Kaneki The Hero

Capítulo 12 ;Cicatrices Reveladoras

Capítulo 12: "Cicatrices Reveladoras"

De vuelta en su hogar, Bakugo se encontraba frente al espejo, observando las marcas y rasguños que habían surgido durante su enfrentamiento con Kaneki. El silencio en su habitación fue interrumpido por la voz preocupada de su madre desde la puerta.

—Katsuki, ¿cómo te hiciste esas lastimaduras? —preguntó su madre, preocupación reflejada en sus ojos.

Bakugo, acostumbrado a mantener sus luchas en la U.A. en secreto, se encogió de hombros, tratando de restar importancia al asunto. —Solo fue un pequeño altercado en la academia, nada importante.

Su madre, sin embargo, no estaba satisfecha con esa respuesta. Decidida, insistió en obtener más detalles. —No me gusta verte así, Katsuki. ¿Qué pasó exactamente?

Bakugo, suspirando, compartió brevemente los eventos que llevaron a las marcas en su rostro. Su madre, al escuchar la historia, frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—No me gusta que te lastimes, pero al menos estás en casa. —comentó su madre. —Ahora, quiero que invites a ese chico, Kaneki, a casa. Necesitan hacer las paces.

Bakugo levantó una ceja, sorprendido por la sugerencia. Su madre, con una mirada seria, explicó: —Si van a ser compañeros y trabajar juntos, necesitan entenderse. Además, no quiero que te involucren en más peleas sin sentido.

Bakugo, a regañadientes, aceptó la sugerencia de su madre. El capítulo concluyó con la promesa de una invitación a Kaneki a la casa de Bakugo, donde la posibilidad de una reconciliación y un nuevo entendimiento estaba en el horizonte.

Capítulo 12 (Adicional): "Conversaciones y Reflexiones"

Después de la conversación con su madre, Bakugo tomó su teléfono y marcó el número de Kaneki. La llamada se estableció, y la voz de Kaneki resonó al otro lado.

—¿Qué quieres, Bakugo? —preguntó Kaneki, su tono aún cargado de la tensión de su último encuentro.

Bakugo suspiró, intentando suavizar las cosas. —Mi madre insiste en que vengas a casa para hablar y... aclarar las cosas. Quiere que hagamos las paces.

Hubo un breve silencio antes de que Kaneki respondiera con un tono más calmado. —¿Hablar en serio? Bueno, supongo que no hay nada de malo en eso.

Bakugo proporcionó las direcciones y acordaron encontrarse más tarde en la tarde. Cuando cortó la llamada, Kaneki quedó con el teléfono en la mano, reflexionando sobre la invitación.

Mientras se dirigía a su habitación, su hermana mayor lo interceptó con una mirada curiosa. —¿Quién era?

Kaneki, con una sonrisa forzada, le explicó la situación, compartiendo detalles sobre el enfrentamiento en la U.A. y la invitación a la casa de Bakugo.

—Supongo que es una oportunidad para aclarar malentendidos. —comentó su hermana, reconociendo la importancia de las relaciones en la vida de Kaneki.

La historia concluyó con Kaneki, mientras se preparaba para su encuentro en la casa de Bakugo, reflexionando sobre la posibilidad de una nueva comprensión entre él y su compañero de clase.