Se despertó en una sensación de paranoia total ante la oscuridad de su habitación, pero pudo recobrar los sentidos sin alarmar tanto escándalo. Estaba en trance, un bloqueo mental que parecía engullirlo vivo desde la noche pasada, donde se había encontrado con Sai en el estacionamiento.
-Sai –exclamó en un quejido, antes de sentir el cuerpo recostado a su lado.
Solo entonces, se percató de todo lo que pasaba.
Se paró de golpe en la cama antes de tambalearse y volver a caer, el crujir de su brazo le demostraba que la fractura no debía ser más que un esguince para entonces, sin más aún estaba en fase de regeneración por lo que debía tener cuidado. Se sentó en el borde de la pared, sosteniéndose de la espalda para no irse de frente y poder llegar al filo de la cama y bajar. Sai se encontraba recostado al otro lado, y por lo que se podía sentir, lleno de vendajes y apestando a pomadas para cortes y limpieza.
Entonces, una vez fuera de la cama, fue toda una travesía llegar a los interruptores de luz y encender la habitación para memorizar hechos.
-¿Qué haces en mi casa? –le preguntó en un lamento, a sabiendas que el pelinegro se había levantado por la luz.
-No tengo idea.
No tenía idea, no recordaba nada, estaba en su cuarto acostado en su cama junto con él lleno de vendajes. Solo una persona podría haberse encargado de todo sin que él se lo pidiera, y sin decirle palabra alguna a Kakashi o Iruka.
-¿Dónde está Pato? –fue lo siguiente que preguntó, aun intentando unir cabos para ver qué era lo que Kurama había ordenado. Estuvo tanteando entre bajar o los las escaleras e ir en contra del pelinaranja por una explicación, pero Sai se veía tan sumiso que prefirió esperar a que él se percatara de que se encontraba despierto y subiera para no abandonar a su hermano.
-Después de que se desmayó en la guardería, dentro de la mochila creo –gimió-, lo dejé con Gaara kun, no debe haberle pasado gran cosa –pero eso en lugar de calmar las ansias de Naruto, solo lo activaron más. Y recordó, en toda su expresión, el rostro de miedo que el pelirrojo le había entregado amordazado en una esquina cuando por su incompetencia no había podido protegerlo.
Y eso, hasta cierto punto, le hizo recordar a Shin y a su falla.
-No debiste meter a los civiles –rugió en una exclamación amenazadora-, ellos no tenían nada que ver, Gaara no sabía nada. Eres un maldito gallina.
-Eso ya lo sé –tosió saliva, y el rubio aguardó a que continuara hablando-, no tienes por qué repetírmelo, eran órdenes de arriba, debía deshacerme de todos antes de llegar contigo.
-¿Ordenes de quién?
-Del nuevo líder, él que te reemplazó.
No era como si el dato fuera algo novedoso, pero si llegó hasta un punto en donde Naruto jamás pensó en tocar. Había sido... reemplazado. Alguien más había tomado su puesto como líder del escuadrón triple S y él no había hecho nada para impedirlo. Fue un balde de agua fría, agua muy fría.
-¿Y él, te mandó a matarme? –interrogó, buscando la ventana para abrirla y que el aire chocara con él. Sai asintió, y la gravedad parecía ser más poderosa que sus pasos. Se resbaló antes de llegar a correr el vidrio, sin más terminó por movilizar todo entre torpes movimientos.
-Los otros también tienen la misma misión, pero no he tenido contacto con ellos desde que llegué a Japón, estamos separados.
Eran 4 miembros contando con él dentro del equipo, si su persona y Sai ya no estaban dentro de la ecuación, significaba que aún había otros dos más buscando su muerte desde que se retiró.
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Buscado por amar
Fanfiction(Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) Siempre fue tratado como un ser sin corazón. Desde su más reciente vasallo hasta sus altos mandos, todos creían que tarde o tempr...