TIEMPO ORDINARIO

TESTIGOS DEL MINISTERIO PETRINO Y LA UNIVERSALIDAD DE LA IGLESIA

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos. Cerramos hoy la solemnidad de Pedro y Pablo, San Pedro y San Pablo, los apóstoles como pilares de la Iglesia. No es verdad que todos los apóstoles sean importantes, y, sin embargo, Jesús quiso que Pedro fuera cabeza del colegio apostólico. De hecho, hoy es un día precioso para encomendar al Santo Padre, porque él es el Vicario de Cristo en la tierra. Él dijo: "Te daré las llaves del reino de los cielos". Por fe, creemos que Simón Pedro y sus sucesores, los obispos de Roma, están inspirados por el Espíritu Santo cuando enseñan el magisterio solemne. Luego, por supuesto, en las cosas particulares, en los gestos y en los modos de ser, cada uno es como es.

Hemos tenido papas italianos, polacos, alemanes, ahora argentino. Sin embargo, cuando el Papa habla ex cátedra, cuando preside un concilio, cuando tiene la intención de hacer una declaración de fe solemne, es Cristo mismo quien habla a través de él. Reverenciamos el ministerio petrino no por preferencia hacia las personas, hoy son de una manera, mañana de otra, sino por lo que hacen por nosotros. El Papa necesita mucho nuestra oración, porque comprendemos que, al ser pastor de la Iglesia universal, tiene muchas dificultades. Hoy en día, con tantos medios de comunicación y tanta gente que distorsiona sus palabras, a veces nos volvemos un poco locos con tantas noticias sobre él. Para conocer la verdad, es necesario acudir a fuentes confiables, como cadenas de televisión o medios de información católicos.

El Santo Padre nos pide efectivamente que comprendamos lo que el Señor nos pide. Siempre hemos estado muy unidos a Pedro, siempre muy unidos al Papa, da igual quién sea. No importa si nos gusta más o menos, él es el Vicario de Cristo y necesita nuestro cariño y nuestra obediencia por lo que nos propone, nos invita y nos pide.

Como cristianos, como católicos, creemos en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Por supuesto, hoy también recordamos a San Pablo, el apóstol de los gentiles. Pablo fue el apóstol encargado de llevar el evangelio fuera del pueblo judío, y a partir de ese momento, la razón de ser de la Iglesia ha sido dar a conocer a Cristo.

Ojalá que hoy, por la intercesión de estos santos apóstoles, todos nos sintamos profundamente en comunión con la Iglesia universal. La Iglesia no es de un pueblo, no es de un continente, no es de una nación; la Iglesia es de la humanidad. Y en el día de su solemnidad, recordemos a estos dos apóstoles.