Presa en cacería del cazador

48 12 19
                                    

- ¿Seguro de que no vendrás con nosotros Damián?

- No Isaac, tu tienes a tu novia y van a estar siendo puercos toda la fiesta, así que yo veré de divertirme también, entró mucha gente apuesta y bien vestida, me dieron ganas de ir a portarme mal... Los veo al rato.- Saludé a Isaac y a su novia antes de irme al salón principal con el resto de los invitados, la verdad que no me apetecía ver como comían pan frente al pobre, presumiendo de su amor romántico y de ensueño.

Estaba vestido con algo que podría usar para despistar a cualquiera y confundirlos, además podría abordarlos con el sexo que quisiera y pasaría desapercibido, traía pantalones largos y acampanados ligeramente, de color negro, una camisa color blanco, y un chaleco de vestir negro bastante entallado, además de mi máscara de Zorra. En este momento usaba mi forma mas femenina, mis pechos apretando un poco contra el chaleco y denotando mas mi figura.

Caminé entre el mar de gente y recordé por qué no me gustaban las fiestas. Eran ruidosas, la gente hablaba muy fuerte, la orquesta contratada por la Matriarca lo era aún más, los olores eran abrumadores y el frío del invierno con el calor de la gente era... Insoportable, era consciente de cada sensación y era horrible.

Podía ver como muchos de los empleados de nuestra mansión ya estaban tratando de coger con los foráneos, los jefes eran reconocibles y se los veía también paseando entre la gente... Incluso Zoe estaba aquí disfrutando, mami se veía muy cómoda, incluso si solo estaba ahí bailando, quizá acaparando mucho la atención, pero estaba en su elemento.

Me sentí tan abrumada por todo que terminé yendo a una de las paredes del salón y me apoyé contra la misma, mientras que miraba alrededor y tomaba un poco de aire.

- Goldie, ¿Dónde estas? Justo cuando quiero presumirte en la fiesta me haces esto.- Frente a mi pasó nada más y nada menos que el líder del gremio de asesinos, era alto, lindo, orejas y cola de lobo, tenía un lindo culo... Quizá podría llevármelo a un lugar mas tranquilo, y hacer de ese lugar menos tranquilo con él.

Me separé del mueble y me acerqué a él, tratando de ignorar todas las sensaciones de la fiesta.

- ¿Señor? ¿Está buscando a alguien?- Pregunté con mi voz mas femenina posible, algo en él me decía que prefería a las mujeres.

Él volteó a verme, tomó una de mis manos suavemente y la besó cual caballero.

- Oh, es un placer, soy Ángel, líder de la Cueva del Lobo. Pues si, estoy buscando a mi mejor asesino y mascota personal, un hombre perro, es muy lindo, híbrido con un Golden... Ya sabe dar la patita.- El hombre bromeó y reí un poquito bajo la máscara.

- No lo he visto señor, pero una Zorra quizá le es más divertida que un perrito... Soy Dami, es un placer.- Dije un poco tímida, pero para ser un asesino, era bastante atractivo, me acerqué un poco a él y lo agarré de las caderas para pegarlo un poco a mí... Definitivamente quería llevarlo a mi cuarto, y quería coger ese culito, nada de ser pasiva contra él.

- Es un gusto conocerte, cachorrita, dime ¿Qué clase de diversión puedes darme entonces? ¿Saltar en picado contra la nieve para cazar? Sería muy tierno de ver de hecho.- Dijo y se rio solo, y su chiste bobo me hizo reír un poco más de la cuenta.

- Pues... No se si en la nieve, pero...- Entonces agarré sus dos nalgas y me sonrojé mucho.- Puedo enterrar mi cara entre medio de estas.

Quizá estaba siendo algo imprudente, digo, era el líder de un grupo de asesinos, pero entre mi chiste y su cara de sorpresa, me acerqué a besarlo. Podía esperar lo que sea ahora, que me apuñale, me envenene, pero no, sus labios eran divinos y me hacían sentir en el cielo, sobre todo porque estaban respondiendo el beso.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora