Capítulo 32 ;El Sacrificio del Guerrero

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Capítulo 32: "El Sacrificio del Guerrero"

En la cima del cerro, el viento soplaba con fuerza mientras la intensidad de la batalla llegaba a su punto álgido. Kaneki, con la ropa destrozada y el cuerpo marcado por hematomas, comprendió que no podía prolongar más la lucha. Cada movimiento, cada golpe, lo acercaba a la extenuación total.

El mono, aunque tambaleante, no cedía. Sus ojos reflejaban el instinto de supervivencia mientras se preparaba para una última embestida. Kaneki, sintiendo la urgencia, decidió arriesgarlo todo. Sabía que si no terminaba la pelea pronto, su destino podría ser más oscuro de lo que imaginaba.

—¡Es hora de acabar con esto! —gritó Kaneki, centrando sus fuerzas para el asalto final.

Ambos contrincantes se lanzaron al ataque. El sonido de los puños chocando y de los gruñidos feroces resonaba en el aire nocturno. Kaneki, con un destello de determinación, canalizó sus últimas reservas de energía y lanzó un golpe directo a la mandíbula del mono. El impacto dejó al mono tambaleándose, pero no completamente derrotado.

El precio de la victoria fue alto para Kaneki. Un arañazo profundo surcó su rostro, dejándolo inconsciente en el suelo. A pesar de su propia victoria, Kaneki se hundió en un estado onírico donde las líneas del tiempo y la realidad se entrelazaban.

En sus visiones, la U.A. yacía en ruinas. Compañeros heridos, la desesperación palpable en el aire. Entre sombras, una figura misteriosa se alzaba, advirtiéndole sobre los peligros venideros. La confusión y el temor se apoderaron de Kaneki mientras las imágenes se disolvían en un mar de incertidumbre.

Adicional del Capítulo 32: "El Silencio de la Noche"

Mientras Kaneki yacía inconsciente en el suelo, el mono, aunque aturdido, no mostraba signos de agresión. La criatura, observando a Kaneki con curiosidad y cautela, retrocedió unos pasos.

En lugar de atacar, el mono emitió un gruñido apagado, una mezcla entre resignación y reconocimiento. Movió su mirada entre Kaneki y la dirección de su cueva en la cima del cerro. Sin más, se retiró, desapareciendo entre la oscuridad de la noche.

El silencio se apoderó del lugar, solo interrumpido por el susurro del viento entre los árboles. La retirada del mono dejó preguntas en el aire. ¿Qué entendió la criatura al observar a Kaneki? ¿Qué razones lo llevaron a retirarse en lugar de consumir la presa derrotada?

Mientras Kaneki permanecía inconsciente, la cima del cerro, testigo silencioso de la confrontación, guardaba sus secretos. El misterio se profundizaba, y las sombras de la noche ocultaban respuestas que solo el tiempo revelaría.

Kaneki The HeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora