Buscado por amar

Capítulo 58

-¡Ya despierta Naruto! –dijeron los tres mientras jalaban las sábanas con fuerza.

Sosteniendo con precisión en la primera línea, Kurama era quién recibía las patadas del rubio en sus intentos desesperados para soltarse, habían hablado mucho de eso antes de posicionarse ya que si alguno de los otros dos lo hacía, con una sola patada irían de emergencia al hospital. Era quien salía con más golpes que él resto, pero era preferible ser lastimado a perder a uno de los peones.

Después a regañadientes iba Sasuke, quién al parecer era el que solía recibir las almohadas que lanzaba con fuerza. Incluso una de esas fue lanzada con tanta fuerza que casi quedaba fuera de juego. Kurama empezó en ese momento a reírse, pero por una patada del rubio se tuvo que callar. Al final siendo el protegido, estaba Gaara quien se esforzaba en sacar las sábanas, pero por más que intentaran no lo lograban.

-Déjenme dormir maldita sea –gritaba con rabia y sueño-. Puedo faltar a la escuela si es que se me pega la pinche gana, solo abandónenme.

Ya molesto, logró patear a Kurama con tanta fuerza que este cayó encima de Sasuke. Gaara había logrado salir antes de que ambos cayeran encima suyo, por lo que los ayudaba a pararse.

-¿Cómo hiciste para levantarlo ayer? –jaleó Gaara después del milésimo intento.

Sasuke una vez que se paró, intentó alejarse lo más posible de Kurama. A pesar de que sonara asqueroso, había podido sentir como el trasero ajeno se restregaba contra su pecho al caer, lo cual le producían un montón de ganas en ir corriendo al baño y limpiarse hasta quedar transparente. Se enfocó entonces en la pregunta de Gaara por un momento para no ir otra vez a golpearle ¿Cómo rayos lo habían logrado? Si tan solo estuviera Itachi en ese momento:-Que va –bufó cansado-, tuve que usar la armería pesada.

Hace más de media hora se habían levantado los padres del rubio para decirles que debían alistarse para la escuela, todos (Incluyendo a Kurama) fueron levantados por estos.

Excepto claro, el rubio.

Posteriormente de que Sasuke comprobara que la manta estuviera limpia de mierda, junto con el pelirrojo y el pelinaranja se enfocaron en levantar a Naruto de su largo retardo. Este parecía una foca durmiendo, no se despertaba por nada y con nada. Tanto Gaara como Sasuke le preguntaban a Kurama como solía hacer para despertarlo antes, cuando este era más joven. El pelinaranja comentaba que aquello era confidencial, pero que si tan solo el rubio tuviera una herida podría lograrlo.

-Tiene el balazo de ayer –dijeron ambos.

-¿Balazo? –preguntó entre sorprendido y asombrado, que aquellos civiles supieran que su antiguo amigo solía recibir cosas como estas era sumamente secreto, por no decir confidencial- ¿Le dieron un balazo ayer?

-En el brazo derecho –murmuró-. Justo cuando escapábamos del estacionamiento.

-¡Escaparon de un estacionamiento y el zorro recibió un balazo! –gritó con fuerza.

Entonces tanto Gaara como Sasuke temiendo lo peor (Que los vecinos oigan los gritos y llamen a la policía) se lanzaron encima del mayor. El azabache observó cómo Kurama se movía a gran velocidad para escapar de aquello, sin más fallar en el intento porque Gaara se desvió en el salto.

-¿Podrías mantener tu bocota cerrada por un momento? –gruñeron ambos al unísono.

Y es que aunque Kurama fuera un gran agente, no solía tomarle mucha importancia a los civiles. Para este, ese tipo de gente solo eran personas que no conocían el mundo detrás de las sombras, un mundo cruel y despiadado donde el más mínimo error consta de muerte y venganza. Es por eso que él quería mucho a Naruto, él no había conocido otro tipo de mundo aparte de ese, y era la clara muestra de alguien desolado que no se dejaba llevar por grandes emociones.