Capítulo 1: "Un Recién Llegado en la U.A."
El aula estaba impregnada de anticipación mientras el profesor Aizawa anunciaba la llegada de un nuevo estudiante.
—Clase, tenemos un nuevo miembro hoy. Kaneki Butosaki. —El profesor Aizawa miró a Kaneki con su característica expresión inexpresiva—. Preséntate.
Kaneki se puso de pie, sintiendo la mirada de todos sobre él.
—Hola a todos, soy Kaneki Butosaki. Estoy emocionado de formar parte de esta academia y aprender de todos ustedes.
Deku y Uraraka intercambiaron miradas de emoción. Aunque estaban acostumbrados a la llegada de nuevos estudiantes, siempre había una expectativa en el aire.
Mientras Kaneki se acomodaba en su asiento, la clase zumbaba con murmullos. Mineta, siempre el primero en reaccionar ante lo nuevo, no pudo contenerse.
—¡Guau! ¿Alguien más vio eso? ¡Puede hacer cuchillos de la nada!
Denki, con una risa, agregó: —¡Eso es increíble! ¿Cuchillos mágicos? ¿Puedes hacerlos de chocolate también?
La clase se llenó de risas y charlas animadas mientras Kaneki sonreía, agradecido por la recepción. Sin embargo, en medio del alboroto, Kaneki se sentía como un espectador. Observaba las conexiones entre los estudiantes, la camaradería que ya existía, y una ligera sombra de soledad se instaló en su pecho.
El profesor Aizawa, siempre pragmático, continuó con la clase. A medida que las horas pasaban, Kaneki se sumergió en las explicaciones sobre héroes y quirk. Pero, a pesar de la interesante presentación de Aizawa, el eco de risas y conversaciones alegres lo dejó sintiéndose desconectado.
El recreo llegó, y Kaneki se encontró solo en un banco, observando cómo los demás compartían risas y secretos. La soledad se volvió más tangible con cada risa que resonaba a su alrededor.
En ese momento, Mineta y Denki se acercaron con expresiones traviesas.
—¡Oye, Kaneki! ¿Puedes hacer cuchillos que corten helado sin derretirlo? —preguntó Mineta, con sus ojos brillando de anticipación.
—Y yo quiero cuchillos que cambien de color. ¡Sería genial! —añadió Denki, entusiasmado.
Kaneki rió, complaciendo sus peticiones extravagantes. La conexión instantánea con los dos chicos pervertidos lo hizo sentir más aceptado, pero aún así, la sombra persistía.
El día continuó con lecciones y prácticas de quirks, pero en los recreos, Kaneki seguía sintiéndose al margen. Momo Yaoyorozu notó su posición solitaria un día y decidió acercarse.
Momo se sentó a un lado de Kaneki en el banco del patio, la suave brisa agitando ligeramente sus cabellos. La charla animada de los demás resonaba en el aire, pero alrededor de ellos, un espacio de serenidad se formaba.
—Entonces, Kaneki, ¿qué piensas de la U.A. hasta ahora? —preguntó Momo con interés genuino.
Kaneki miró el patio, sus pensamientos danzando entre la belleza del lugar y la intrincada red de relaciones que se tejían a su alrededor.
—Es asombroso, realmente. Todos aquí tienen habilidades increíbles, y la atmósfera es emocionante. Pero a veces, me siento como si estuviera al margen, como si no pudiera conectarme del todo.
Momo asintió comprensivamente, sus ojos reflejando empatía.
—Entiendo cómo te sientes. Aunque la U.A. es un lugar extraordinario, también puede ser un poco abrumador al principio. Pero aquí todos están dispuestos a conocerte, solo necesitas darles la oportunidad.
Kaneki sonrió, agradecido por las palabras de Momo. La conversación se deslizó hacia temas más personales mientras compartían historias de sus propios inicios en la academia. Momo habló sobre sus propias inseguridades y cómo, con el tiempo, encontró su lugar entre sus compañeros.
—A veces, solo se necesita un pequeño paso para abrir las puertas a nuevas amistades —añadió Momo con una sonrisa alentadora.
A medida que la charla continuaba, Kaneki compartió más sobre su pasado, la pérdida de sus padres y la responsabilidad que sentía hacia su hermano Aria. Momo escuchó con atención, reconociendo la valentía de Kaneki al enfrentar esos desafíos mientras buscaba su lugar en la U.A.
—Todos llevamos nuestras propias cargas, Kaneki. Pero eso no nos define. Lo que hagamos aquí, como héroes en formación, es lo que importa.
El timbre anunció el final del recreo, pero Momo y Kaneki se levantaron con una conexión recién forjada. Mientras caminaban hacia el aula juntos, Kaneki sintió un calor reconfortante. Aunque la soledad no desapareció por completo, se dio cuenta de que las semillas de la amistad se estaban plantando. —¿Puedo unirme? —preguntó con una sonrisa cálida.
Al final del día, Kaneki regresó a su hogar compartido con su hermana Aria, reflexionando sobre las complejidades de la interacción social. Aunque había hecho algunos amigos, la soledad aún lo acechaba.
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Kaneki The Hero
Fanfictionkaneki un joven entra a la u.a para en un futuro podes ser un heroe reconocido y ser el n1