Hermione y Draco se casan después de la Segunda Guerra Mágica, pero por la venganza de una mujer despechada, el rubio vivirá un eterno sufrimiento.
Cabe recalcar que en esta historia, los protagonistas y coprotagonistas tienen 18 años, salvo Hermion...
Molestó les arrebato el libro de las manos para leer lo que decía sobre eso...
Pero si este grado llega a los límites, lo libera como un viento destructivo invisible, o casi invisible, o pueden transformarse físicamente en él. Cuando el obscurial libera al obscurus dentro, sus ojos se tornan blancos y la figura vibra y se distorciona. Mientras el obscurus es invisible, le permite al obscurial tocar los objetos sin necesidad de contacto físico, aunque lo hace descontroladamente a causa de su dolor emocional.
Generalmente los obscurials mueren antes de los 10 años, pero se pudo ver el caso de "Credence Barebone" que es posible vivir por mas tiempo. Cuando el obscurial muere, el obcurus se va con él, aunque el magizoologo Newton Scamander logro mantener uno vivo dentro de una burbuja mágica.
— ¡Estás loco Nott! ¿Por qué moriría Hermione? Tu mente inteligente ya olvidó que ella es más bruja que muggle, es más puedo afirmar que es el doble de inteligente que tú
—Draco la inteligencia no tiene que ver con la mortalidad, no te enojes conmigo solo estamos conversando.
Luna al ver el enfrentamiento de miradas de ambos amigos, se colocó en medio tomando el rostro de Theo entre sus pequeñas manos y con sus tiernos ojos le dió paz. El castaño suspiró dejando se guiar fuera de la torre.
El rubio se quedó solo meditando lo acontecido. Un dolor crecía dentro de su pecho, sabía en su interior que la muerte no se podía controlar y rogaba a Merlin que no le quitará a su amada castaña.
Respiró profundamente para tomar valor y regresar a su torre debía descansar, mañana sería un largo día.
A la mañana siguiente Blaise junto a Harry y Draco avanzaron hacia la oficina de Mcgonagall para solicitar ir al Ministerio a hacer la denuncia contra Helen Greengass
Mientras las chicas se quedaron acompañando a Hermione que aún dormía por las Pociones que le dió Draco.
— ¡Caramelos de Limón! — exclamó Harry frente a la entrada — la gárgola se abrió dándoles paso.
— ¡Buenos días, señores! ¿A qué debo su visita? — inquirió la directora
Blaise tomó la palabra explicándole todo lo acontecido hasta el momento y solicitando en nombre de sus amigos la autorización para visitar a Kingsley.
Mcgonagall escuchó atentamente y al final les contesto mirando a su moreno estudiante ¡Será un excelente abogado Sr. Zabini! — enfatizó
Acto seguido los guío a la chimenea cediendoles paso por la red flu.
Harry pasó primero causando furor entre los magos que transitaban en el área de las chimeneas, la mayoría se acercó a saludarlo.
Los Sly aprovecharon el momento para escabullirse hacia la oficina del Ministro.
—¡Buenos días, srta. Barbara! — saludó galante Blaise besando le los nudillos.
La secretaria sonrió coqueta. E inmediatamente se comunicó con su jefe.
— Sí, si Barbara hazlos pasar.
Los tres jóvenes magos explicaron a detalle todas las pruebas que tenían contra Helen, además le entregaron sus recuerdos.
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Kingsley sin perder el tiempo llamó al Jefe de Aurores, Gawain Robards, quien se armó de tres de sus mejores hombres Proudfoot, Savage y Williamson para la misión.
Mientras los chicos regresaban por flu a Hogwarts, los terrenos de la Mansión Greengass eran allanados.
Kingsley se colocó la varita en la nuca para que su voz sea escuchada pensando que la mujer se entregaría en paz.
De un momento a otro todo se volvió un caos, hechizos iban y venían. La arpía no estaba sola.
Mulcimer y Pucey estaban a sus costados peleando con los aurores.
Kingsley le hizo señas a Robards, para ir por Helen, pero el destino estaba a su favor. En un descuido se confío y fue atacado por Goyle sr. Este apareció de la nada.
Savage fue por Pucey, lanzando le un petrificus totalis verbal, más cuando el mortífago caía al suelo, el auror recibió una maldición asesina lanzada a sus espaldas.
Proudfoot lanzó un hechizo burbuja para recoger a sus compañeros caídos y evitar más muertes.
Situación que fué aprovechada por Helen, quien huyó junto con sus secuaces dejando atrás a Pucey.
