33. BEBÉS, UN PEQUEÑO HUÉSPED Y UN POCO DE PINTURA

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Rebeca



– Hola hermosa ¿Cómo estas preciosas? – le hacía mimos a la pequeña de apenas un mes que tenía en brazos.

– No creo que logre entenderte mucho de lo que le dices Beca, pero si está feliz contigo – Esteban a mi lado reía mientras veía como le hablaba a su pequeña Trinidad, cuando llegue con Alex, lo encontré jugando con un pequeño que por alguna razón se me hacía tan familiar, pero era incapaz de reconocerlo, hasta que fue el quien corrió a mí con felicidad

- Tía – se abrazó a mí, al verlo sus padres se acercaron y entonces supe exactamente quién era.

– Agus – me agache a su altura abrazándolo devuelta – Que grande estas.

Habían pasado 3 años desde que no le veía y estaba enorme tanto que apenas si pude reconocerlo, pero para Agustín no fue para nada difícil, en lo absoluto. Esteban y Fabiola parecían no haber cambiado en nada, me alegraba ver que su familia seguía creciendo con la pequeña que Esteban llevaba celosamente en brazos. Nos conocimos en la universidad, fue el primer amigo que tuve en ese entonces y una de las primeras personas con las que hablé, era mayor a la mayoría por que se había tomado tres años para trabajar y decidir con calma lo que estudiaría, cuando estábamos en segundo año el y su novia de toda la vida, Fabiola se enteraron que serían padres, Agustín llego a revolucionar sus vidas por completo, Fabiola estaba en su último año cuando nació y tuvo que hacer un doble esfuerzo por sacar su carrera y cuidar de su bebe, para Esteban también fue complicado, trabajaba todo el tiempo que no estaba en clases para cubrir los gastos que un bebe trae consigo, estuvo a punto de renunciar a la universidad, pero entre todos lo animamos a seguir, un bebe con 23 años no es nada fácil, mucho menos si estas estudiando aún, pero al ver el esfuerzo de ambos sus padres decidieron apoyarlos. Esteban pudo terminar la carrera junto a todos nosotros y en plena ceremonia de graduación, le pidió a Fabiola que se casara con él.

– Agus esta gigante, no puedo creer que ya tenga seis años – les dije

– El tiempo realmente pasa volando, ¿Cómo esta Tomi? Debe tener unos ocho años ya ¿Verdad? – Fabiola estudio derecho y era realmente buena memorizando fechas y esas cosas.

– En tres semanas cumple ocho años, me encantaría que llevaran a Agus para su cumpleaños. Tomi se acuerda bastante de su amigo.

– Claro – me sonrió Esteban – Pero debes darme tu número, hacer un año perdí mi móvil y todos los contactos que tenía.

– Estaban jugando con Agus cerca de la piscina y por alguna razón se tiraron al agua, con zapatos y todo ¿Puedes creerlo? A la mañana siguiente la carcasa de su teléfono apareció flotando en la piscina y su móvil al fondo de esta.

– Hey, te digo que nos lanzamos al rescate de Fido – se defendió – Nuestro perro se estaba ahogando – me aseguro, mientras me reía de él. Al verme reír la pequeña Trinidad también lo hizo.

– Papi está muy loco, ¿Verdad hermosa? – volví a reír y ella respondió a mi risa.

– Beca ¿Qué paso finalmente con la adopción? – me pregunto Fabiola, poniendo su mano sobre mi rodilla como apoyo.

– Aun no logro que sea oficial, ya sabes. Pero la corte me ha dado su tutela hasta marzo. – Fabiola estaba enterada del caso, cuando la conocí y supe que estudiaba derecho no dude en pedirle ayuda, luego de graduarse, me acompaño en varias ocasiones a la corte, pero la respuesta siempre era la misma, sin estabilidad económica nada se podía hacer, eso y la mala fama que mi madre me había creado, en ese tiempo solo trabajaba media jornada pues aún estaba estudiando, por lo que no era mucho lo que podía pagar, pero siempre le agradecería el haberlo intentado.

Cásate ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora