Eduardo
Maldita sea, había vagado al menos tres horas vagando por la ciudad sin entender por qué Rebeca se había ido así, cuando trate de seguirla ya había subido a un auto y luego de eso la perdí, sin saber bien donde buscarla comencé por La Granja para solo encontrarme con que el día de hoy se habían prohibido las visitas.
Luego de eso no tenía idea donde ir y por más que la llamaba ella se negaba a contestar, pero para cuando finalmente contesto valla sorpresa que me lleve al escuchar la voz de un hombre del otro lado de la línea, sino que además resulto ser que no era ella, si no que Javier, no sé cuántos improperios le habré gritado en el momento solo recuerdo estar tan molesto como para ser capaz de golpearlo, sobre todo luego de su amenaza
– Okey – escucha la voz de Javier más que irritado - cerramos en unos veinte minutos más, si para entonces no has llegado entonces se ira a casa conmigo. – pero quien mierda se creía el para llevarse a mi Rebeca.
- En 10 minutos estoy ahí, si la tocas no sabes de lo que soy capaz – corte con la sangre hirviendo, gire el manubrio de mi auto al máximo logrando dar una vuelta de 180° y pise el acelerador.
Cinco minutos después ya había llegado al famoso bar "MISTIQUE" una de las más preciadas pertenencias de mi amigo, pero una vez adentro la vista que encontré no fue precisamente de mi agrado Javier estaba abrazando a mi prometida mientras ella se aferraba a sus brazos ambos se reían como si se lo estuvieran pasando realmente bien, por lo que no aguante más y derribe de un solo golpe al idiota de mi
- Te dije que no la tocaras – reclame pero entonces Rebeca se levantó a defenderlo, estaba tomada aunque pudiese ocultarlo un poco, pareció aún más molesta cuando se lo recalque proclamando su independencia y su derecho a hacer cuanto ella quiera con esta a los cuatro vientos – Cuanto le has dado – le reclame a Javier pero una vez más Rebeca lo defendió más molesto aun la tome de ambos brazos regañándola por su imprudencia y por un momento ella pareció sorprendida y asustada, incluso escuche a Javier algo preocupado pero mi concentración estaba totalmente sobre ella hasta cuando se zafo de mi agarre para luego estrellar un de sus palmas contra mi cara, dejando una linda marca roja y un ardor increíble en ella.
- Yo no soy como tú, que se va con cualquiera – me reclamo y en ese momento pensé que se refería a algún suceso de mi pasado dejándome sin habla, Javier aprovecho el momento para intentar sacarme del lugar, pero tenía que estar loco si esperaba que me fuese así nada mas – No me iré a ninguna parte a ninguna parte sin ella – una vez más Rebeca volvió a la carga reclamando por mi actitud mientras golpeaba mi pecho o al menos lo intentaba pero cuando volvió a hablar – te dije que ya no teníamos nada mas de que hablar, rompiste nuestro trato – me dejo totalmente congelado, ella no podía estar hablando en serio.
- Las cosas no son como crees cariño – la detuve - Y más encima golpeas a Javier – volvió a reclamar soltándose de mi agarre y alejándose de mí, volviendo a ir a los brazos de Javier exasperándome aún más, solo quería moler a golpes a Javier por atreverse a acercarse a ella. Ni siquiera entendían de que se conocían ni por que tenía que estar precisamente con él.
- Lo siento, no sé qué me pasa – le solté, para que volviera a mi lado, pero parecía no funcionar se tambaleo levemente
- Rebeca – la llamamos ambos al mismo tiempo, mientras me acercaba rápidamente, Javier había perdido su agarre sobre ella, pero logre tomarla antes de que se golpeara contra el suelo. Rebeca acababa de perder la conciencia.
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Cásate Conmigo
RomanceTodo lo que quiere Eduardo es algo de paz, a pesar de la prensa, los socios de su empresa y su familia. Todo lo que quiere Rebeca es la custodia de su hijo, a pesar de la justicia que la califica como no apta. Los problemas de Eduardo se solucionar...