Cásate Conmigo

70. LOOKING FOR REBECA (Parte Final)

Luego de escaparnos de la fiesta terminamos sentados sobre el capo del auto en un mirador a las afueras de la ciudad, el cielo capitalino solía ser opacado por todas las luces que usaba la ciudad para funcionar, pero en este preciso momento y lugar podía observar las estrellas brillar en todo su esplendor.

Rebeca estaba recostada junto a mí, pegada a mi costado, con mi brazo rodeándola.

– ¿No es una locura que lo que vemos desde aquí hoy, allá pasado hace cientos de años en el espacio? – susurro con la mirada perdida en el cielo.

– Miles de años de transformaciones para que nosotros podamos apreciarlas como pequeños puntos destellantes en el cielo – la observe sonreír sin quitar la vista del cielo.

– Exacto – murmuro suavemente, dándome una rápida sonrisa con la que caímos en silencio, no era incomodo más bien era un silencio cómplice y cómodo, ambos estábamos relajados allí, haciéndonos compañía y compartiendo sin tener que hablar. Era algo tan íntimo - pero no de manera sexual – intimo, como cuando eres feliz simplemente con ver a esa persona siendo feliz. Rebeca tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

– Gracias – murmuro mirándome desde su posición

– ¿Por...? – alce las cejas.

– Por entenderme tan bien, por cuidarme, por apoyarme – Rebeca se levanto parcialmente para quedar mirándonos a los ojos – por no presionarme, por que me amas y por darme la oportunidad de enamorarme de ti, y por querer tanto a Tomi – me sonrió dulcemente acercándose lentamente para besarme – Gracias por pedirme que me casara contigo – susurro al dejar mis labios. Tome su mejilla acercándola otra vez a mis labios.

– Te amo demasiado ¿Lo sabes? – acepte su sonrisa como una afirmación, antes de volver a besarla.

– También te amo –

--------------------------------

Hace un tiempo venía dándole vueltas al asunto de nuestra casa propia, después de todo el casado casa quiere – y claro que Rebeca y yo teníamos nuestros propios hogares, pero en unas semanas ya no seriamos cada uno por su cuenta por lo que necesitábamos un lugar para nuestra creciente pequeña familia.

Había encontrado cientos de casas muy lujosas y bonitas, pero ninguna me convencía realmente, muchas eran más pequeñas de lo que esperaba, otras no tenían jardín para que los niños pudiesen jugar, y las que pasaban cumplían con lo anterior estaban demasiado alejadas del centro de la ciudad, un par incluso no estaban ni siquiera en la ciudad, y llegados a este punto solo había tenido una opción para lograr mi propósito.

<< Solo esperaba no equivocarme al pedirle ayuda >> suspire al verla entrar a mi oficina.

– Hermanito – Noe llego a mi oficina luciendo radiante de felicidad como siempre, traía al menor de mis sobrinos cargado en su coche.

La había llamado luego de aceptar mi fracaso buscando casa hace dos días, apenas le había dado mis requisitos cuando de inmediato se puso manos a la obra, después de todo entre sus amigos y conocidos tenía una amplia red de contactos con la que podría ayudarme.

– Creí que dejarías a mi sobrino con la niñera – me levanté para saludarla y no pude resistirme a tomar en brazos a Max, que desde su coche me sonreía mientras estiraba los brazos y daba patadas al aire.

– Tuvo un contratiempo y no he podido conseguir un reemplazo, pero no te preocupes – Me sonrió sin darle más vueltas – Luciano se encargará de ellos.