Capítulo 10

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-¿Qué le pasó a tu mochila?

Enserio te fijaste en eso primero, pensó-: Por casualidad la pisé una vez.

-Una vez -indagó-, la pobre está gris de tanto polvo.

-No es mi culpa que mi zapato esté lleno del polvo.

La segunda y tercera hora lo tenía con Iruka, después de eso sería el primer receso y se llevaría en esa aula. Las cases ya habían comenzado para entonces, pero Iruka continuaba regañando a Naruto por su continuo descuido a los materiales.

-Siéntate -ordenó al final-. Y espero que esto no se repita.

Observó al resto de la clase, algunos ya habían estado con él en química y otros eras nuevos. Caminó para buscar asiento, sin lograr encontrar alguno. Cuando ya estaba a punto de lanzarse al suelo de tanta impaciencia Iruka comentó.

-Al lado del joven Uchiha hay sitio.

Levantó la cabeza buscando a ese tal Uchiha, frustrándose que era el mismo azabache que en química.

-Otra vez tú -murmuró despacio.

Pero el pelinegro parecía pasarlo por alto, ignorándolo a como dé lugar. Observó como Iruka se presentaba y explicaba que era un alemán de nacimiento, no entendía como algunos se sorprendían de lo que decía, ni que fuera tan extraño por ver a un extranjero.

-¿Cuántos años tiene? -escuchó que alguien del fondo pregunto.

-El 26 de mayo cumplí 27.

-¿Y tiene pareja? -Naruto casi se para de inmediato.

-Se podría decir que sí.

Y al igual que a él, toda el aula lo invadió con preguntas, solo que estas fueron un poco más normales.

Cuando el silencio volvió a reinar, empezó a explicar lo básico del alemán. Ese era un idioma recién implementado y por lo tanto nadie tenía conocimiento de él. Contó cómo era el origen del alemán y en que tenía sus raíces, haciendo que poco a poco el aula esté atenta a la historia.

Luego pasó a los primeros ejemplos de palabras, cosas simples como los pronombres.

Y por segunda vez en el día las ganas de dormir lo invadieron, solo que en esta se aseguró de colocar la maleta como almohada, tal vez de esa forma no lo ensuciaría mucho.

Ya estaba muy cómodo durmiendo otra vez hasta que se sintió atacado, inmediatamente levantó la mochila e impidió que una mota de pizarra golpeara con él.

-¡Welche Art von Kerl ignorieren ihr Lehrer! (¡Que clase de alumno decide ignorar a su maestro!)

-¡Scheiße Iruka, ich habe Traum! (¡M13rd4 Iruka, que tengo sueño!)-contestó de mala gana.

Sus compañeros lo miraron maravillados, sin saber que hacer o decir. Al parecer el nuevo sabía otro idioma aparte del ruso o japonés.

-¿Entiendes alemán? -la pelirosa de la clase anterior, una tal Sakura, le cuestionó.

-Lo estudié cuando era pequeño ttebayo -alegó finalmente.

-¡Naruto! -llamó- ¡A la sala de maestro, en la salida!

-Pero...

-Y hablaré con Kakashi sobre tu actitud -finalizó.

La clase siguió como lo acordado, de vez en cuando con Naruto ayudando en las palabras que Iruka no podía explicar en japonés. Aún estaba furioso, no le gustaba que Iruka lo tratase como un mocoso, él llego a estar muchos niveles por encima anteriormente.

Cuando ambas campanas sonaron, Iruka dejó que comieran su lonchera en el aula, y para la alegría de Naruto, había traído dos bentos para compartir con él.

-Tu cocinaras mañana -advirtió antes de entregarle el suyo.

-Entiendo, entiendo. Con tal de no morir envenenado soy feliz.

Y se alejó, volviendo a su lugar, o bueno, intentando volver. Al darse cuenta la gran parte de las chicas rodeaba su lugar como una barrera impenetrable, imposible de mover.

-Come con nosotros -llamó la rubia de la clase de química-. Aunque lo intentes no lograras pasar, era barrera es a prueba de todo.

Naruto se dirigió a la joven, observando a los que la rodeaban. Se encontraba la chica pelirosa, también de la clase de química, un chico con extrañas marcas en sus mejillas, un gordito con una bolsa de papitas y un joven con cola de caballo. Ciertamente muy inusual.

-Gracias por invitarme ttebayo -sonrió como las veces que lo había practicado en el espejo. Fue su sorpresa ver como todos se lo tragaban.

-Eres muy risueño -comentó el gordito-. Los risueños me dan hambre.

-Que problemático -dijo el de cola de caballo.

-No les hagas caso... Naruto, cierto -pegándose a su brazo se le acercó la pelirosa.

-Sí -inmediatamente dejó el bento en una de las mesas para poder comer tranquilo, cosa que no pudo no por que quisiera, sino que no le dejaban.

-Mi nombre es Sakura Haruno -se presentó- y la cerda de mi costado Ino Yamanaka.

-Cállate frentona -gruñó-. No le hagas caso a esa loca, desde que nació los doctores no han sabido que hacer con ella.

-Me llamo Choji -exclamó antes de darle otro mordisco a sus papas-, él es Shikamaru Nara.

-Todo el mundo es problemático.

-¿Y dime Naruto? -murmuró Sakura después de darle un buen derechazo a Ino- ¿Te gusta la escuela?

Siendo sinceros la detesto y detesto que sean tan metiches, pero si no me junto con gente como ustedes me regañan, así que debo decir que sí, deliberó frustrado-. Me resulta interesante.

-¿Solo interesante?

-Siempre he estudiado desde casa -confesó-, es algo extraño para mi estar rodeado de tantas personas ttebayo.

-¿Y cómo es que saliste tan risueño?

-¿Por el amor al ramen tal vez?

El grupito volvió a reír, claro, Naruto intentando imitarlos en los comentarios.

-Puedo hacer una pregunta -cuestionó.

-Dila.

-¿Por qué mi sitio está rodeado de tantas personas?

-Es por el Uchiha.

-¿El amargado teme?

-Si lo quieres llamar de esa forma -Choji acabó con su última bolsa de papitas antes de que el timbre volviera a sonar-. Naruto, ¿Qué te toca ahora?

Fijándose en su horario, supo que eras 3 horas de deportes y el resto tiempo de estudio. El día se estaba pasando más rápido de lo que pensaba.

-Deportes -contestó para lo que ellos 4 sonrieron.

-Entonces ven con nosotros -y agarrados de los codos lo sacaron del aula a quien sabe dónde.

Iruka sonrió, Naruto por fin socializaba.

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Salí de vacaciones, eso es lo bueno, lo malo; ¡Aún tengo la academia diaria! Pensaba que mi tiempo se iba a alargar pero veo que es lo mismo. Pueee... aquí tienen se magnífico capítulo sacado del poco tiempo que tengo.

Y se preguntaran ¿Por qué publicaste hoy si es viernes? Pues... mi hermosa y preciosa madre -la que tiene la chancla- cumple sus magníficos 49 años y me dejó faltar hoy :D

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