Capítulo 16

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-Itachi –murmuró sorprendido- ¿Qué es lo que pasa ttebayo?

Sus compañeros estaban impactados por la forma tan común de hablarle a un maestro, parecía no tenerle temor, más aún, parecía que le caía bien. Pero ese maestro Itachi no era el mismo maestro Itachi con el que se encontraban en clases, o no, este era uno mucho más bueno y relajado.

-Quería hablar sobre tus clases privadas de Kanji.

Naruto recordó sus clases hace tan solo pocos momentos y cogió con fuerza su maleta, ¿Acaso planeaba abandonarlo porque habló con su maestro de lengua?

-Ya vengo tteba –se despidió rápidamente de sus compañeros y se dirigió a donde estaba Itachi. Si era lo que pensaba quería decirle que por favor no lo hiciera, que con él aprendía bien.

Ambos caminaron hasta el pasadillo que llevaba a la biblioteca, con un movimiento de Itachi ambos pararon a pocos metros de entrar.

-Naruto...

-¿Qué sucede?

Itachi se había dado cuenta de la diferente forma de hablar, era un poco más dura con él que con sus amigos. Pero entendía de que con él no era fingida, de eso estaba seguro. Sin más lo había extrañado, y su leve muletilla llamaba mucho la atención. Pero ahora tenía algo mucho más importante, explicarle los horarios de escritura.

-Tú sabes que tengo las últimas horas de lunes a viernes libres...

-Por favor no me abandones –soltó de improvisto. La cara del maestro debió causarle pánico ya que intentó salvarse ante su falta-. Quiero decir, aprendo muy bien contigo y prefiero no hacerlo con el maestro de lengua. то пожалуйста. (Por favor)

-No lo haré, descuida.

Una débil risa salió de los labios del mayor, pensar que el pequeño tenía miedo a su abandono le daba cierto toque cómico.

Notó como Naruto inflaba las mejillas como rabieta, sí que se comportaba como un niño para ser alguien duro de entender.

-¿Entonces? –susurró con temor.

-¿Alguien te ha explicado de los cursos extra curriculares?

Por su mente le pasaron varias imágenes de diferentes áreas, cursos a los que podía entrar sin problemas, pero siendo sincero, la única que le había llamado la atención estaba siendo ocupada por aquella persona amargada pequeña.

-No –embaucó nerviosamente.

-Te explico –entabló-. Nosotros tenemos una norma.

-¿Cuál?

-Para que algún taller sea aceptado, un profesor debe firmar como representante de tal. Y si te habrás dado cuenta, hay varios cursos extra.

No sabía hasta donde se dirigía la conversación, tenía una leve sospecha de que tal vez tendría que dejar de aprender con él por un curso.

-Entonces... tú...

-Yo también estoy inscrito en algo. No es necesario que esté atento a su tema, solo debo acompañarlos.

Sus manos ligeramente temblaron y querían formarse puños, le daba rabia que no le dijeran las cosas directamente. Miró nuevamente a Itachi sin prestar atención a lo que decía, era la típica "Entra por un oído y sale por el otro". Entendía que tal vez se había agotado de él, pero alargarlo no iba a mejorar las cosas.

-¿Qué me estas pidiendo? –zanjó la conversa. Por un momento se arrepintió de haber elevado la voz, pero no lo podía controlar. Así es como era él, y nadie lo iba a cambiar.

Buscado por amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora