Cásate Conmigo

37. GALA DE LOS ENAMORADOS

NOTA:

ANTES DE LEER EL NUEVO CAPITULO - POR FAVOR LEER ESTO 

Algunas chicas me han dicho que desde la app no pueden leer bien los capítulos (porque aparecen con partes repetidas, cortadas o simplemente no aparece el capitulo completo) 

Por lo que me gustaría saber si estos problemas los han tenido más lectores o son casos puntuales. También si les ha pasado y pudieron solucionarlo, seria genial que compartieran el como lo lograron. 

Eso, si han tenido problemas háblenme por interno, y si hay alguna forma de solucionar el tema lo publicare en la próxima actualización/capitulo. 

Muchas gracias por su atención... Ahora si, disfruten el capitulo ;)

 - Cambio y fuera - 

Osh quiero, osh amo, osh adoro 

Beth

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36. GALA DE LOS ENAMORADOS

Rebeca

– Beca, ¿Dónde estabas? – gritaron las chicas al verme aparecer desde las escaleras del edificio, estaban en la entrada de mi apartamento con sus vestidos en manos, pero su atención paso totalmente a mis espaldas, cunado tras de mi apareció Eduardo cargando a Tomi en sus brazos.

– ¿Qué paso? – Lau pregunto con rapidez, alarmada al ver que un extraño cargaba a Tomi.

– Nada, nada – calme a ambas que ya corrían hacia su pequeño protegido – Solo estábamos en el parque y Tomi se quedó dormido.

– ¿Estaban? – pregunto Bea ladeando la cabeza, Lau achino los ojos por unos segundos y luego soltó

– ¡Así que tú eres el famoso Eduardo!

– ¡Sh...!, Lau baja la voz o despertaras a Tomi – regañe al tiempo que abría la puerta del departamento, todos enfilamos por la entrada. Eduardo ni siquiera espero a que le indicara donde ir, ya conocía mi departamento por lo que se apresuró a llevar a Tomi a su cama.

– ¡Es él! – chillo Bea llegando a mi lado.

– ¿Lo hemos visto antes? Su cara me parece extremadamente familiar – el comentario de Lau me tomo por sorpresa, no habíamos conversado mucho de quien era mi prometido, aunque les había contado mucho de nosotros (exceptuando claro el acuerdo).

– Tal vez en alguna foto o quizás por el parecido con su hermana – explique.

– Si ahora que lo pienso, Noe tiene los mismos ojos que su hermano – comento dulcemente mi amiga. Parece que Tomi y él se llevan bien.

– Tomi lo adora – comente con ilusión, y por alguna razón mi estómago estaba cosquilleando como loco.

– Y yo a él – comento Eduardo uniéndose a nuestra conversación. Paso sus brazos por mi cintura y dejo un beso en mi mejilla, pegando mi espalda a su pecho – Y a ti – murmuro para nosotros dos, pero el suspiro de las chicas me dio a entender que definitivamente lo habían escuchado.