Capítulo # 5

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Los chicos terminaron de comprar y se despidieron.

Cada uno con su pareja se retiraron a sus hogares. Después de que Ron y Daphne se dieron una oportunidad, Ginny se ánimo y se la dio a Blaise.

— ¡Gracias mi cabellito de fuego!  por darme una oportunidad – dijo Blaise emotivo.

– No exageres ¡Por favor! — dijo Ginny molesta — odio a los hombres llorones.

La pelirroja miraba enojada a Blaise y se cruzaba de brazos.

Blaise por el contrario estaba feliz ya que disfrutaba de verla enojada, era tan masoquista.

Ron y Daphne se aparecieron cerca de la Mansión de los Greengass

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Ron y Daphne se aparecieron cerca de la Mansión de los Greengass.

— ¡Gracias por traerme — agradeció Daphne — bajando la cabeza avergonzada.

— No tienes porque — respondió Ron— eres mi princesa y tengo que cuidarte.

Ron pasó su mano por su cintura y la jalo hacia su cuerpo, coloco su dedo en el mentón de la chica y alzando su cabeza un poco, ya que él era más alto que ella... la besó tiernamente.

Ese beso provocó que a Daphne le temblaran las piernas y su corazón palpita como caballo desbocado

Tan embelesada estaba en los brazos de Ron, que no se dio cuenta que su pequeña hermana Astoria, la miraba con asco.

Y sin perder el tiempo fue a buscar a su madre para que viera la tierna escena entre su hija y el pobretón Weasley.

Helen caminó hasta la puerta de la casa e hizo un breve hechizo que levantó un remolino de viento tan fuerte que fue levantando hojas, tierra y al joven pelirrojo lejos de su presencia.

Daphne gritaba asustada viendo a su novio volar por los aires como una liviana pluma. Quiso ayudarlo, pero fue jaloneada por su entrometida hermana.

— Vamos, vamos — dijo Astoria — empujando a Daphne — ¡entra ya o conocerás la ira de mi madre!

— No, no quiero — gritó Daphne — tú no te metas. Eres mala e invidiosa. Por eso nadie te quiere.

— ¡Cállate! — gritó Astoria  ¿cómo pudiste meterte con el Zanahorio pobretón Weasley?

Tú estás separada por un acuerdo de matrimonio con Theodore Nott. Su padre aún no lo ha desestimado.

Así que se pueden casar en cualquier momento, y nadie podrá hacer nada.

— Pues te equivocas hermanita — respondió Daphne — ese contrato nunca será efectivo.

Hace unos días leí en el profeta que Theodore Nott Sr. Moria en manos de un dementor.

— Pues si te casas con el pobretón, mi madre te deshederara — gritó Astoria.

— Que así sea — refutó Daphne.

— ¿Qué demonios te pasa? — preguntó Helen muy molesta.

Cómo te atreves a aparecer te en mi casa con ese muchacho.

Que no entiendes que tú eres una Greengass — dijo Helen — mientras sacudía a su hija con violencia.

Una sangre pura que pertenece a los últimos 28 y no puedes, no debes juntarte con gentuza como esa.

— Basta madre — gritó Daphne ¡no puedes seguir gobernando nuestras vidas de esa manera!

Ya no somos unas niñas tontas, y padre ya no está con nosotros, para que ahora tú también nos obligues a cumplir con tus deseos.

Si tu quieres dinero, vendete tú, pero a mí déjame en paz.

Daphne corrió fuera de su alcance hasta que llegó a los límites de la mansión y desapareció. 

La Bitácora De Un Embarazo Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora