EL CONFLICTO ENTRE LO MATERIAL Y LO ESPIRITUAL EN EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

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Ellos le rogaban que se marchase de su comarca. Fijaos, hoy vamos a escuchar en el evangelio cómo Jesús cura a un pobre hombre endemoniado que no hacía más que hacerse daño. Se golpeaba y asustaba a la gente. Entonces, como estaba poseído por una legión de demonios, Jesús traslada esos demonios a los cerdos, y los cerdos se arrojan al mar. Claro, como ven que se les había malogrado el tema económico, puesto que ellos pensaban vivir de esos cerdos, venderlos, etcétera, cuando Jesús aparece con el chico y ve lo que ha hecho, que le ha curado, dicen: '¡Qué bien! Pero hemos perdido dinero.' Entonces, dicen: 'Por favor, no te quedes con nosotros, márchate de nuestra comarca.'

Y entonces vemos cómo ahí se manifiesta un conflicto muy importante. A veces, ser de Jesús, estar con Jesús, seguir a Jesús significa perder dinero. A lo mejor, si quieres ser honesto, pierdes amigos, esos valentones, los simpáticos, que son los más así. Y bueno, es que a lo mejor se van a reír de ti y pierdes prestigio. Cuánta gente pierde la vida por ser cristiano. No olvidemos que estas últimas Navidades en Nigeria han masacrado las iglesias el día de Navidad, y han muerto cientos de cristianos jugándose la vida por ir a misa. Nosotros nos quejamos de que el cura predica muy largo, hace mucho calor o que la hora no nos viene bien. Hay gente que hoy por hoy está perdiendo la vida por asistir a la eucaristía. Por tanto, efectivamente, ser discípulo de Jesús significa, a veces, pérdidas. Significa sacrificio, renunciar a ciertas cosas. En cambio, estos señores no querían perder la economía. Tenían unas piaras de cerdos que les daban su dinerito, y claro, si Jesús seguía así, se iba a acabar con todo, y ellos preferían el bienestar económico al bienestar espiritual e integral de este pobre hombre que estaba atormentado por los demonios desde pequeño. Qué ruines somos a veces, ¿verdad? Damos mucha más importancia a lo material que a lo humano. Damos mucha más importancia al quedar bien y a que todos lo digan, que a vivir realmente en la verdad y ser honestos y tratar bien a la gente, sin herir ni humillar a nadie.

Y por eso, sí, hay gente que cataloga la vida por la cantidad que cuestan las cosas, pero hay otra gente que cataloga la vida por el bien que se puede hacer a través de las cosas, y eligen siempre el bien. Ojalá que nosotros no caigamos en ese error de pensar: 'Bueno, que Jesús, claro, es que, si me sigo mucho con Jesús, pues al final va a ser peor para mí.' Bueno, peor entre comillas. Pero ojalá que no tengas nunca que elegir entre Jesús o los bienes materiales, porque si ya estás dudando siempre, que la prioridad de tu vida sea el bien de los demás, el bien del alma más que el bien del cuerpo, aunque también, por supuesto, la salvación de los tuyos.

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