Capitulo # 47

168 20 1
                                    

Astoria caminaba muy contenta, es más se puede decir que sus movimientos parecían un baile.

Al fin había conseguido la información que tanto necesitaba su madre.

<Lo que haga ella para desaparecer los es su problema, el mío solo será Draco, me acercaré para consolarlo y luego me convertiré en su esposa>

Así entró a su sala común. Allí estaban conversando muy contentos Theo y Blaise, quienes al verla se levantaron para tomar caminos diferentes.

Daphne quien venía bajando de su dormitorio se les unió y juntos salieron de allí.

Theo le besó la mejilla y tomó rumbo hacia la torre de Ravenclaw, mientras ellos caminaron hacia la torre de Griffindor.

Ron estaba afuera con el semblante entre enojado y triste esperaba a Daphne, quería verla, necesitaba su cariño.

Blaise al verlo tomó de la mano a su amiga para entregársela como una joya preciosa y él tomó camino de regreso. No quería perder su cuello tan pronto.

Por un lado entendía su dolor y por otro sabía que ellos se sentían impotentes por no haber defendido a su protector y peor aún no conocer al asesino. 

Esa noche, Astoria se quedó en su habitación, ya vería mañana como salir para llevar tan valiosa información.

                       •¶•

_Disculpame Harry, por venir así _ dijo Pansy mirando el suelo… es que el Profesor Snape me dijo que lo haga.

Harry acariciaba el rostro de Hagrid en el retrato, mientras esté sonreía _ Tranquilo Harry aquí estoy no me iré a ningún lado, si tú no quieres_ habla con la srta. Parkinson, siento que está muy triste.

_ No tengo nada que disculparte amor _ respondió el elegido más bien disculpame tú a mí, creeme la pena me ganó.

Hagrid me salvó de un cumpleaños desastroso a mis once años y me enseñó mi nueva vida, me habló de la magia y sobre Voldemort, imagínate sin él no te habría conocido.

Pansy suspiró agradecida, se levantó y sonrió al cuadro del guardabosques_¡Gracias!_susurro.

Luego se acercó a su novio mirando a sus ojos  lo besó mientras acariciaba su cabello alborotando lo más si era posible.

                        •¶•

Theo estaba recostado en el espaldar de la cama de Luna, con ella recostada en su pecho, acariciendole el cabello con toda la ternura que no sabía que podía dar.

_¡Te amo, Lu!_ susurró en su oído _ que tengo que hacer para que ya no estés triste.

_No puedes devolverle la vida de Hagrid _ así que no me puedes ayudar. A menos que descubras quien lo mató.

_Bueno eso sí podría hacerlo, estoy casi seguro que Astoria sabe quién fue….nos la encontramos en el bosque ese día.

Blaise la amedrentó porque habló sobre la maldición de sangre que heredó su hermana Daphne.

Luna se separó un poco curiosa y le preguntó _¿Les dijo como salvarla?_

_Al contrario se negó a explicarnos cualquier cosa sobre ese asunto aduciendo que no tenía idea.

_¿Pero tú sabes en qué libro buscar sobre esas maldiciones, verdad amor?_

_ Deberé preguntar entre los últimos sangre pura que están libres y uno que otro libro.

Luna se acercó a Theo y le besó en los labios, tengo sueño amor, ¡Vamos a dormir!

El castaño sonrió picaron apagando la luz de la lámpara … creo que sí te puedo aligerar el dolor…

                         •¶•

Ginny abandonó la torre de Griffindor sigilosamente, miraba a ambos lados para no encontrarse con su hermano, moría por ver a su chocolatito.

Despacio caminó por el pasillo, pero para su mala suerte se tropezó con unas largas piernas que se recogieron para levantarse.

_¡Pelirroja, lo siento!_ se disculpó Blaise_ yo te ayudó

La levantó, más ella se agarró de sus antebrazos pegandosele al cuerpo para robarle pequeños besos.

El moreno gimio, pero ya no se pudo contener y pegandola a la pared empezó a devorar su cuello con ansias y deseo, acariciendo sus piernas, la levantó un poco para que enrroscara sus piernas alrededor de su cadera. Y con ella así se metió a un salón, quería poseerla una vez más.

Con maestría  la colocó sobre el escritorio, se desabrochó su pantalón,  bajando su boxer para liberar su miembro empalmado y listo.

La pelirroja excitada se bajó su tanga y abrió las piernas, Blaise no espero mucho para prenetrarla poco a poco e ir disfrutando de sus cuerpos, robando besos de su boca, acariciaba sus pechos y cintura con ahínco. Los movimientos fueron subiendo poco a poco de velocidad,  ambos gemian hasta que el orgasmo los golpeó haciendo que ambos sonrían terminando con un beso muy intenso acompañado de ambrosías y te quieros.

















La Bitácora De Un Embarazo Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora