La Bitácora De Un Embarazo Mágico

Capitulo # 21

Como la noche anterior Harry, Theo y Blaise regresaron tarde y cansados de San Mungo,  no hablaron con nadie sino que se quedaron dormidos en la sala de Slytherin.

Pansy y Daphne miraban con burla la extraña escena.

El elegido durmiendo sobre un sillón verde botella con la boca abierta, era el momento preciso para una buena broma.

Pero justo en el momento de tratar de introducir un taco de papel en su boca escucharon un fuerte ¡Plop!

Que terminó por despertar a sus jóvenes amigos.

Un pequeño elfo se dejó ver de entre la bruma mirando con temor a los jóvenes mortifagos.

— La... La Directora McGonagall manda a llamar a los jóvenes a su oficina — dijo el pequeño elfo temblando.

— Gracias Tyron — Theo agradeció puedes decirle por favor que iremos una vez que nos arreglemos.

— Si joven Nott, será un placer — acto seguido el elfo desapareció.

Harry bostezo tapándose la boca y les dijo — bueno chicos nos vemos mas tarde en la oficina de Minnie e iba a caminar hacia la puerta de salida, pero una voz muy conocida por él, lo detuvo.

— ¡Harry Potter a dónde crees que vas! — exclamó Pansy con las manos en la cintura, causando las burlas de los presentes.

— A tomar un baño y cambiarme de ropa o no escuchaste al elfo, que la directora nos espera en su oficina, Pan — respondió Harry aún bostezando — además quiero ir a desayunar, muero de hambre.

Pansy volteo sus ojos y se rasco la cabeza ¿Pará que vas a ir a tu sala común si te puedes duchar en mi recámara? — preguntó fastidiada y antes que el pelinegro se queje, terminó por decir — accio uniforme limpio Griffindor de Harry. Y este apareció tendido en la cama de la pelinegra.

Harry ya no pudo contrariar a su mandona novia, así que subió derrotado a tomar su baño y cambiarse.

Pansy no iba a perder la oportunidad de tallarle la espalda al elejido, así que sin mediar palabra alguna con sus compañeros de sala subió atrás de él.

Theo y Blaise sonrieron pícaramente ante lo sucedido causando que Daphne se sonrojara violentamente.

— Yo, yo — dijo la rubia conseguiré el desayuno para todos — ustedes también deben cambiarse.

— Gracias Daph — contestaron sus amigos mientras subían las escaleras hacia sus respectivas recamaras para hacerlo.

— ¡Tyron... Tyron! — llamó la rubia.

El pequeño elfo apareció e hizo una reverencia — ¿la srta. Llamó a Tyron?

— Traenos el desayuno por favor — pidió la rubia.

El elfo desapareció y a los cinco minutos regresó con una gran bandeja de comida que incluía jugo de Calabaza, pastel, leche, tocino y huevos revueltos.

Daphne acomodó los platillos en la mesita del bar de la sala común, con cubiertos y servilletas.

Pansy entró a su habitación y se desnudo con magia, tomó su varita e hizo un hechizo
silenciador.

Luego tomó su esponja favorita y comenzó con la tarea de enjabonarle la espalda y algo mas a su novio, quien ya estaba más que listo para ella.

Harry se giro y tomando a Pan por los muslos la levantó para sentarla encima de su empalmado miembro..

La pelinegra subía y bajaba como posesa disfrutando de la deliciosa sensación que le daba el elejido, gemidos que iban subiendo de tono, con cada embestida, besos por doquier,  mordidas y caricias atrevidas eran el incentivo, para que el ambiente se calentara más y más.

Ambos comenzaron a jadear y la pelinegra gritó por su primer orgasmo, seguida de Harry, quien terminó por morderle el hombro complacido.

— Se que quieres más, amor — susurró Pan, pero aún debes desayunar e ir a ver a Minnie — te prometo que en la noche descontamos, le dio un tierno beso para que terminen de asearse.

Theo y Blaise bajaron arreglados y peinados sonriendo al ver tanta comida en el bar.

Tomaron un plato cada uno y se sentaron a comer, a los cinco minutos bajaron Pansy y Harry tomados de la mano.

— ¡Epa tortolitos! — grito Blaise ¡apurensen! O Minnie nos transformará en ratas.

Theo lo miró sorprendido y abriendo los brazos levantó sus manos para hacerle una seña de paciencia.

— ¿Por qué dices que Minnie los convertirá en ratas? — preguntó Daphne confundida.

— Recuerdas esa vez que transformó un pajaro en una copa de cristal, pero tu zanahorio transformó la copa pero se le olvido el rabo de su rata.... Jajaja eso si que fue gracioso — respondió Blaise — que nos garantiza que no nos pueda transformar a nosotros también.

Daphne rodó los ojos exasperada — no entiendo como Ginny te soporta, ¡eres un tarado!

— ¡No por favor! — dijo Blaise tocandose el corazón teatralmente.

— ¡Basta de tanta tontería! — gritó Harry ya vámonos, es tardísimo e iba brincando todo el camino mientras miraba su reloj de muñeca, ¡Que vergüenza!

Llegaron a la entrada de la oficina, de los nervios se le olvido la contraseña a Harry, quien respiraba agitado.

— Grageas de limón — dijo Theo y el águila abrió sus alas para recibirlos, los tres estudiantes subieron a las escalinatas.

Al llegar no había nadie o eso creyeron.

— ¡Harry Po... tter! — llamó arrastrando las palabras el maestro de pociones muerto en la guerra, Severus Snape — igual que siempre, la puntualidad no es su fuerte.

Minnie salió y me pidió que los atienda hasta que vuelva.

Harry lo miró con tristeza, no pudo contestarle como hacía en el pasado, no podía, no después de ver sus recuerdos. Snape había sido su protector y él pensó lo contrario.

Señores Nott y Zabini no saben saludar

— ¡Buenos días! — saludaron ambos Sly mirando al jefe de su casa, el mejor para ellos, ya que Slugorn era un asco.

— Nott ¿Cómo está tu madre?

— Bien gracias, señor — respondió Theo ¿y usted?

— Lo mejor que se puede siendo solo el retrato de un hombre muerto.

— Disculpe que se lo diga profesor, pero se lo ve muy bien — dijo Zabini divertido.

Severus alzó una ceja tratando de interpretar el comentario de su ex alumno, ya que con el moreno nunca se sabía si se estaba burlando o hablaba en serio.