Spes nos necesita

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- Es el segundo día de las celebraciones celestiales, y los mortales pensarían que es todo diversión y fiesta para nosotros los dioses si se enteraran, pero lo que no se sabe es que en este periodo de cinco días, los dioses perdemos todo nuestro poder progresivamente. Este castillo absorbe la magia de los dioses que ingresan, para que al quinto día, la torre intensifique la gravedad de las lunas lo suficiente para que atraiga a los miles de asteroides del cinturón exterior del sistema solar, que está lo suficientemente lejos para que la gravedad normal de las lunas no lo atraiga. Cuando los asteroides llueven sobre Spes, Yue y Yua absorben la energía creada por el impacto de los asteroides en la atmósfera para renovar la energía de los dioses y darles a los protectores de la magia, nueva magia primordial.

¿Y quién cumple las funciones de las diosas mientras nosotras estamos aquí recargando nuestras energías? Nadie, durante estos días, la magia empieza a perder poco a poco el balance y se intensifica en las zonas de concentración, normalmente las ciudades o grandes campos de batalla, por eso es importante que se recarguen las energías para nosotras, porque si por algún motivo, nuestra energía no se queda en un nivel de poder adecuado, los protectores de la magia no podrán hacer su trabajo correctamente y...

- ¿Por qué carajo nos cuentas esto? ¿Es para excusarte que sin tu magia primordial no sabes tener sexo?

Khalida y yo miramos a Desmona y se sonrojó, estábamos en una esquina de la pista de baile, aisladas del resto de los dioses mientras que ellos socializaban y charlaban, y como todos los años, Desmona durante esta época tardaba un buen rato en volver a su confiado ser.

- Yo... Eh... ¡No es cierto! Puedo ser una persona socialmente normal sin mi magia...

- Si, porque solo hablas con nosotras dos durante todo el año, te haces la confiada cuando tienes todo el poder, pero cuando llega esta fecha, siempre te aíslas hasta que vuelven tus poderes.- Dije mientras que cruzaba los brazos, todos los años con ella era igual, nos perdíamos de las celebraciones mas divertidas por andar buscándola en todo el castillo, así que esta vez decidimos adelantarnos y pegarnos a ella antes de que desapareciera.

- Y-Ya Mireya, no seas tan dura con Des, estoy segura de que tiene sus motivos para estar escondida...

- Si, es porque el hijo del dios padre la rechazó recién porque ella intentó hacer sus tonterías de siempre sin su magia.- Le contesté a Khali mientras Desmona se tapaba la cara por la vergüenza que tenía.

- ¡Cállate! Yo... Ugh, si, quise crear clones míos pensando que aún me quedaba magia suficiente, para rodear y abrazar a Axel mientras lo ligaba, pero quedé como una idiota haciendo una pose de poder medio rara, y se fue a coger con la diosa gato del este...

- ¿Te cambió por Koneko? Uf, eso tiene que doler...

- ¿Duele? ¡Eso no duele, me quema, me lastima!- Ella exageraba mientras hacía pucheros y miraba en dirección a la pista de baile, vigilando que nadie nos viera.

No podía evitar sentir cierta envidia del resto, que Desmona se los quiera coger tanto me daba algo de celos, pero también sabía que su incomodidad social no iba a dejarla hacer mucho, no hasta el último día. Normalmente no me preocuparía tanto, pero este año necesitábamos el lado sociable de ella, o podíamos despedirnos de Spes por el siguiente siglo.

Me acerqué a Desmona y tomé su mano suavemente, haciendo mi cabeza a un lado mientras trataba de no morirme de vergüenza, miles de años juntas en la inmortalidad, y aún me costaba entablar contacto físico con ellas cuando se trataba de expresar sentimientos reales y honestos. Lo mismo me pasaba con Khali, pues... A ambas las amo, pero sé que nuestras responsabilidades de diosas están antes, y tengo miedo de que el que yo las ame signifique una distracción para ellas, o para mi, de nuestras tareas...

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora