-¿Usted se compromete a ser la madre el joven pato, y cuidarlo y alimentarlo hasta que el semestre acabe?
La clase lo observó y un leve bochorno pintó sus mejillas, ni sabía porque rayos tenía que hacer eso, pero parte de la escuela era sufrir vergüenzas que te marcaran de por vida.
-Acepto –susurró, y el aula se llenó de aplausos. Sasuke, a su costado, soltaba una pequeña risa observando al perro que no entendía lo que sucedía a su alrededor. Se había acostado en la mesa siendo acariciado por el dobe, y uno podía creer que ya se encontraba dormido en forma de rueda si no fuera por aquellos negros ojos que lo observaban.
Esto solo hace que me consideren gay junto con el dobe, rumió.
Pero todo era parte de su plan, ganar la confianza y después traicionarlo. Imaginen que en su currículo de trabajo tenga dentro el desenmascarar a una mafia completa, aquello simplemente le confirmaría la fama mundial. Aparte de saber el secreto de su hermano y todo lo que le rodea.
Y hablando de eso ¿Qué habrá dicho Itachi en los audios? Estaba seguro que el rubio no los había oído en la noche porque la volvió a pasar con él, pero debía estar seguro de que el rumbo que tomaba era el correcto.
Luego Sai ¿Se encontraría por ahí viéndolo? ¿Y a quien se refería cuando le habían dicho que alguien le había impedido el ingreso a su casa para matar al dobe aquella noche? ¿Pudo ser el cagón intentando buscarlo? Pero este ni siquiera sabía que alguien andaba detrás del rubio.
A cada grupo se le dio un cuadernillo diferente con respecto al cuidado del perro. El de ellos, por suerte, no se veían tan grueso como el de la mayoría. Aparte, a cada pareja se le había dado una lista de alimentos específicos que debía comer el cachorro y algunos lujos que podían darle de vez en cuando con respecto a la comida casera. También se les entregó un plato de comida para mascotas y un pequeño biberón por si este quería beber agua o leche.
-No se olviden que ellos son como sus hijos –dijo la profesora antes de dejarlos salir.
Ambos salieron de doméstica para el aula de ingles, Sasuke ya ni se preguntaba por el horario del rubio, algo le decía que en casi todos los cursos coordinarían para estar en la misma aula.
Entraron con la pequeña bola de pelos en brazos del rubio, aunque cuando esta se cansó de cargarlo se lo dio a Sasuke para que lo cuidara sin importarle que llorara.
-Debe acostumbrarse a su padre, no puede ser siempre un hijo de mami –refutó limpiándose los pelos de perro-. No puedo creer que he estado cargándolo todo el rato, huelo a perro.
-Y aquí está el dobe que yo recuerdo –giró los ojos "Sorprendido" del cambio de personalidad que presentaba el menor-, pero ni creas que dejaré que ignores a nuestro hijo, mi nota depende de tu comportamiento y la forma en que lo cuides. No quiero que para cuando sea final de semestre parezca un perro fantasma.
-Eso debería decírtelo yo teme, pato necesita mano de hierro, si lo tratas tan apaciblemente no aprenderá nada.
En ingles intentaron sentarse separados para estar al menos en una clase sin ser compañeros, ambos lo necesitaban, aunque el perrito no quería separarse mucho de su madre.
Al parecer eran los únicos que venían desde doméstica, por lo que también eran los únicos con el perro en media clase. Naruto notó como ingresaba Karin y sonrió dulcemente al verla, esta, al notar que el rubio se encontraba en su clase de inglés, corrió lo más lejos posible de su carpeta compartiendo con Sasuke quien cargaba a pato.
-Good afternoon classmates –dijo el profesor al ingresar.
-Good afternoon theacher.
Naruto creía que inglés la iba a pasar de aburrido a semi muerto escuchando a un profesor intentar darle clases de un idioma que ya sabía, pero descubrió que ver a Karin intentando cargar a pato era más interesante de lo que parecía.
Primero intentó acariciarlo en la cabeza, pero el perro al ver a la desconocida y que este no se parezca a su madre, la mordió con fuerza. Karin soltó un alarido de dolor queriendo golpear al perro, pero antes de meterle mano el azabache la miró mal.
El profesor le dijo que era la primera llamada de atención.
Minutos más tarde, quiso intentar tocarlo, solo que esta vez probó con rascarle la panza. Pato estaba casi dormido en los brazos de Sasuke, pero al sentir la mano ajena aproximándose a él, se puso alerta y arañó a la desconocida. La pelirroja intentó sacar su mano deprisa, pero el arañazo le había sacado sangre y ella le tenía un gran pánico a cosas que pudieran manchar su ropa.
El maestro, cansado, le dijo que una más y la sacaría del aula.
Naruto estaba al pendiente de lo que hacía pato, su hijo había aprendidos sus mayores dotes, el de control con caras dulces y manipulación de personas. Si a esto le juntábamos que tan solo era una bola de pelos con patas teníamos a pato en carne y hueso.
-¿Puedo cargarlo?
Sasuke la miró y luego miró a pato, le cansaba estar cargándolo, y Karin solo quería tocarlo por unos pocos minutos ¿Qué podía salir mal?
Muy al contrario de lo que se creía, pato se dejó cargar por Karin, y la mujer estaba entre sorprendida y alegre de que el perro no la atacara. Pensaba en usarlo para llamar la atención del Uchiha con sus dotes de cariño con los animales. Tan concentrada estaba en jugar con el perro que ni notó como su falda poco a poco se empapaba, y cuando un charco comenzó a formarse debajo de ella junto con un mal aroma, los compañeros de las otras mesas giraron a verla.
-¿Te orinaste? –le preguntó Sasuke sorprendido. La mujer entonces levantó un poco al perro y notó todo el lago que le había formado en la falda escolar. Lo más asqueroso es que también había aprovechado de hacer del dos encima de ella.
-¡Fue el perro! –gritó avergonzaba.
-Claro que sé que fue el perro –bufó Sasuke-, se lo preguntaba a él. Dámelo.
El grito de Karin llamó la atención del profesor, quien al acercarse vio todo el charco de orina y se puso furioso.
-Karin, stand up and waiting for me outside of the door, now –gruñó con una muletilla inglesa.
La mujer miró al perro y luego a Sasuke, quien ni se había inmutado en lo que le había sucedido por culpa de pato. Salió del aula como se le había ordenado hasta el fin de clases, y cuando el timbre sonó Naruto se acercó a Sasuke para pedirle al perro.
-Creo que ya fue al baño –comentó gracioso el rubio.
-Y que lo digas, Karin debe estar molesta.
-Eso le pasa por querer tocar a mi hijo.
-También es mío.
-De ambos –respondieron mutuamente, y abrumados de haber vuelto a repetir palabras se encaminaron a su última hora del día.
Al salir se encontraron con el profesor hablando con Karin sobre la manera de comportarse en clases, y la mujer decía cada rato que no había sido su culpa, sino la del perro quién se le había orinado encima.
-Gaara, ¿Tú también tienes economía? –le preguntó Naruto cargando al perro.
-Si.
Los cuatros fueron juntos a su siguiente clase, aunque ninguno se encontrara pensando específicamente en ello.
-¿Qué será Sai? –Naruto escuchó aflorar del pelirrojo aquellas sencillas palabras.
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Tengo otra pregunta, pero esta es por curiosidad ¿Qué edad tienen ustedes? Yo tengo 15, pero a finales de marzo cumpliré 16.
Dentro de media hora publico el siguiente cap.
Pdta: Si quieren que les dedique un capítulo escribanlo en los comentarios
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Buscado por amar
Fanfiction(Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) Siempre fue tratado como un ser sin corazón. Desde su más reciente vasallo hasta sus altos mandos, todos creían que tarde o tempr...