Cásate Conmigo

5. TODO POR MI HIJO.

Rebeca

1...2...3... Respira

1...2...3... Respira

1...2...3... Respira

Respire profundo y me pase las manos por el pelo. Hace más de 7 años no me daba un ataque de pánico o de ansiedad o lo que sea que me hubiese pasando.

"Si te casas conmigo, podrías finalmente adoptar a ese niño" podría finalmente adoptar a mi hijo. Cuando niña tuve la esperanza de casarme con alguien a quien amara locamente y que esa persona me amasé de la misma forma, creía que había olvidado esos sueños estúpidos al asegurarme a mí misma que el amor no dura para siempre, que tarde o temprano se desvanece, por lo que casarse era una estupidez porque lo único que hacías era amarrarte a alguien y volverte vulnerable a su lado. Pero entonces por qué me cuesta tanto aceptar una propuesta fría y totalmente racional como la que el señor Redstone había disparado ¿Por qué?

-Erick

Grito mi cabeza, pero no es así yo sé que no es él, después de todos estos años ¿Por qué seria por Erick? Trataba de auto convencerme.

Cuando niña había estado enamorada, Erick fue mi primer amor, antes de Tomi y antes de la muerte de mi hermano, antes de todas esas cosas era demasiado abierta a todo el mundo, era fácil de lastimar, pero él me protegía y me ayudo a volverme más fuerte, y me apoyaba. El y mi hermano eran mis propulsores, incluso cuando mi mamá me trataba tan mal siempre estaba él para hacerme sonreír y sentarse a mi lado en el campo a escuchar el rio correr por horas mientras soñábamos con un futuro juntos. Apenas era una niña de 10 años, pero sabía que Erick - de 11 años - era con quien me casaría y con quien tendría una hermosa familia, le pediríamos a la cigüeña dos hijos el sería un famoso escritor y yo una famosa cantante, viajaríamos por el mundo y tendríamos la más hermosa familia de todas. Eran sueños de niños, pero mis sueños, al fin y al cabo, sueños que fueron mi refugio por muchos años luego de que él se fue, dijo que nos encontraríamos cuando fuésemos mayores para cumplir nuestros sueños y que seguiría protegiéndome de todo y todos. Pero incluso el no pudo haberme protegido de lo que luego vino. Y luego todo fue cuesta abajo.

Hasta que llego mi pequeño Tomi, él fue mi nuevo propulsor y ahora tenía la posibilidad de darle un hogar. Si me casaba podría adoptarlo, podríamos estar juntos finalmente y aunque no pudiese darle un padre más allá de los papeles, me encargaría de que no le faltara nada, me encargaría de que fuese feliz. Si me casaba estaría finalmente con mi hijo y nadie podría impedirlo.

Luego de salir de la oficina de mi jefe y llegar al baño, me mire al espejo. No había llorado, no tenía el maquillaje corrido y mi cara no era un desastre. Esa frente al espejo era la "yo" que el mundo hoy veía, una mujer decidida práctica y ambiciosa. Eran pocas las personas capaces de leer atreves de mí.

"Eres fácil de leer" había dicho, pero yo sé que no es así. No soy fácil de leer, no soy vulnerable. Pero él había logrado hacerme sentir vulnerable demasiado rápido, había dado con lo que más me importa sin darse cuenta. Él era peligroso para mí. Pero aun así parecía ser la mi única oportunidad después de tanto tiempo.

-Mamá - vi a mi hijo correr hasta mí, me agaché con los brazos estirados para recibirlo.

-Hijo - los abrace y el me correspondió, rodeándome con sus bracitos. Para ser un niño de 6 años mi pequeño no era muy alto. Pero ya había leído en una revista que muchos niños crecen lentamente hasta los 13 que es cuando comienzan con los estirones.