Zorras y Ratas

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- Y dime Lila ¿Quién es la nueva de la recepción? La chica es bonita, pero se me hace familiar.

- No es nadie Paolo, o debería decir Blair, solo una debilucha que se cree mucho. Estoy enojada contigo y lo sabes, me dijiste que no habría nadie en esa franja horaria en la boveda, y el maldito guardia entró segundos después de que yo me metí. Casi parece que alguien me hubiera vendido.

Una hora sin ser cogida hasta el cansancio podría sonar a descanso, pero no para mí. Blair sin duda era un grano en el culo, pero era de los pocos amigos auténticos que tenía en mi vida antes de ser Zorra. Él era de los ladrones más talentosos de la ciudad, y mi antiguo compañero del Nido de Ratas, el gremio de ladrones de Cor.

Nos encontrábamos en mi cuarto de trabajo, yo sentada en la cama y el apoyado contra la mesita de noche, ambos vestidos mientras tomábamos un poco de agua.

- Oye oye oye, no puedes acusarme de esto, sabes bien que la mitad de la información que comparto es sabida por todo el gremio, probablemente hayan tenido alguna Rata en el lugar y que te reconocieran, no eres muy discreta desde que eres Zorra, te has vuelto descuidada.

- Descuidada para una Rata quiza, pero entre las Zorras soy de las mejores, sería incluso mejor si aún tuviera mi olfato.- El dolor de ese día aún persistía cada que trataba de recordar, de oler, de saborear la comida.

- Te dije de ir con Plaga, el podría arreglar...

- ¡Plaga no puede, ya vino aquí al igual que tú! Nadie puede arreglar esto, y tampoco es que alguien del gremio quiera hacerlo. Nadie quiere creerme y tampoco quieren darme oportunidad de probarlo, ni siquiera te permitieron traerme bajo tu custodia para que dé mi versión. El gremio me hizo esto, y por un crimen que ni siquiera cometí, jamás le robaría a un colega, es la regla de honor entre ladrones.

- Y tu nunca rompiste esa regla lo sé, y yo te creo, pero es mi palabra contra la de todo el consejo y ya no me dejan argumentar mas el caso, ya han sido mas de tres años de eso... ¿Cómo te ha tratado la vida últimamente?

Suspiré un poco y me puse a pensar en los sucesos de los últimos días. Me acosté con el hijo del actual rey, me arrestaron... Me enamoré de Marilin, y ella se estaba volviendo una Zorra poco a poco, y creo que una con un gran futuro.

- Además del arresto, han sido unos buenos días aquí, me tratan bien y mis amigos son lo mejor que podría pedir... Solo quiero dejar de de robar en algún momento, ya me harté de perjudicar a las personas alrededor mío.

- Siempre eres la mejor en cualquier cosa que haces, cuando éramos niños eras la mejor jugando al escondite, cuando eras ladrona, le robaste a tres de los embajadores de los reinos en la junta de la paz...

- A cuatro, y porque los pelmazos estaban ebrios en el hotel.

- Para escapar te hiciste pasar por criada del hotel a la perfección ¡Incluso limpiaste la planta entera!... Y ahora eres de las mejores prostitutas de Cor, para conseguir una reserva contigo tengo que adelantarme una estación entera porque si no eres imposible. Entiendo que te cueste el dejar de robar, eras de las mejores... Quizá nunca debiste dejarlo, si no hubieras escapado quizá podríamos haberlo explicado mejor, te habrían creído.

- Pero ya pasó hace tres años, y no pude evitar la tentación... Y ademas me estoy volviendo adicta a este trabajo también. Algo esta muy mal conmigo Blair, no quiero que mi vida se arruine mas, tengo algo bueno aquí... ¿Por qué sigues viniendo siquiera? Ya no soy útil para el gremio, ya no hablamos como antes y tampoco quiero poner tu vida en riesgo por hablar con una traidora.

Él se acercó un poco a mi y me abrazó suavemente, respondí al abrazo y sonreí un poco.

- Eras como una hermana para mí, no te abandonaría por nada del mundo y debo decirte que las cosas en el gremio se agitaran muy pronto, no salgas a las calles por un buen tiempo, aunque no creo que lo hagas con la guardia aún reconociendo tu rostro.- El abrazo se sentía bien, besé su cuello y un sabor amargo inundó mis labios, entonces sonreí mas.- ¿Y esa sonrisa boba?

- No tendré olfato, pero el sabor de ese perfume no se me quitaría de la mente nunca... ¿Sigues usando el que te regalé cuando te convertiste en miembro del consejo del Nido?

- Bueno, es de antes de que te considerara una hermana... Siempre me gustó este perfume, tenías buen gusto.

- Aún lo tengo, solo que de otro modo... Te quedan veinte minutos ¿Quieres aprovechar mis servicios o quieres seguir hablando?- Dije mientras empecé a quitarle la gabardina, y le dí un pequeño beso, mis labios llenos de la poción que me hacía la mejor aquí.

- Ya quieres que me vaya ¿Verdad?

- Si, pero porque quiero evitar preguntas de las chicas.

- Bien... Supongo puedo cogerme a una ex compañera.

Como dije, era un grano en el culo, el que viniera tan seguido podía exponerme ante todas, pero lo quiero, y él me quiere a mí, su confianza siempre fué difícil de ganar y yo la tenía plenamente.

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Él era de las pocas personas que podía satisfacerme en tan poco tiempo, dedos de ladrón supongo, tiene el toque mágico.

Lo portalicé de nuevo al medio de la ciudad y sonó la campana de fin de turno mientras yo me recostaba en la cama mas relajada. Kaz abrió la puerta de mi cuarto y sonrió, comenzó a ordenar a mi alrededor mientras se paseaba en su sexy y revelador uniforme de criada.

- Él nuevamente ¿Verdad?

- Si...

- ¿No me dirás quién es esta vez tampoco?

- No...

- Tienes demasiados secretos, a veces me alegro de que termináramos, creo que no sabía en que me metía, sigo sin saber.- Se acercó a mí y se sentó a mi lado mientras se burlaba, pasando el plumero por mi abdomen como si me estuviese limpiando.

- Púdrete Kaz... Pero tienes razón, fué lo mejor, no sé que estoy haciendo, no quiero poner en peligro a Marilin dejándola acercarse a mí.

- Yo tampoco sé, pero ella confía en tí, mas te vale afianzar esa confianza antes de que ella se convierta en Zorra por completo, porque si no conocerá mas al resto, y cualquier oportunidad que tengas con ella se perderá.

- ¿Cómo sabes que será Zorra?

- Los rumores se esparcen demaciado rápido. Molly y Cassandra compartían un cliente hoy y las escuché hablar.

- Cómo sea, sé que no será como otras, ella es distinta, lo sé...

- Pues espero que tengas razón con ella. Te dejaron una nota en la mesita de noche, el papel es negro.- En cuanto dijo esto me levanté inmediatamente y tomé el papel.- Quien fuera esta persona, no sabe escribir, lo dejaste atontado.

- Está cifrado tarado...- Me puse a leer el papel, me sabía el cifrado de memoria ya que siempre lo usábamos en el gremio.

"Tbcft, spcé vñ dvbesp ef mb qsjñdftb vñb wfa, mb sfdfqdjpñjtub tf wf kvtup jhvbm. Ufñ dvjebep, tj zp mb sfdpñpdí, puspt mp ibsáñ."

Rompí la nota y la tiré al cesto de basura de Kaz, vistiendo mi ropa y yendo a depositar mi dinero a la recepción para ver a Marilin pero me encontré solamente con Vix, quién estaba contando el dinero.

- Buenas tardes Lila, el almuerzo estará listo pronto, deja tus pagos y vamos juntas.

- Hola Vix ¿Haz visto a Mari?- Dije mientras dejaba la bolsa de monedas en su escritorio.

- Esta con la Matriarca. ¿Cómo te fué con la reserva de la semana? Tu amiguito será expulsado si sigue viniendo con hechizos de camuflaje puestos.

- Me fué bien, pero necesito que hablemos juntas con la Matriarca sobre Mari, es muy importante y puede que esté en peligro.- En el momento que lo dije, ella cerró con llave la puerta de la recepción, encerrándonos juntas.

- Me vas a contar todo a mí, y si omites un solo detalle prometo que meteré mi bota en tu culo tan profundamente que te saldrá por la boca... Habla.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora