— Corre Draco corre — gritaba Hermione desesperada o el tren nos dejará.
— Cuidado mi vida, ¡por favor el bebé! — pidió Draco atrás de su novia — ya que no quería perderlos a ninguno de los dos.
A lo lejos unos ojos venenosos miraban la escena como una invitación, para empezar su venganza contra los Malfoy y los Nott que habían desechado sus únicas oportunidades para mantener las apariencias en su triste vida vacía.
Así y sin perder el tiempo hechizo la entrada a la estación mágica provocando que Hermione se diera de frente con la pared de ladrillo.
El golpe ocasionó la caída y pérdida de consciencia de la castaña.
El guardia muggle de la Estación se acercó para alejar a los curiosos y darle aire a la señorita.
Draco levantó la cabeza buscando a Hermione y se encontró con un muggle, su corazón empezó a latir fuertemente, como vaticinando lo peor.
No, no ... Se repetía en la mente Draco, mi Hermione está bien, ella ya cruzó la pared. Tranquilo Draco todo está bien.
Pero al bajar la cabeza visualizo sus piernas y sin perder más el tiempo corrió hacia ella y tomándola en brazos desaparecieron de la estación para llevarla a San Mungo.
Fue tal su desesperación que se olvidó de desmemorizar al guardia muggle.
Con su novia en brazos corría como loco por las salas del hospital en busca de un medimago.
— ¡Ayuda! ¡Ayuda! — gritaba el rubio desesperado — mi novia embarazada se golpeó la cabeza y está inconsciente.
— Tranquilo Sr. Malfoy — respondió un medimago que se le acercó mientras atraía una camilla hacia él, para que recueste a su novia.
— Soy el Medimago Barkley — se presentó el Galeno — yo me encargaré de su novia y su bebé ¡por favor espereme afuera!
Draco salió y se tumbó en una esquina, metió su cabeza entre sus piernas y se puso a llorar mientras se culpaba por su descuido.
Narcisa estaba sentada en su sillón favorito del salón azul tomando el té con Lorraine y Elizabeth como todos los Martes, pero esta vez tenían una nueva invitada, su nombre era Molly Weasley.
Conversaban de cosas triviales, cuando la chimenea se encendió dejando ver una silueta ya conocida por las tres brujas....
— Así que ahora que sus maridos están muertos confratizan con sangres sucias y traidores a la sangre — se burló Helen con las manos en la
cintura.— Eso no es tu problema, querida — respondió arrogante Lorraine — que yo sepa tú no has sido invitada al té, así que no entiendo qué haces aquí destilando tu veneno.
— Y lo que hagamos es nuestro problema — arremetió Narcisa — nosotras decidimos si queremos seguir con las estúpidas reglas sobre la sangre o dejamos qué nuestros hijos sean felices con quién ellos amen.
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La Bitácora De Un Embarazo Mágico
RomanceHermione y Draco se casan después de la Segunda Guerra Mágica, pero por la venganza de una mujer despechada, el rubio vivirá un eterno sufrimiento. Cabe recalcar que en esta historia, los protagonistas y coprotagonistas tienen 18 años, salvo Hermion...