Buscado por amar

Capítulo 64

¿Acaso dios había escuchado sus plegarias? Claro, solo si es que existía. Por fin, por primera vez después de muchas derrotas en casi todos los cursos, lograba ganar al rubio en arte. ¡En arte!, si por el fuera se pondría a bailar y a hacer barra en ese mismo lugar.

-Eres pésimo dibujando –carcajeó para que el resto del aula lo acompañara con la humillada que pensaba en darle, igual, debían fingir que se caían mal para no levantar sospechas y aquello lo iba a divertir un montón.

Pero nadie dijo alguna sola palabra de burla.

-¿No es bonito ttebayo? –susurró el ruso con voz débil, intentando sacar un poco el labio inferior como si estuviera a punto de llorar-, yo... no soy muy bueno en arte, pero intenté esforzarme mucho.

Sus ojos se pusieron aguados mientras intentaba hacer que su labio temblara, movió la cabeza ligeramente para que sus cabellos se removieran dándole una apariencia mucho más infantil de lo que acostumbraba. Sus marcas, para ese entonces, se habían resaltado ligeramente por la llegaba de los cabellos haciéndole parecer un zorrito perdido.

-Maldita cara de Uke –gimió una de las chicas del fondo, sacando su teléfono celular.

Espero que estos estúpidos se crean mi teatrillo, que asco tener que rebajarme solo porque odio arte, crispó mentalmente manteniendo la apariencia indefensa.

-Es... –murmuró la profesora tragando saliva, Naruto se había enfocado en ella específicamente y aquella mirada de corderillo la atacaba con todo su poder. No podía decirle a aquella indefensa criatura que su dibujo era el peor de la clase, lo destruiría por completo. Tomando todo su autocontrol, intentó girar la cabeza para poder decirle la verdad sin tener que verlo, pero aquello le fue imposible. Finalmente cayó en la telaraña del rubio, y sonrió como si aquello fuera lo mejor del mundo-... es simplemente hermoso. Una gran obra de arte –alabó, aplaudiendo.

Sasuke entonces dejó de reírse para mirar a la profesora y al rubio, simultáneamente buscando una explicación de lo dicho:- Pero acaso estas fumad... –quiso gritar ante el teatro que intentaba dominar su rival, pero toda una ovación de aplausos y exclamaciones lo calló completamente.

-¡Tu dibujo es hermoso! –Gritaban todos para motivarlo- ¡No pares con tus sueños de ser artista!

-¡Picasso se avergonzaría de sus trabajos comparados con el tuyo! –exclamaban otros, tanto así fue llevado la ovación que no solo los alumnos lo motivaban, también se le unió la profesora en aquella muestra de pasión.

-¡Se mi Uke! –gritó una por la exaltación del momento, lo último ninguno lo comprendió y giraron para pedir una explicación, y la chica avergonzada se sentó abruptamente para ocultarse del resto de miradas raras.

Entonces Naruto levantó la cabeza levemente para ver todo la exaltación que había estado creando, y al chocar su vista con los rayos de sol, hicieron que un pequeño brillo surgiera de sus ojos, casi dándole a entender que era un ángel caído del cielo.

-Tu dibujo es tan perfecto que será colgado en la cafetería para que todos lo vean –exclamó la profesora.

Naruto tan solo sonrió como niño bueno mientras hacía una cara de esperanza, una de esas miradas que él tanto odiaba realmente. Giró hacia Sasuke quien parecía piedra, literalmente, no se movía con nada y por nada.

-¿Qué te sucede Sasuke kun, tteba? –Preguntó jugando con su teatrillo- ¿No te gustó mi dibujo?

Las miradas entonces se enfocaron en él y en su respuesta, queriendo escuchar lo que diría acerca del arte del rubio. Este en un primer comienzo iba a decirle la verdad, que aquella cosa estaba más fea que el culo de un elefante después de haber ido al baño, pero la mirada penetrante de todos no se lo permitió.