La Bitácora De Un Embarazo Mágico

Capitulo # 61

Daphne seguía cansada y el dolor del cuello no cesaba, pero a pesar del dolor decidió disfrutar el momento.

Bailó toda la noche abrazada a su novio, Ron estaba encantado y no quería soltarla.

_¡Qué lindos se los ve juntos!_ exclamó Hermione con una sonrisa mientras bailaba con Draco.

El rubio estaba preocupado por lo que vio en el cuello de su amiga. Sentía algo raro en el corazón.

Theo estaba con un vaso de whisky de fuego,  arrimado en la barra mirando como sus amigos se divertían.

Miraba cada tanto a uno y al otro hasta que se perdió en los ojos grises y tristes de Draco.

Como pudo se acercó a él para preguntarle lo que pasaba, más no pudo llevárselo lejos, ya que Hermione no se despegaba de él.

Ella al ver las intenciones de su amigo, se giró para encararlo _ ¿Qué te pasa Theo?

_ Tranquila Mione, no te enojes, solo quiero saber porque Draco está preocupado.

La castaña tomó su mentón para mirarlo a los ojos, Draco trató de huir, más ella fue más rápida y lo encaró _ ¿Qué pasa?

_ Cuando felicité a Daphne note una mancha en su cuello _ recalcó preocupado y lo peor es que eso no estaba ahí antes.

_ Tranquilo amor, mañana hablaré con ella _ no se preocupen les contaré todo lo que averigüe.

La fiesta terminó pasada la media noche, los primeros en irse fueron Minerva y Horace.

Luego sus compañeros.

Ron que ya había visto muy acaramelados a Ginny con su novio, tomó del brazo a su hermana para llevársela a su torre.

Beso los labios de Daphne y se la entregó a Blaise para que la llevara a las mazmorras.

El moreno suspiró. ¿Qué te parece si nos llevamos algunos cupcakes de champagne para comerlos en la sala común?_ preguntó a su amiga.

_Si, claro.

Como niños pequeños se escabulleron entre las mesas para guardar algunos. 

Daphne lanzó un hechizo sobre los dulces para que no se estropearan. Y juntos se fueron a las mazmorras.

En el camino la rubia sintió mucho cansancio, respiró profundamente para darse fuerzas, pero su cuerpo no pudo más y se desplomó.

Blaise se olvidó de todo, la tomó en brazos y se fue corriendo hacia la enfermería.

…No pesa nada, estará comiendo bien… más seguro está haciendo alguna loca dieta por eso se desmayó, tranquilo Blaise, no es nada serio…pensaba en el camino.

Apenas cruzó la puerta de la enfermería, Ponfrey lo recibió guiandolo hacia una camilla, para depositar a su amiga.

_ Déjela aquí, yo me encargo. Salga por favor, la paciente necesita su espacio. Lo guío hacia la salida y cerró la puerta.

Blaise se quedó afuera esperando a que su amiga saliera en cualquier momento, sin embargo, amaneció y ella seguía en la camilla.

_¿Qué hago, qué hago?_ pensaba, Ron me matará, pero sino le digo será peor, mejor lo voy a buscar.

Eran poco más de las 6 am. Así que fue al Gran Comedor, pero ahí estaba Draco y Hermione, miró de un lado para el otro buscando a los demás, hasta que recordó que era Sábado…¡Claro los demás están durmiendo!

Se acercó despacio a la pareja, miro la comida, más no tenía hambre, así que solo bebió jugo de calabaza.

Draco observaba su extraño comportamiento _ ¿Ey a ti qué te pasa, que estás muy serio? ¿Por qué no te has cambiado? ¿No te fuiste con Daphne?

Blaise suspiró _ Tranquilo hurón de chicle _ respondió ya te explicó.

Luego de haber escuchado todo, Draco espero que Hermione terminará su desayuno, una desmayada era suficiente.

En el camino le explicó a su novia lo que había pasado. Al llegar a la enfermería, Hermione entró primero, debía hablar con Pomfrey y saber el estado de Daphne.

_ La verdad su estado es preocupante, está muy delgada, tiene manchas en el cuello y la ingle. Por lo que pude notar le causan dolor. He revisado cada libro que tengo aquí y ninguna de las enfermedades posee esas manchas dolorosas, puede ser una maldición _  suspiró la anciana enfermera, lastimosamente es muy común entre los sangre pura.

_ Comprendo _ dijo Hermione, ¿pero saldrá hoy de aquí o aún debe quedarse?.