Secuestrada

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Mari estaba tardando mucho en venir, estaba preocupada pues tal vez había hecho algo mal, o quizá algo le había pasado...

Nunca me había sentido así, el estar con ella fue mágico, y su hechizo me había devuelto por un instante la capacidad de oler, o al menos sentir los olores que ella sentía... Su proposición fue hermosa, algo único, me hacía feliz poder ser algo mas que amigas con ella, y era por eso que estaba preocupada de que ella no estuviera viniendo.

Me puse el vestido nuevamente y apagué las velas del cuarto, entonces fue que salí y me choqué contra Vix, quien estaba por tocar mi puerta.

- Ugh... Lo lamento, tenía algo de prisa.

- Y yo tenía prisa en verte a ti, no te voy a mentir, estaba... Espiando su momento romántico.

- ¡Oye!

- Pero cuando te vi volver, no la vi a Mari bajando las escaleras, la busqué en el techo para ver que había sucedido pero no la pude ver por ningún lado... Ella no desaparecería así de la nada ¿Crees que haya pasado algo?

Vix se veía preocupada, y no ayudaba en lo absoluto a que yo estuviese en un mejor estado. Se me ocurrió una idea y entonces comencé a caminar hacia las habitaciones de nuestros amigos.

- Sígueme Vix... Molly sigue siendo una detective ¿Verdad? Pues le tengo trabajo.

- Buena idea... También tengo mis propias pistas, tu ve a por Molly, y yo iré a buscar a alguien.

- Te refieres a...

- Si, esas dos ¿No te parece extraño que atacaran a Marilin porque si? Digo, dejar las ventanas sucias no es excusa para quemar su espalda.

Mi expresión pasó de preocupación a ira, y asentí a Vix, ella se fue corriendo por un lado, mientras que yo fui a buscar a Molly, necesitaba su nariz hoy mas que nunca, no iba a dejar que nadie se robara a mi novia y le hiciera daño.

Golpee la puerta de la habitación de Molly con fuerza, y ella abrió rápido al ver que estaba con prisa. Ella se encontraba desnuda, pero no me importaba en lo absoluto, probablemente ya se había aburrido de la fiesta.

- ¿Lila? ¿Qué haces tan tarde aquí? Pensé que estabas con Marilin.

- No, justamente por eso estoy aquí, estoy preocupada... Estoy probablemente llena de la energía y olor de Marilin ¿Crees que puedas encontrarla?

- Lila, puedo hacerlo sin problemas... Permiso.- Ella se transformó en su forma licántropa frente a mí y comenzó a olisquear todo mi cuerpo. Luego de tomarse como un minuto, sus orejas se levantaron, poniéndose alerta, y ella empezó a correr escaleras abajo.

- ¡Oye, espera! Ugh... Bueno, seguro encontró el rastro, ya me informará, debo ir a ver a V... ¡Qué carajos!- Estaba por ir a buscarla, pero unos gritos de dolor algo conocidos me hicieron notar donde estaba.

Fuí hasta el cuarto de Vix, solo para ver como ella junto a Casandra, tenían atadas a las dos idiotas de la limpieza, Vix golpeándolas repetidamente mientas que Casandra ajustaba las cuerdas alrededor de sus cuerpos.

- ¡Hijas de puta! Díganme que le hicieron a Marilin, ella no les hizo nada, mas les vale que esté bien o las haré conocer lo que es el dolor realmente.- Vix estaba revelando el por qué nadie se tenía que meter con ella, Vix levantó su pluma mágica y la acercó a la cara de Sofía, haciendo que la punta de la pluma hiciera un corte lentamente en su frente, la punta metálica abriéndose paso entre la piel de la chica mientras gritaba despavorida.

- ¡No voy a decirte nada! ¡Ella se merece lo que le va a pasar! ¡La cerda de la realeza caerá por todo lo que su reino nos ha hecho!- Emma decía, pero Vix hacía sufrir más y más a su amiga, podía incluso ver parte de su piel levantarse con el filo de la pluma. Pude escuchar que varias personas se acercaban corriendo detrás de mí, pero eso no estaba deteniendo a Vix en su ira de venganza.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora