-Hey –lo empujó, a lo que el rubio lanzó un manotazo-. Dobe, si no te despiertas te harás tarde.
Naruto se cubrió con la manta del futon la cabeza, mientras que Sasuke con todas sus fuerzas intentaba arrancharla. Su casa no se encontraba muy lejos de la escuela, si caminaban algunos minutos podrían llegar temprano, pero ¿No es que mientras más cerca vives, más tarde llegas? Igual, por ir siempre con Itachi nunca recibía castigo.
-Deja de molestar –le gritó por debajo, sostenía con más fuerza de lo normal, quería dormir y un tipo como él no se lo impediría-. Quiero dormir, tengo sueño.
-Yo también tengo sueño usuratonkachi, pero igual muevo mi trasero para ir a la escuela –se estaba exasperando, ¿Cómo quería que lo tratara bien si era un dobe a tiempo completo?-. Solo párate y cámbiate de ropa, mira que incluso te estoy prestando mi uniforme.
-Nadie te ha pedido que lo hagas –rumió por lo bajo-. Solo déjame aquí, iré más tarde.
-Eres un caso perdido –jactó al final-. Sabes qué, iré por Itachi, me estas hartando.
-Sí, lárgate y déjame dormir –gritó el rubio volviéndose a acomodar en el futon.
Giró para quedar boca abajo con el piso, ahora entendía porque la cama de Sasuke se encontraba en el centro, de esa manera la luz que se colaba por los muros de papel no lo incomodaban.
Su cuerpo poco a poco empezaba a relajarse, sentía que sus jóvenes músculos soltaban las tensiones que tanto se ajustaban entre ellos casi dejándolo inerte en el suelo. Había dormido como nunca, tranquilo y relajado en aquella casa desconocida, no como en la suya donde cada dos por tres se levantaba para ver si alguien iba a atacarlo.
Tal vez este cambio de temperamento se deba a que estaba en una casa donde había alguien como él, que también venía de Rusia. Pero entonces ¿Qué rayos fue lo que escuchó? ¿Cómo que si se enteraban que estaban juntos corrían peligro de muerte? Itachi no parecía un mafioso, estaba seguro que no era un mafioso, pero aquella noche tenía una sensación que solo alguien de la milicia conocía. Era como un tic, uno que se presentaba después de haber cometido tu primer asesinato, las personas que se iniciaban en aquello después se volvían desalmadas, como él.
Pero Itachi no era así, era dulce, tranquilo, y un maestro.
Un asesino no aguantaría la calma de ser un maestro.
-¿Naruto, puedo pasar? –dijo en la entrada de la habitación.
-Ya te dije que tengo sueñ... –Naruto giró para su dirección, notando que no solo se encontraba Sasuke parado en la puerta, oh no, ahí tenía el armamento pesado.
Su hermano.
-Si llegas tarde tanto Kakashi como Iruka se molestarán –le regañó, a lo que Sasuke solo lo miraba con supremacía-. Además, perderías las horas que tienes conmigo en la escuela.
-Pero...
-Vamos, no es tan difícil despertarse –le regaló una de sus tantas sonrisas, a lo que al rubio se le subió la temperatura.
Debe ser porque dormí en el suelo o por el clima, si, de seguro es eso, pensó para sus adentros.
-Es el cambio horario –gimió en voz baja-. No he dormido lo suficiente desde que llegué, y debo ir a la escuela.
-Sasuke, ve adelantándote con el desayuno. Yo despertaré a Naruto –Sasuke iba a protestar pero Itachi lo miró fijamente haciendo que acepte con mala cara sin decir nada, de todas formas, este no le haría nada a Naruto-. Vamos Naruto, dejaré que duermas en mi clase.
-Aun así no quiero -murmuró.
-¿No aceptarás con nada?
-Con nada –repitió rotundamente, aunque algo le hincaba diciéndole que si faltaba, no vería a Itachi hasta el siguiente día.
-¿Ni con Ramen?
-Ni con Rame... ¿Cómo sabes lo del Ramen?
Itachi empezó a reírse con la cara de Naruto, y este recordó que en aquellos momentos lo mejor sería inflar las mejillas. Tenía ganas de golpearlo, pero un golpe amistoso, de esos que solo te rompen el brazo por algunos meses.
-Eso no es gracioso -berreó.
-Lo lamento, es que te vez muy tierno haciendo pucheros.
Bajó la mirada haciéndose recordar a si mismo que no era tierno ni adorable. Macho pecho peludo señores, depilado pero por ahí anda.
-Yo no soy tier...
-Pero para mí si lo eres.
Con eso Naruto se calló por completo, le dio una rápida ojeada a Itachi, de cerca se parecía en cierta forma a su hermano, tal vez solo en los ojos, solo en eso. Sasuke tenía una cara de limón amargo, mientras que el de Itachi era más una naranja jugosa.
Era obvio cual preferiría comerse.
-¿Me darás Ramen si voy a la escuela? –susurró.
-Lo prometo.
Entonces Naruto se paró de un salto y literal, botó al mayor para cambiarse. No es que jamás haya estado desnudo ante otros hombres, pero no quería que Itachi notara sus marcas de la espalda y pecho, no le gustaría mentirle sobre sus orígenes.
Como supo desde un comienzo, la ropa de Sasuke le quedaba grande, no tanto pero podía jugar con las mangas. No entendía como alguien como él creció tanto, se notaba a cuadras que lo único que sabía eran pocas artes marciales, mientras que él había vivido toda su vida entrenando. Aquello era trampa, de seguro tomaba siempre vitaminas.
-¿Ya estas Naruto? –le preguntó Itachi desde la puerta.
Naruto salió otra vez peleando con la corbata, no entendía el uso de aquella prenda. Que ¿Acaso era para ahorcarse uno mismo después de ver lo infeliz que era su vida? Las corbatas no tenían sentido, como el resto del universo.
-Te queda un poco grande –comentó ojeándolo.
No me digas, especuló: -El teme amargado es un muro caminante.
Itachi rió conduciéndolo a la cocina, cosa que desde la noche pasada, ya sabía el camino. Pero Itachi no sabía eso, y no debía enterarse.
-Hasta que llegaron –gruño Sasuke tomando zumo de naranja-. Si no se apuran llegaremos tarde.
Naruto comió lo más rápido posible y en un dos por tres había acabado antes que Sasuke. Lo que este no comprendía era como rayos lo había hecho, incluso había masticado sus acostumbrados 10 veces por mordida. Al final ambos tuvieron que esperar que Itachi acabara.
-Llegaremos tarde por tu culpa –gritó Sasuke cuando este finalizó.
Los tres salieron apurados, y aunque pudieron llegar temprano, Naruto se quedó quieto cuando sintió que alguien lo vigilaba, alguien que al parecer le era familiar. La presencia estaba cerca.
--------
Solo para que no se confundan, la presencia es otro personaje más que dentro de poco se sabrá. Parezco una maniática escribiendo, enserio, ya me duelen los dedos de tanto teclear. Y aunque no parezca, sigo con el problema de mi teclado, solo que encontré una manera de poner los puntos sin demorarme mucho tiempo.
¿La presencia será amiga o enemiga? Quien lo sabe, porque ni yo. Nah, me doy una idea, pero prefiero que ustedes especulen sobre aquello.
¿Será bueno/malo y por qué quiere ayudar/matar a Naruto? También puede que sea el caso que no va tras Naruto, sino tras alguien quien lo ha estado manipulando por ahí. Bueno, no los distraigo más, publicaré mañana temprano, si es que me levanto temprano.
¡Voten y comenten!
ESTÁS LEYENDO
Buscado por amar
Fanfiction(Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) Siempre fue tratado como un ser sin corazón. Desde su más reciente vasallo hasta sus altos mandos, todos creían que tarde o tempr...