La mañana siguiente, el sol entraba suavemente por las ventanas de la habitación de Yara cuando Alexia llamó a la puerta. Al recibir el permiso para entrar, Alexia se encontró con Yara aún en pijama, pero ya despierta y esperando su visita. Se saludaron con una sonrisa tímida, sabiendo que el día anterior había sido muy cargado emocionalmente.
—Buenos días, Yara —dijo Alexia con un tono sereno—. Necesitamos hablar sobre lo que pasó ayer.
Yara asintió y las dos se sentaron en la cama, preparadas para una conversación seria. Alexia tomó una respiración profunda antes de comenzar.
—Lo primero que quiero decir es que lamento profundamente cómo me comporté. El mensaje que recibí me hizo actuar impulsivamente, pero sé que no hay excusa para tratarte mal.
Yara la miró con comprensión.
—Yo también entiendo por qué te sentiste así. No puedo creer que alguien haya intentado hacer algo tan cruel. Agradezco mucho que vinieras a buscarme, pero no quiero que esto nos siga afectando.
Alexia cogió la mano de Yara.
—Vamos a ignorar ese mensaje por completo. No dejaremos que una mentira nos arruine lo que tenemos. Lo que importa es que estamos bien y que seguimos juntas.
Yara asintió, aliviada.
—Exacto. Esa persona no merece que gastemos nuestra energía en ella. Solo quiero disfrutar el tiempo que nos queda juntas aquí y hacer que cada momento cuente.
Las dos pasaron un buen rato hablando sobre lo que sucedería después, el tiempo que compartirían en el hotel y cómo afrontarían la separación inminente al final de la semana. Se aseguraron de que todo estuviera claro entre ellas y de que no quedara ninguna sombra sobre su relación.
Cuando se dirigieron al comedor para desayunar, la atmósfera era mucho más ligera. Al entrar, el grupo de amigas de Yara las recibió con sonrisas y bromas alegres. Mapi, Ona, Jenni y Mariona notaron que Alexia y Yara volvían a estar juntas y que ambas estaban visiblemente más relajadas.
—¡Qué bien veros así de nuevo! —dijo Jenni mientras hacía un gesto para que se unieran a la mesa.
Las dos se sentaron, y la conversación fluyó con facilidad. A pesar de la tensión de ayer, el grupo estaba contento de verlas unidas y disfrutando del tiempo que les quedaba. La risa y las bromas llenaron el comedor, y Alexia y Yara, aunque conscientes de la inminente despedida, decidieron centrarse en el presente y en disfrutar cada momento juntas.
Mientras desayunaban, Yara no podía evitar sentir una mezcla de tristeza y gratitud. Sabía que la semana se estaba acabando y que pronto tendrían que separarse, pero también apreciaba cada instante compartido y la fortaleza de su relación con Alexia. El desayuno se convirtió en un momento de celebración, un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, lo que compartían era real y valioso.
El último partido de la selección se disputaba bajo un cielo despejado y con el estadio lleno de espectadores emocionados. La tensión era palpable en el aire. Era el partido decisivo, el que determinaría quién sería el campeón, y las jugadoras estaban completamente concentradas en la cancha.
Yara había estado trabajando duro durante todo el torneo y había mostrado un rendimiento excepcional. El partido estaba empatado y la estrategia del equipo estaba a punto de culminar en una jugada clave. Con el tiempo corriendo, Yara se encontró en el área rival después de una serie de pases rápidos y precisos. El balón llegó a sus pies en el momento perfecto.
La portera contuvo el aliento mientras Yara se preparaba para el tiro. Con una precisión envidiable, lanzó el balón hacia la portería. El gol fue perfecto y el balón se incrustó en la red, desatando una explosión de júbilo en el estadio. El árbitro pitó el final del partido casi inmediatamente después del gol, confirmando la victoria de la selección.
La euforia invadió la cancha. Alexia, que había estado cerca durante toda la jugada, no pudo contenerse. Corrió hacia Yara con una sonrisa radiante, y en un momento de pura emoción, la abrazó con fuerza. El impacto del abrazo y la energía de la victoria hicieron que ambas cayeran al suelo, riendo y celebrando el momento juntas.
Pronto, sus compañeras se unieron al festín de alegría. Ona, Mariona, Mapi y Jenni se lanzaron encima de las dos, riendo y aplastándolas con la felicidad compartida. La pila de jugadoras se movía y reía, creando un mar de abrazos y sonrisas. Yara, al sentirse aplastada, finalmente dijo entre risas:
—¡Chicas, me estáis aplastando literalmente!
El vestuario estaba lleno de la misma euforia que la cancha. Cuando las jugadoras se quitaron las camisetas y se cambiaron para celebrar, Alexia no pudo contener sus sentimientos. Al ver a Yara cerca, se acercó y, en un momento de coraje y amor, plantó un beso apasionado en sus labios delante de todo el equipo.
El vestuario estalló en gritos y vítores. Las jugadoras estaban asombradas, y las bromas y risas llenaron el espacio. El gesto de Alexia fue recibido con entusiasmo y alegría, y las felicitaciones se sucedieron mientras el equipo celebraba su victoria y el amor entre sus compañeras.
La noche se convirtió en una fiesta inolvidable. Entre risas, abrazos y recuerdos, la victoria en el campo y el beso en el vestuario marcaron el cierre perfecto para un torneo que las había unido más allá de lo esperado. Aunque el futuro era incierto, ese momento de alegría y amor compartido quedaría grabado en sus memorias para siempre.
—————————
Bueno, bueno, bueno, nuestras chicas ya les han mostrado su amor a las demás compañeras.
Yara y Alexia han decidido ignorar lo que ha pasado con el mensaje y seguir con su vida sin que nadie se interpusiera entre ellas, ¿creéis que han hecho bien?
Ya se ha acabado el tiempo con la selección y eso implica volver a sus respectivos clubes, pero la decisión de Yara está ahí, ¿qué debería de hacer?
Cortito el de hoy pero bueno, lo mejor está por llegar ;)Espero que os vaya gustando la historia❤️
OBJETIVOS
- 100-120 visualizaciones
-25 votos
-5 comentariosAcordaros que es importante que se cumplan los objetivos para el desarrollo de la historia, así sabré que voy por el buen camino y me animo más a escribir porque si veo que no tiene mucho apoyo pienso que no os gusta y eso me puede bloquear un poco para seguir con la historia.

ESTÁS LEYENDO
𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓...🥀🐬- 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒊𝒂 𝑷𝒖𝒕𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔
De TodoYara, una jugadora de fútbol poco conocida, se une a la selección española, deseando conocer a sus mayores inspiraciones, pero encuentra a Alexia Putellas muy distante con ella. A medida que Yara busca su lugar en el equipo, descubre que la frialda...