Capitulo 13

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Después del intenso entrenamiento, Yara se dirigió a su habitación con el deseo de relajarse. La ducha caliente fue justo lo que necesitaba para aliviar la tensión en sus músculos. Cuando salió envuelta en una toalla, encontró a Mapi y Ona sentadas en la cama, esperándola con sonrisas pícaras que no pasaron desapercibidas.

—¿Qué pasa, chicas? —preguntó Yara, notando su actitud juguetona—. ¿Por qué estáis tan sonrientes?

Mapi hizo un gesto con la mano hacia la cama, indicando que se sentara.

—Nada, solo queremos saber un poco más sobre tu relación con Alexia —dijo Mapi, su sonrisa aún más amplia.

Yara se sentó, cruzando las piernas y tratando de ocultar su incomodidad. Las preguntas empezaron a salir de inmediato.

—Entonces, ¿cómo ha sido la experiencia con Alexia desde que empezaste a jugar en el equipo? —preguntó Ona, su mirada inquisitiva.

—Es genial. Realmente, he aprendido mucho de ella y del equipo en general —respondió Yara, intentando mantener la conversación en un nivel general.

—Sí, claro. Pero todos hemos notado que parece que te has hecho muy cercana a Alexia últimamente —continuó Mapi—. ¿Qué ha cambiado?

Yara se quedó en silencio por un momento, buscando las palabras adecuadas. No quería revelar demasiado sobre su relación con Alexia, especialmente porque no estaba segura de lo que Alexia pensaba al respecto.

—Bueno, hemos pasado mucho tiempo juntas, y eso ayuda a conocerse mejor —dijo Yara, dando una respuesta vaga—. A veces, las cosas simplemente evolucionan.

—Pero, ¿cómo se siente Alexia contigo? —insistió Ona, inclinándose hacia adelante con interés.

Yara sintió que la presión aumentaba. Sabía que debía ser cautelosa y respetar los sentimientos de Alexia.

—No estoy segura de cómo responde ella exactamente, pero creo que está contenta con la amistad que estamos construyendo. —dijo Yara, evitando entrar en detalles más íntimos.

Las chicas no parecían satisfechas, pero aceptaron su respuesta, y el tema se desvió hacia otras charlas. Sin embargo, Yara sintió que la conversación había dejado una marca, y se preguntaba si había manejado bien la situación.

————

Mientras tanto, en el vestuario, Alexia se encontró en una situación similar. Mariona y Jenni la estaban esperando cuando entró después de cambiarse. Las dos estaban en una esquina, hablando en voz baja, pero sus miradas y sonrisas no dejaban lugar a dudas sobre lo que estaban discutiendo.

—¡Alexia! —saludó Jenni con un tono casual, aunque sus ojos traicionaban su curiosidad—. ¿Podemos hablar un momento?

Alexia, al notar que había algo en el aire, asintió y se acercó a ellas.

—Claro, ¿qué pasa?

Mariona intercambió una mirada significativa con Jenni antes de empezar.

—Bueno, solo queríamos hablar contigo sobre cómo ha estado yendo todo —empezó Mariona, su tono casual pero con un toque de intriga—. Especialmente sobre cómo te estás llevando con Yara.

Alexia sintió que su corazón se aceleraba ligeramente. Sabía que su cercanía con Yara no había pasado desapercibida, pero no esperaba que se lo preguntaran directamente.

—¿Ah, sí? —dijo Alexia, tratando de mantener la calma—. Bueno, todo ha ido bien. Estamos trabajando bien juntas.

—Sí, lo hemos notado —dijo Jenni con una sonrisa—. Parecéis estar cada vez más unidas. Nos preguntábamos cómo empezó todo eso.

Alexia sintió un nudo en el estómago. Quería ser honesta, pero también quería proteger la privacidad de lo que estaba desarrollándose entre ellas.

—Solo ha sido cuestión de tiempo. Hemos pasado mucho tiempo juntas y ha sido una buena oportunidad para conocernos mejor —respondió Alexia, dándoles una respuesta similar a la de Yara.

Mariona se inclinó hacia adelante, sus ojos llenos de curiosidad.

—Pero parece que es más que solo amistad, ¿no? Hay algo más entre vosotras.

Alexia se quedó en silencio, sintiendo el peso de la verdad sobre sus hombros. No sabía si era el momento adecuado para revelar más, especialmente porque sus sentimientos hacia Yara aún estaban en proceso de desarrollo.

—Lo que hay entre nosotras es algo que estamos descubriendo a medida que avanzamos —dijo finalmente—. Y ahora mismo, eso es todo lo que puedo decir.

Jenni y Mariona intercambiaron miradas de entendimiento, aunque su curiosidad no parecía haber disminuido.

—Bueno, lo importante es que estés bien y que te sientas feliz —dijo Jenni con una sonrisa—. Solo queríamos saber si todo estaba bien.

—Sí, todo está bien —confirmó Alexia—. Gracias por preguntar.

Las dos chicas asintieron, aceptando la respuesta y dando por terminado el interrogatorio. Alexia se sintió aliviada al poder alejarse del tema, aunque sabía que la curiosidad de sus compañeras no se iba a desvanecer tan fácilmente.

Con ambos grupos de amigas habiendo hecho sus propias conclusiones, el ambiente en el equipo continuó siendo animado y lleno de camaradería. Sin embargo, tanto Alexia como Yara sabían que lo que estaba entre ellas era algo especial y que, aunque no estaban listas para dar explicaciones definitivas, sus sentimientos y la conexión que compartían seguían creciendo cada día más.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓...🥀🐬- 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒊𝒂 𝑷𝒖𝒕𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora