No he venido a sembrar paz, sino espada. Hay gente que cree que ser cristiano, que seguir a Dios, significa que Dios me va a poner la vida más fácil. Uy, no. Yo sí voy a misa y sí rezo, y sí cumplo con mis obligaciones devocionales, Dios hará que apruebe el examen. Dios va a hacer que en mi familia no haya problemas, que todo se solucione. Y dices: "Mira, no." Jesús dice: "Yo no he venido a traer paz en el sentido de que no he venido a resolver cosas que tenéis que resolver por vosotros mismos; incluso he venido a traer espada, he venido a traer contradicción."
Porque habrá mucha gente que se moleste porque tú vives de un modo diferente, que se moleste porque eres creyente o que se moleste porque intentes transmitirles la verdad. Mirad, Dios no es el facilitador de los problemas. Dios no es esa máquina tragamonedas que si le echas dos moneditas te salen cuatro fresas y te toca el premio extraordinario. Dios es un compañero de camino, Dios es un padre, Dios es un amigo, Dios es el amor. Pero porque es el amor, quiere que tú crezcas, que te desarrolles también de algún modo, que te esfuerces por ti mismo, siempre con su gracia, sirviéndose de su gracia. Y por tanto, claro, no quiere que seas como una especie de tontito al que le mueven la mano para hacer algo o que siempre le tengan que soplar lo que tiene que decir. Dios quiere que desarrollemos las cualidades que él mismo nos ha regalado y, sobre todo, nosotros crecemos ante las dificultades, nosotros crecemos ante las contradicciones.
Porque cada ser humano manifiesta lo que es no cuando todo es fácil —ah, qué risa—, sino cuando todo es difícil. Cuando, a lo mejor, tus hijos ni te miran a la cara, cuando, a lo mejor, tu mujer o tu marido se han quitado del equipo, cuando tus hijos te contestan mal o tus padres no te hacen caso. Ahí es donde se va a manifestar quién eres y ahí es donde puedes vivir la fe de un modo maravilloso. Y por tanto, Jesús dice: "No, no penséis que yo he venido para traeros la paz ahora en este momento y resolver todos vuestros problemas. No he venido para que os sintáis acompañados, tengáis una conciencia bien formada, para que podáis contar con mi gracia y para que saquéis lo mejor de vosotros mismos en medio de las dificultades."
A las personas se les reconoce por cómo gestionan los problemas. Hay gente que grita, hay gente que se enfada, hay gente que culpabiliza, hay gente que dramatiza, que se victimiza. Bueno, sí, hay gente muy dramática con las dificultades, sobre todo, que siempre está buscando culpables y echando la bronca a todo el mundo. Hay gente que ante las dificultades —lo que significa la espada— se defiende, es positiva, aporta, da esperanza, es un punto de apoyo. Y por tanto, sí, Jesús cuenta contigo y tú puedes contar con Jesús para que en los momentos más difíciles, en los momentos de espada que hay en tu vida —es decir, de dolor—, él va a estar contigo.
Yo he venido a traer no paz, sino espada, es decir, a estar contigo en los momentos difíciles, en los momentos de espada. Y no dudes que si le invocas en esos momentos, la luz de Cristo y la fuerza de Cristo siempre estarán contigo.
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TIEMPO ORDINARIO
EspiritualEl Tiempo Ordinario es la temporada en la que celebramos la vida y las enseñanzas de Jesucristo y lo que significa ser su discípulo. El nombre de este tiempo deriva de la palabra ordinal, que significa "contar". Es llamado Tiempo Ordinario porque la...