TIEMPO ORDINARIO

EL DESAFÍO DE SER UN CRISTIANO EN EL MUNDO ACTUAL

Su familia decía que estaba fuera de sí. Decía nuestro Señor Jesucristo que nadie es profeta en su tierra, y cuando, donde un cristiano es menos profeta, curiosamente es en su familia. Todos hemos tenido la experiencia de que cuando alguien de nuestra familia no vive nuestra velocidad espiritual y nos ve, a lo mejor que vamos a misa más y dicen: "Uy, te has vuelto loco. Te han comido el cerebro. Es que realmente eres un exagerado". Y cuando quieres ser santo y a lo mejor te exiges un poco más, te toman por loco. Es muy fácil excusarse en un posible trastorno del otro para no querer comprometerse.

Entonces, claro, nosotros no somos una secta precisamente. Las sectas no te permiten razonar, las sectas no te permiten interactuar con otros, te aíslan para que no puedas ser tu. Y sin embargo, un cristiano está con su familia, está con el mundo, está con los demás, pero se mantiene firme en sus convicciones. Ahora, no te preocupes, alguna vez te dirán: "Mira, es que estás fumado", como se dice ahora. "Es que te han comido el cerebro, es que te has refugiado en la religión y no quieres relacionarte con nadie. Es que eres muy antiguo o es que eres muy terco es que eres de otra época". Te dirán de todo, sobre todo te descalificarán por estar cerca de Cristo, por estar cerca de Dios, más que por desear estar y por intentar ser coherente.

Pero a Jesús le pasó lo mismo, y vamos, es la persona menos loca del mundo porque es perfecto, Dios y perfecto hombre, es nuestro Señor Jesucristo, y le tuvieron por loco. Su familia decía que estaba fuera de sí porque claro, la gente quiere que sea como ellos quieren, con sus esquemas, con sus modos de entender la vida. A todos nos encanta que todo el mundo sea como yo soy, porque me parece que mi modo de ser es el mejor. Claro, la gente que no es ni muy creyente ni muy practicante, todo lo que hagas con Dios les parecerá exagerado. Que es domingo y vas a misa, qué exageración. Que resulta que quieres rezar un día el Rosario en la semana, qué barbaridad. Todo como no les cabe en la cabeza, todo lo consideran pues terriblemente enajenado.

Ahora, no caigamos nosotros en el mismo error con aquellos que no piensan como nosotros o no rezan como nosotros. Pobrecillo, qué desgraciado. Al final, tú no pongas tu velocidad espiritual, no pongas tu nivel para otros, cada uno tendrá que tener su nivel, su momento, su encuentro. Hermano(a), facilísimo que todo el mundo sea tan espiritual, tan espiritual que si no lo es, lo descalifican. Hay que tener ese equilibrio. En todo caso, comprende que Jesús y el mundo nunca se van a llevar bien, que ser cristiano y estar bien visto por la sociedad no está nada bien, y que es el precio que hay que pagar. Jesús lo pagó, desde luego, y sus más cercanos, los más queridos, los que más necesitaba comprensión, le tuvieron por loco. Si a ti te pasa eso, agradece solo a Dios, porque vas por buen camino.