Capítulo 72

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Aviso al final - Perdón por la tardanza

Los alumnos se quedaron congelados en su sitio por varios segundos, y después de procesar las palabras, lentamente giraron para comprobar de manera rápida quien era su compañero para ver con quien compartirían la paternidad.

Ni hay que decir cuáles fueron los sentimientos de Sasuke y Naruto al saber que ambos debían cuidar al mismo "Bebé", con tan solo mirarse de reojo ya sabían que habían reprobado. El rubio inmediatamente se golpeó la cabeza y bufó mientras se cruzaba de brazos. Pedía el divorcio, el divorcio del padre del niño. No le importaba ser madre soltera si con ello significaba aprobar un simple curso.

-Y para estar seguros de que ustedes son los que se encargaran de cuidar a sus hijos, este año hemos implementado el uso de cachorros como bebés –ordenó dejando pasar a algunos profesores con cajas llenas de ladridos de perritos-, todos tienen pocos meses de nacidos, así que su misión es cuidarlos bien por todo el semestre. Si a alguno de ustedes llega a perder al cachorro, o no es bien cuidado y este presenta alguna enfermedad o suciedad, ni crean que les dejaré aprobar el curso todo el año.

-¿Y cómo los cuidaremos en la escuela si debemos estar en clases? –preguntó Sakura enfocándose en un lindo labrador.

-El director ha aceptado convertir la antigua aula de doméstica en una jaula para los cachorros. Allí estarán seguros de que no se les escapará, pero ustedes deben ir entre los recesos para alimentarlos y darles cariño.

-¿Cómo sabemos si hacemos un buen trabajo?

La profesora cargó a un dálmata dormilón y lo dejó reposando entre sus brazos, el pequeño animalito al sentir que lo cogía, comenzó a mover la cola feliz mientras movía la cabeza para pedir caricias por parte de la mayor.

-Ellos se volverán apegados a sus "Padres", si uno de ustedes simplemente deja de cuidarlos en el momento del examen final el perro no les hará el mínimo de caso y sabré que no hicieron un buen trabajo. Bien, eso es todo, elijan a un representante para que les pase a su nuevo hijo.

A diferencia de los otros equipos, entre Sasuke y Naruto no se peleaban por ver quién iba, sino por ver quien no iba. Ninguno quería hacerse caso de una bola de pelos con cuadro patas que cagaba en todos los lugares posibles por existir.

-Ve tú teme –bramaba el rubio-, yo tengo suficiente con cuidarte a ti, no aumentaré mi número.

-No molestes dobe, el perro es de ambos y debes cuidarlo como tu hijo.

-Ahora me vas a recriminar la paternidad –bufó-, no aceptaré al perro sin antes una muestra de ADN.

-Ese niño es tuyo –gritó.

-No tiene mi sangre, no me corresponde el cuidado. No soy una florcita que se hace al cuidado de bebes ajenos.

-¿Y tu personalidad de dulce? -sonrió.

Por ahí lo agarraban, él fingía ser alguien dulce y tierno, si no cuidaba al perrito como su personalidad le daba, las personas sospecharían de su trato al mundo y recibiría el grito más grande de su vida por parte de Iruka y Kakashi. Enfadado, se paró en lugar de Sasuke para ir a recibir al pulgoso del perro.

-Todos los que reciban al perro serán considerados las madres de la pareja –informó la profesora-, por lo tanto si el perrito regresa en excelentes condiciones su nota será la mayor.

Escuchó la risa detrás suyo por parte de Sasuke, literalmente era el único hombre en la fila para recibir al bebé. Maldito sobre poblamiento femenino en el aula, las parejas mixtas habían enviado a la mujer del grupo y solo ellos dos por llegar tarde eran dos hombres.

Buscado por amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora