Las mejores de la Madriguera

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Vix me estaba enseñando más de la Madriguera, de hecho, me estaba presentando mucha gente y me ponía algo nerviosa, pero si quería ser de las mejores aquí, debía conectar más con las chicas.

- ¿Me estás diciendo que Mari nunca habló con las personas que me vas a presentar?

- A ella nunca le interesó mucho estrechar lazos con la gente de la Madriguera, y con todo lo que le ha pasado en los últimos 10 años, tampoco la iba a presionar a ser mas sociable. Pero tu Paz, eres una extranjera que viene específicamente a trabajar y vivir aquí, así que me parece adecuado que conozcas a lo mejor de lo mejor.- Vix hablaba con cierto aire de orgullo, como si el que fueran lo mejor fuera su obra, y en sus ojos podía ver que sentía eso.

- Pues para mi será un placer conocer a las mejores Zorras del lugar, quizá pueda aprender de ellas algo y aplicarlo a mi trabajo.

- Así me gusta lindura, quiero verte competitiva, pero en una sana competencia, las Zorras que conocerás son no solo las mejores del lugar, si no a las que las Zorras recurren por consejo, problemas y otros temas personales, son gente bastante confiable.- Vix nos llevó hasta el salón comedor, donde en una de las puntas pude divisar a tres personas, un hombre bastante musculoso y alto, de piel gris y pelo blanco, sus ojos de un rojo intenso pero no como los de Mari, había algo demoníaco en esos ojos pero al mismo tiempo, su mirada transmitía confianza, fué entonces cuando sonrió y pude ver ese par de colmillos... Había un vampiro en la Madriguera.

A su lado, había una mujer de piel roja, ojos negros con pupilas color fuego, su cabello... No, me equivoqué, era una cambia formas, parpadee un segundo y esa chica se transformó en en una copia de la Matriarca de estatura humana, y cuando su mirada se fijó en mí, cuando parpadee, ella se convirtió en una copia mía.

Al otro lado del vampiro, había una chica de mi altura, parecía humana, y se veía bastante joven, su pelo era castaño y largo, era delgada y vestía un vestido algo viejo, parecía de las prostitutas de antes, vestido bien pomposo color rojo con un escote bastante pronunciado y encorsetado, acompañado de guantes y un sombrero de copa miniatura con un arreglo de flores falsas.

- ¿Quiénes son estas personas?

- Paz, te presento a Vittorio, a Penélope y a la Baronesa Francisca, ellos son el top tres de todas las Zorras.-  Nos acercamos al pequeño grupo que estaba tomando té, excepto por el muchacho, que bebía de una copa con un liquido rojo, mejor no preguntar de quién salió.

- Oh, una cara nueva ¿Es esta la nueva princesita?

- No tarado.- Dijo la cambia formas, quien ahora copiaba a Mari.- Así luce la princesa, esta chica aqui vino con las otras conejas.

- Oh, sangre oriental, de seguro es exquisita. Vix ya nos presentó, pero es un gusto verte.- El Vampiro sonrió y tomó mi mano, besándola suavemente como saludo. Mi corazón estaba mas que acelerado, el Vampiro me había llamado exquisita, quería probarme.

- Si, al parecer tienes mas decoro que la hijastra de la Matriarca, tú al menos viniste a recibirnos después de nuestras misiones de negocios.- Dijo la chica del mini sombrero, mientras tomaba un sorbo muy ruidoso de su taza de té.

- Vamos Baronesa, hay que ser mas pacientes con la hija de la pelirroja, ha vivido la mitad de su vida en una prisión, yo pasé cincuenta años en una cripta y cuando logré salir, era un inadaptado social, no quiero ni imaginar lo que fue para la princesita. En fin, la oriental está aquí así que... ¿Por qué no te sientas con nosotros?- Vittorio me invitó a la mesa, y asentí algo apresurada mientras me sentaba al lado de la Baronesa, y Vix se sentaba frente a mi, junto a la cambia formas.

- Y-Yo... Perdón por preguntar pero...- No podía evitar mirar la copa del vampiro y este suspiró.

- Ya, ya se que vas a preguntar. Si, es sangre. No, no maté a nadie por ella, nuestra amiga aquí, la Baronesa, tiene una regeneración tan alta que le permite perder cuanta sangre quiera y me ayuda... Además es mi novia.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora