Kaneki The Hero

Capítulo 162: Danza de Sombras

Capítulo 162: Danza de Sombras

La batalla entre Kaneki y Dabi alcanzó su punto álgido, con destellos de fuego y sombras entrelazándose en un baile caótico. Cada movimiento era calculado y preciso, mientras ambos luchadores intentaban ganar la ventaja en la encarnizada confrontación.

Dabi, entre risas burlonas, lanzó llamas hacia Kaneki, quien con agilidad y destreza lograba esquivar cada ataque. La oscuridad del Kage no Kyofu lo envolvía, confiriéndole una capacidad única para anticipar los movimientos de su oponente.

Dabi: (riendo) ¿Crees que puedes escapar de estas llamas, Kaneki? La luz y la oscuridad son solo dos caras de la misma moneda.

Kaneki: (serio) No me interesa tu filosofía. Has elegido tu camino, Dabi, y yo el mío.

Sin embargo, en medio de la intensidad del enfrentamiento, Dabi buscó cambiar la narrativa. Mientras continuaban la danza de golpes y esquivas, comenzó a tejer palabras que buscaban infiltrarse en la mente de Kaneki.

Dabi: (seductor) ¿Recuerdas los días en la U.A., Kaneki? Todos esos héroes con sus brillantes sueños y reglas. Pero, ¿acaso no te diste cuenta de la hipocresía que se esconde detrás de esas máscaras? La línea entre héroe y villano es más delgada de lo que piensas.

Kaneki, mientras bloqueaba un ataque de Dabi, frunció el ceño ante las palabras provocativas.

Kaneki: (serio) No confundas la realidad con tus propias sombras. La U.A. tiene sus problemas, pero no justifica tus acciones.

Dabi: (sonriendo) ¿Acaso no te has dado cuenta, Kaneki? El mundo está lleno de injusticias. La Liga de Villanos es solo la respuesta natural a un sistema corrupto.

A medida que Dabi continuaba su retórica, la mente de Kaneki se veía sometida a la presión de las palabras y el conflicto interno. Las llamas ardían con más intensidad, creando un escenario dramático donde las sombras y la luz pugnaban por el control de su alma.

La narrativa se desenvolvía en una batalla no solo física sino también ideológica, mientras Kaneki y Dabi se enfrentaban no solo con puños y llamas, sino con las palabras que buscaban influir en el corazón del otro.