Capitulo 64

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Al llegar el día del cumpleaños de Alexia, Yara y Mapi se pusieron de acuerdo para actuar con total naturalidad, como si no hubieran planeado nada especial. Querían que la sorpresa fuera lo más impactante posible, por lo que acordaron que nadie mencionaría ninguna fiesta o evento hasta el último momento.

Por la mañana, Yara fue la primera en felicitar a Alexia. Al despertar, se inclinó sobre ella y le dio un beso en la frente.

—Feliz cumpleaños, mi amor —le dijo con una sonrisa—. Te quiero mucho.

Alexia sonrió, agradecida por el gesto, pero notó que Yara no mencionaba ningún plan para el día.

—Gracias —respondió Alexia, intentando ocultar una pequeña decepción—. ¿Tienes algo especial planeado para hoy?

Yara fingió pensar por un momento y luego sonrió.

—Bueno, pensé en que podríamos pasar un día tranquilo. ¿Qué te parece si salimos a pasear un rato o vamos a ver una película más tarde? Sin nada demasiado elaborado.

Alexia asintió, intentando no mostrar su sorpresa.

—Claro, suena bien. Un día tranquilo no está mal —respondió, aunque en el fondo esperaba algo más.

Durante todo el día, Yara y Mapi siguieron con la farsa. En el entrenamiento, Mapi se acercó a Alexia y le dio un abrazo.

—¡Feliz cumpleaños, Alexia! —dijo con entusiasmo—. Espero que tengas un gran día.

—Gracias, Mapi —respondió Alexia—. Oye, ¿sabes si hay algún plan para hoy? Yara solo me mencionó que podríamos hacer algo tranquilo.

Mapi se encogió de hombros, manteniendo su mejor cara de poker.

—No tengo idea —dijo con una sonrisa—. Pero suena bien, un día relajado también es agradable.

Alexia pasó el día esperando que en algún momento, alguien mencionara una sorpresa o algún plan especial, pero nadie lo hizo. Tanto Yara como Mapi continuaron actuando como si fuera un día cualquiera. Esto hizo que Alexia empezara a resignarse a la idea de que tal vez este año su cumpleaños sería realmente sencillo.

Finalmente, llegó la tarde, y Yara sugirió que fueran a casa de Mapi, diciendo que podrían pasar un rato con ella y algunas amigas. Alexia aceptó, aunque sin muchas expectativas.

Al llegar a casa de Mapi, todo estaba en silencio. Las luces estaban apagadas y no había señales de ninguna preparación. Yara abrió la puerta, dejando que Alexia entrara primero.

—Pasa, Mapi debe estar por aquí —dijo Yara, ocultando una sonrisa traviesa.

Cuando Alexia cruzó la entrada, las luces se encendieron de golpe, y una multitud de voces estalló en un grito:

—¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños!

Alexia se quedó congelada por un momento, mirando a todas las personas reunidas en la sala: sus compañeras de equipo, amigas cercanas, y por supuesto, Yara y Mapi, todas con enormes sonrisas en el rostro.

—¡No puedo creerlo! —exclamó Alexia, llevándose las manos a la boca, completamente sorprendida.

Yara se acercó a ella y la abrazó con fuerza.

—Sabía que no te lo esperabas —dijo con una risa—. Queríamos que fuera una verdadera sorpresa, por eso fingimos no tener nada planeado, pero aquí estamos, listas para celebrarlo contigo.

Alexia la miró con los ojos brillantes de emoción.

—¡Esto es increíble! No me lo esperaba para nada. Pensé que de verdad no habíais planeado nada.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓...🥀🐬- 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒊𝒂 𝑷𝒖𝒕𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora