisa recorre mi cuerpo desde mis pies, estoy descalza, el piso es de madera irregular, húmedo... Tengo miedo, estoy atrapada de vuelta, tal vez quiere entregarme al imperio o peor. Tengo que salir de aquí como sea.
Estoy... En una silla, mis manos atadas en los apoyabrazos de la misma, mis pies atados contra las patas de la silla... La soga no es tan fuerte, es hilo sisal, quizá pueda irlo desgastando con la uña de mi pulgar, si...
Pude escuchar pasos, estaban dentro de donde fuera que estuviéramos, el secuestrador se había detenido aquí, quizá para descansar, quizá para matarme, quizá para despistar a quien me buscase.
- Maldita sea, esas chicas dijeron que iban a estarme esperando aquí para esta hora, tanto querían torturarte y se dejaron atrapar seguro. Tendría que haberte matado directamente, pero el cliente quería su venganza personal.- Una voz masculina, olor a pelaje mojado pero no tanto, quizá se lavó las manos, quizá es un híbrido.
- ¿P-Por qué me has secuestrado? Sabes quién soy ¿Verdad?... Mi mamá me debe estar buscando ahora mismo.- Dije a modo de amenaza, mientras con las uñas de mis dedos empezaba a frotar el hilo que me estaba atando, esperaba no quedarme sin uña para cuando pudiera cortarlo.
- ¿Tu madre? De verdad debes creerme estúpido, tu madre esta muerta, murió hace una década, no hay vestigios del reino anterior y nadie vendrá a buscarte.
- ¿C-Cómo? Seguro que tu jefe no te contó nada entonces... ¿Has aceptado una misión sin información de tu objetivo?
- El cliente pagó bien y quería que fuera hoy, no hubo mas tiempo de recabar información. ¿A quién le importa quien seas, princesita? No hay más gente leal al antiguo reino hace años, no intentes ganar tiempo con tu estúpida charla, no servirá de nada. Les daré a las muchachas media hora para aparecer y cumplir el trato, y si no vienen, te mataré aquí, nadie jamás encontrará tus restos.
Tragué saliva mientras que seguía tratando de cortar el hilo, el hombre daba vueltas de un lado al otro, podía escuchar sus pasos por toda la habitación.
- Si me matas, lo único que harás es que mamá y mis amigas te cacen por el resto de tu vida... ¿V-Vas a arriesgarte de ese modo por unas pocas medallas? Tu jefe de seguro estaría decepcionado.
- ¡Mi jefe es un idiota! No tiene visión, no es creativo, se la pasa hablando de mí como si fuera su mascota... Ángel va a morir después de ti, no voy a estar bajo su sombra más después de esto.
Ahora entendí quien era mi captor, recuerdo haberlo visto cuando el líder del gremio entró por la puerta de la mansión, era el hombre perro, rubio... Cuando mamá me los presentó, él habló con mucho orgullo de...
- Goldie... Tu jefe te llamó así mientras hablaba orgulloso de su mejor asesino, en una reunión con mi madre.- Traté de ganar mas tiempo con la conversación, el hilo en mi mano derecha se estaba cortando un poco, pero sentía que mi uña ya casi se acababa. Se me acababan las opciones y no lo tenía cerca como para inducirlo a una ilusión.
- ¿Y tú de donde lo conoces? No sabes nada... Solo eres una prisionera que se volvió prostituta para seguir viviendo.
- P-Pues, si hubieras esperado hasta después de la reunión... Sabrías que la Matriarca me adoptó como su hija...
Él se detuvo, dejó de caminar en circulos, en vez de eso, pude escuchar que tomó algo de la mesa y se acercó rápidamente a mí, clavándome un cuchillo en el hombro derecho, haciéndome gritar con fuerza y forzándome a soltar un par de lágrimas.
- Eso es mentira, la Matriarca no tiene hijas y no adoptaría una de la nada... Solo estas intentando asustarme, eso no va a pasar, te daré diez minutos antes de que acabe con tu vida, después de diez años sufriendo en prisión, esto seguro será liberador.
El dolor era insoportable, y él hablando de mi vida sin saber lo era aún mas... Tenía mucho por qué vivir ahora mismo, sus palabras no iban a hacerme daño, no sabía de hecho por qué estaba hablando conmigo, se supone que es un asesino profesional. Tuve una idea arriesgada y empecé a canalizar mi energía mágica hacia el cuchillo, probablemente él lo tomaría para matarme, y en el momento que lo hiciera, planeaba intentar escapar.
La uña del pulgar ya no cortaba en lo absoluto, entre el dolor y las quejas del frustrado asesino intenté continuar con mi dedo indice, mientras que en el cuchillo transmitía todo lo que estaba sintiendo en este momento. Tenía miedo de morir, de que lo poco bueno que me quedaba en la vida no significara nada, de que las amistades que había hecho en las últimas decenas se perdieran en el olvido, tenía miedo de que si no me mataba, me entregaría al Imperio por unas cuantas medallas... Tenía mucho miedo, pero al mismo tiempo, no podía dejar de luchar por ello, no podía rendirme y que mi vida terminara aquí.
Pasaban los minutos, sentía que mi cuerpo estaba poniéndose mas frío por la pérdida de sangre, pero yo seguía concentrando magia en el cuchillo, lo que hacía que mi vientre y pecho se sintieran como si me estuviera por incendiar. Luego de dos uñas gastadas y mucho dolor, sentí que mis ataduras se aflojaban, pero también sabía que el tiempo se me agotaba, aún no podía ver nada por la venda en mi cabeza, y el hombre se seguía paseando nerviosamente por el lugar, parecía que sus clientas no iban a llegar después de todo, seguro mamá las había atrapado.
Había logrado cortar la soga, pero decidí no hacerlo evidente, si me descubría ahora iba a ser mi fin, él se acercó y me quitó la venda, pude confirmar que era el chico que estaba junto al lider de los asesinos. En cuanto tomó el cuchillo, pude ver que sus ojos se llenaban de terror y lágrimas, pero los míos también al estar el cuchillo aún unido a mí.
- ¿Q-Qué está pasando conmigo? ¿Qué me estás haciendo?
Mientras el moría del miedo, yo que ya estaba así de asustada no sentía mucha diferencia, desaté el nudo de mi mano derecha y sostuve la mano que agarraba el cuchillo con la poca fuerza que me quedaba, haciéndole sentir también la puñalada en mi hombro, el hombre doblándose del dolor, poniéndose de rodillas mientras apartaba la mano con miedo.
- P-Ponerte en el lugar de otro, enseñarte que es lo que siente alguien indefenso...- Tomé el mango del cuchillo qué él había soltado y lo saqué de mi hombro, quejándome del dolor en el proceso y utilizando el cuchillo para cortar las cuerdas que me ataban, pudiendo liberarme mientras que el hombre recuperaba la compostura.
Pude ver la cabaña con mas detenimiento, el se encontraba justo frente a la salida, no sabía que hacer, en el momento que él se recuperara estaría muerta.
Tomé el cuchillo con ambas manos y lo sostuve frente a mí ¿Qué se supone que iba a hacer? Él era mas fuerte, mas grande que yo, sabía pelear probablemente... En cambio yo era una novata, estaba herida, mi magia se limitaba al contacto física y cualquier sensación que causara se me reflejaba, no veía escenario donde saliera viva si no hacía algo ahora. Tenía el cuchillo ensangrentado en mis manos y él aún se estaba recuperando del dolor que le causé, era ahora o nunca.
- Ahg... Maldita zorra ¿Qué me hiciste? Voy a matarte, voy a--
Me había apurado en acercarme a él y con toda la fuerza que me quedaba, le clavé el cuchillo en el pecho. Él se quejó del dolor pero se levantó y se quitó el cuchillo a duras penas... Seguía vivo, y ahora estaba perdida.
- ¡Ayuda! ¡Auxilio!- Traté de gritar por si alguien podía oírme, pero era inútil, el asesino se acercaba a mí y no podía hacer mucho más.
Mamá, tengo miedo... Ven rápido.
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...