Después de su vuelta del viaje a la montaña, el ambiente en el campo de entrenamiento se llenó de una nueva energía. El vínculo entre Yara y Alexia era más fuerte que nunca, y esto se reflejaba claramente en su desempeño en los entrenamientos y partidos.
Una tarde, durante una sesión de prácticas, el entrenador decidió realizar ejercicios específicos para mejorar la conexión entre la defensa y el ataque. Yara y Alexia estaban en el centro de la acción.
—¡Vamos, chicas! —animó el entrenador—. Quiero ver cómo Yara distribuye el balón desde la defensa y cómo Alexia se posiciona para recibir esos pases.
Yara, en su papel de defensa central, se movía con determinación, esperando el momento adecuado para hacer el pase perfecto. Alexia, posicionada cerca del área rival, se desplazaba constantemente, buscando espacios para recibir el balón.
—¡Ahora, Yara! —gritó el entrenador—. Dale el pase a Alexia.
Yara observó cómo Alexia se movía hacia una posición favorable y, con precisión, dio un pase largo que encontró a Alexia justo en el momento exacto quien controló el balón con maestría y, con un tiro perfecto, marcó un gol impresionante.
—¡Eso es, perfecto! —exclamó el entrenador, aplaudiendo—. La sincronización entre vosotras dos es fundamental.
Después del entrenamiento, se dirigieron al vestuario, con sonrisas de satisfacción.
—Ese pase fue increíble —dijo Alexia, dándole un abrazo—. Estaba justo donde necesitaba estar.
Yara sonrió, aún emocionada por la jugada.
—Gracias. Me alegra que te haya llegado bien. He estado practicando para asegurarme de sean precisos.
Esa noche, antes de un partido crucial contra un equipo muy competitivo, se encontraron en el vestuario, preparándose para el desafío.
—Estoy un poco nerviosa —admitió Alexia—. Pero sé que si hacemos lo que sabemos hacer, podemos ganar.
Yara la miró con confianza.
—Lo haremos bien. Confío en que nuestras jugadas y la conexión que tenemos nos van a llevar a la victoria. Y recuerda, cuando necesites el balón, estaré allí para pasártelo.
Alexia asintió, sintiendo el respaldo de Yara.
—Gracias. Vamos a darlo todo hoy.
Durante el partido, la conexión entre ellas fue evidente en varias ocasiones. En un momento clave del primer tiempo, Yara recibió el balón en la defensa, observó el movimiento de Alexia y, con un pase preciso, la encontró desmarcada en el borde del área.
—¡Alexia! —gritó Yara, dándole la señal con la mirada.
Recibió el pase con una técnica impecable y, tras un control rápido, marcó un gol que puso al equipo por delante. La afición estalló en vítores y el equipo celebró la brillante jugada.
En el descanso, nuestras chicas se encontraron en el vestuario, preparándose para la segunda mitad.
—Ese pase fue perfecto —dijo Alexia—. Estaba exactamente donde debía estar.
—Lo mismo contigo —respondió Yara—. Tu movimiento fue clave para que el pase llegara bien.
Cuando el partido se acercaba a su fin, el equipo rival intensificó su presión. Yara tuvo que usar toda su habilidad defensiva para mantener la línea, y en una jugada crítica, Alexia hizo una señal.
—¡Yara, aquí! —gritó Alexia desde el campo.
Yara entendió inmediatamente. Se movió para recibir el balón y, con calma, despejó el peligro. Alexia, después de interceptar el balón, se dirigió rápidamente hacia el área rival, y Yara la siguió con la vista, lista para proporcionar soporte si era necesario.
Al final del partido, el equipo logró asegurar la victoria gracias a una sólida defensa y ataques bien coordinados. El entrenador reunió al equipo para una breve charla de celebración.
—Hoy habéis demostrado una conexión excepcional en el campo —dijo el entrenador—. Yara, Alexia, vuestra colaboración ha sido crucial para la victoria. Seguir perfeccionando esa química.
Después del partido, se encontraron en el vestuario, aún emocionadas por el triunfo.
—Estamos en racha —dijo Alexia—. No solo estamos ganando, sino que estamos jugando como un verdadero equipo.
Yara la miró con una sonrisa de complicidad.
—Sí, y nuestra conexión en el campo es increíble. Sigamos así, porque juntas podemos lograr grandes cosas.
A medida que la temporada avanzaba, el vínculo entre Yara y Alexia continuaba fortaleciendo tanto su desempeño en el campo como su relación personal. Su entendimiento mutuo y la confianza que habían construido se convirtieron en la base de su éxito, demostrando que, con esfuerzo y dedicación, podían superar cualquier desafío que se les presentara.————————
Perdón otra vez, pero hasta dentro de unos cuantos meses voy a estar hasta arriba de trabajos y todo eso, por lo que me queda muy poco tiempo para poder seguir con la historia, pero yo intentaré seguir siempre que pueda.¿Qué tal vais con la historia? ¿Os está gustando?
Tengo una apuesta con unas amigas donde necesito llegar a 50k en las visualizaciones, si llego me harán una sorpresa🤭🤭🤔🤔
¿Me ayudáis a llegar?
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𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓...🥀🐬- 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒊𝒂 𝑷𝒖𝒕𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔
RandomYara, una jugadora de fútbol poco conocida, se une a la selección española, deseando conocer a sus mayores inspiraciones, pero encuentra a Alexia Putellas muy distante con ella. A medida que Yara busca su lugar en el equipo, descubre que la frialda...