Capítulo 30 ;Cenizas de la Batalla

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Capítulo 30: "Cenizas de la Batalla"

El bosque, testigo silencioso de la épica confrontación entre Kaneki y Aizawa, parecía contener la respiración ante el desenlace inevitable. El crujir de las llamas butosaki se disipaba gradualmente, dejando a Kaneki y Aizawa en un escenario de destrucción y agotamiento.

Aizawa, con su mano derecha dislocada y su cuerpo maltrecho, se mantenía erguido con una dignidad inquebrantable. El profesor, a pesar de la derrota, mantenía la mirada fija en Kaneki, quien también mostraba signos de agotamiento pero se mantenía en pie.

"—Se acabó", exclamó Aizawa, la voz cargada de cansancio pero también de respeto. Con un gesto decidido, Aizawa reconocía la victoria de Kaneki en esta batalla. Era un reconocimiento que trascendía la derrota física, marcando la transición de un estudiante a un guerrero más fuerte.

Kaneki, aunque exhausto, recibía las palabras de Aizawa con humildad y gratitud. La magnitud de la victoria se revelaba en su rostro, pero también la comprensión de que esta batalla era solo una pequeña parte de su viaje como héroe.

El giro argumental llegaba con las últimas palabras de Aizawa. "Ten cuidado", murmuró el profesor, revelando una sombra de preocupación en sus ojos. Esta advertencia no era solo por la batalla que acababan de librar, sino por los desafíos que aguardaban en el futuro.

Con una despedida cargada de respeto, Aizawa se retiraba del escenario de la pelea, dejando a Kaneki en medio de las cenizas de la batalla. El capítulo concluía con una sensación de logro, pero también con la certeza de que nuevas pruebas se avecinaban en el horizonte de Kaneki Butosaki.

Adicional del Capítulo 30: "Reflejos Familiares"

Mientras Aizawa se retiraba del campo de batalla, sus pensamientos resonaban en la oscuridad del bosque. El rostro exhausto de Kaneki, en su mente, evocaba la imagen de alguien más: su propio padre. La similitud no pasaba desapercibida, y Aizawa se encontraba reflexionando sobre el inesperado parecido entre el estudiante y el hombre que una vez había enfrentado.

—Se parece un montón a su padre —pensó Aizawa para sí mismo, recordando la figura formidable del padre de Kaneki, un butosaki de renombre en su época. La sombra de esa herencia parecía extenderse sobre Kaneki, y Aizawa se preguntaba si el estudiante podría algún día igualar las hazañas de su progenitor.

A pesar de su escepticismo, Aizawa no podía ignorar la posibilidad de que Kaneki, con el tiempo, pudiera emular las proezas de su padre. La semilla de una nueva generación de héroes estaba plantada en la figura de Kaneki Butosaki, y Aizawa, aunque dubitativo, reconocía el potencial que se gestaba en el joven.

Con estos pensamientos, Aizawa continuaba su retirada del campo de batalla, dejando atrás las huellas de una pelea intensa y llevándose consigo las reflexiones sobre el destino de Kaneki. El capítulo adicional se desvanecía en la penumbra del bosque, marcando un momento de introspección en la mente del profesor.

Kaneki The HeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora