Extra 9: Benjamín, el mejor Onii-chan
Año 1991-2001
Narra Benjamín
Hola a todos, soy Benjamín Gómez Montiel, y soy el hijo mayor de mi familia, unos dicen que ser el primogénito puede significar muchas cosas como por ejemplo, que serás el centro de atención de tus padres, que sentirás todo su cariño, su amor, que te compraran todo lo que tú quieras, pero también puede significar otras cosas como por ejemplo cuando tus padres deciden tener otro hijo, y puedas sentirte desplazado por él, esa fue una de las cosas por la que sin duda yo pase, pero les iré contando mi historia de a poco.
Desde que tengo uso de razón, siempre tuve una infancia feliz, era el centro de atención de mis padres y sin duda que ellos estaban muy felices de tenerme en mi vida, me iba bien en clases y tenía también mi grupo de amigos, pero les tengo que decir algo, aunque todavía era un niño en ese tiempo, algo me decía que quizás las cosas no eran tan perfectas como yo creía, porque a veces no podía evitar que mis padres ocultaban algo, no sé cómo explicarlo, sobre todo este venía de mi padre, que a veces de verdad notaba en él actitud de mucha sobreprotección, como si tuviera miedo de algo, pero no es capaz de decírmelo, yo siempre dije que seguramente todo eso es porque me quieren mucho y, por lo tanto, eso no tenía nada de malo, pero con el paso de los años me daría cuenta de que estaba completamente equivocado.
Cuando ya tenía 10 años, ocurrió otro evento que para mí es superimportante, que fue el nacimiento de mi hermanito, al cual le pusieron de nombre Daniel, pero de cariño le iban a decir Dani, el cual yo estuve completamente de acuerdo con eso, y con respecto a mí, yo la verdad me sentía muy feliz, a pesar de que yo tenía mi grupo de amigos, me hacía mucha ilusión de poder tener un hermanito con quien poder jugar, sin duda todo estaba siendo alegría, pero con el paso del tiempo me estaba dando cuenta que mis padres le ponían como más atención a mi hermanito, yo la verdad no entendía el motivo, pero a pesar de eso, yo nunca llegue a sentir ningún tipo de desprecio ni celos por mi hermanito, yo lo quise desde el primer momento, y sé que es no tiene la culpa de nada, pero en el fondo si sentía mucha tristeza por lo que estaba observando.
Los años iban pasando y yo como todo adolescente normal, empecé a sentirme extraño, quería descubrirme a mí mismo y lo que estaba pasando dentro de mi interior, esto pasó cuando ya tenía más de 14 años, y bueno, resulta que uno de mis amigos más cercanos estaba en la misma situación que yo, que no sabía que es lo que le pasaba en su interior y cuál eran sus gustos y preferencias, y yo como el buen amigo que soy le dije, porque no lo intentamos descubrir entre nosotros, yo le dije que eso no tenía nada malo, además con la confianza que nos teníamos, no se tenía porque dañar la amistad.
Una vez que logre convencer a mi amigo de que era una buena idea, después de clases lo lleve a mi casa, no había nadie porque sabía que mis padres no estaban, y yo deje a mi hermanito Dani en su habitación jugando, le dije que más rato iría a jugar con él, así que mi hermanito se quedó tranquilo en su habitación. Una vez que volví, mi amigo y yo estábamos supernerviosos, pero queríamos salir de duda y saber que era lo que nos estaba pasando, querían calmar esta curiosidad que estábamos sintiendo y descubrir la verdad, así que, sin pesarlo mucho más, nos acercamos y empezamos a besarnos, lo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza es que mis padres volverían por un imprevisto que tuvieron y entraran a mi habitación viendo lo que estábamos haciendo mi amigo y yo.
Por supuesto la reacción de mis padres fue horrible, echaron a mi amigo a patadas, y mi padre me abofeteo bien fuerte por la asquerosidad que estaba haciendo, pero sobre todo me dijo, imagínate si eso lo llegara a ver Dani, quizás que daño psicológico le hubieras causado, esa fue sin duda el peor reclamo que recibí ese día de mis padres, además que mi padre dijo claramente que aquí en esta familia no va a ver ningún marica, y aunque mi madre al parecer quería decir algo, al final lo único que hizo fue estar de acuerdo con la decisión de mi padre.
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¿Podremos ser felices? En Corrección
RomanceUna historia de 20 años llena de mucho dolor, tristeza, angustia, mentiras, pero sobre todo de mucho amor, y al final solo queda preguntarnos, ¿Podremos ser felices?