Estabamos en el vehículo, volviendo a la casa de Annie mientras ella conducía, yo tenía la cabeza llena de dudas, tenía preguntas que debía resolver, pero mas importante, debía disculparme con Annie por lo de ir a lo de Zoe, supongo que ella y Zoe tenían razón, actué bajo mis propios intereses al llevarla allí, y debía compensarlo.
- Annie... Lamento lo de esta noche.- Dije mientras la veia estacionarse frente a una casa pequeña de dos pisos. Ella suspiró y se bajó del auto, abriendo la puerta para mí.
- Oye, yo también lo lamento, supongo que reaccioné de más. Es verdad que estuviste poco tiempo con ella, y es verdad que solo me querías llevar allá por negocios con Zoe... Pero creo que también pasé por alto muchas cosas.
- ¿Lo hiciste?...
- Zoe me explicó mientras hablabamos que lo que debías hablar con ella si era sobre el secuestro, y que el que fueramos con ella hoy fue cosa de la Matriarca. Estoy contenta por los nuevos negocios, pero entiendo que no fueron tus intenciones principales.
- De hecho yo te lo estaba por preguntar, cuando dijiste que veníamos aqui, asumí que te había dicho. Me perdí el momento en que Zoe te lo dijo, supongo que me distraje con el show...
- La cuestión es, que si bien fué algo insensible el traerme aquí por negocios cuando yo solo quería pasar la noche con una amiga, entiendo que pasaste por mucho estos días, y pasaste también mucho tiempo encerrada en una celda. Supongo que tus habilidades sociales no son las mejores, por eso estas perdonada... Pero con una condición.
Ella abrió la puerta de su casa y me invitó a pasar, los muebles de su casa eran metalicos en su mayoría, el piso era de madera y alfombrado. Nos fuimos al living de la casa y nos sentamos en el sillón, ella simplemente tomó una cerveza de un mueble que tenía al lado del sillón, pensé que era una mesita pero al parecer era un refrigerador pequeño, de esos que funcionan con un cristal mágico de magia elemental de hielo.
Ella destapó la botella y empezó a beber un poco mientras comenzó a desabotonar el chaleco y la camisa. Me alcanzó una de las botellas y la abrió por mí.
- ¿Cuál es esa condición?
- No hables del secuestro, ni de lo que oíste durante este, ni de la Matriarca. Podemos hablar de trabajo, de chismes de amigas, podemos coger, lo que sea, pero necesitas alejar tu cabeza de cosas estresantes para ti o para mi.
- Entiendo, está bien. ¿De qué quieres hablar?
- ¿Tenías hobbies? Antes de ser prisionera debías haber tenido un pasatiempo en tu vida, algún interés artístico o algo en particular. El mío siempre fué romper cosas y volver a armarlas, el entender como funcionaban y por qué... Papá me vió destrozar un reloj de bolsillo que ya se había detenido, en búsqueda de por qué no funcionaba. Obviamente no pude arreglarlo, pero desde ese entonces papá me llevaba a su taller, y me empezó a enseñar de mecánica.- Annie contaba con una linda sonrisa en su rostro, mientras que yo bebía algo de la cerveza y trataba de recordar.
- De hecho... Tenía un par de pasatiempos, sí. Amaba leer historias de lo que entonces consideraba fantasía. Dentro del castillo no habia hombres bestia, híbridos, ni nadie que fuera de otra raza mas que humanos, así que leía libros con cuentos sobre otros mundos donde estas bestias si eran reales... Supongo que nunca se me dió por pensar que esas criaturas existían en Cor, mi madre y padre me decían que eran reales, pero como nunca vi ninguno, supuse que lo decían para mantener viva mi fantasía e imaginación.
- Hace diez años, había muchas menos criaturas mágicas en esta ciudad de lo que hay hoy en día, pero muchos se escondían a plena vista, hechizos de camuflaje y cosas así los ayudaban.
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...